Crédito
de la imagen: Alejandra Toledo alejandratoledov.blogspot.com
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Filo: |
Chordata |
Clase: |
Aves |
Orden |
Falconiformes |
Familia: |
Accipitridae |
Status
UICN ver 3.1: |
Vulnerable |
Status
CITES: |
Apéndice
I y II |
Nombre científico:
Aquila adalberti (Brehm, 1861)
Descripción
general y características
Se trata de un ave de
presa de gran tamaño, que mide entre
72 y 83 cm. de longitud y puede llegar a
alcanzar 2,1 m. de envergadura. Su peso
medio oscila entre 2,5 y 3,5 kg.
Al igual que muchas otras
aves de presa, presenta un dimorfismo sexual
invertido, es decir, que la hembra es algo
mayor que el macho.
Los individuos presentan
tres plumajes fácilmente distinguibles
a lo largo de su desarrollo: juvenil, con
un color crema uniforme que se conserva
hasta los tres años de edad; subadulto,
con manchas negras sobre un fondo crema
uniforme, presente en aves entre cuatro
y cinco años de edad; y adulto, que
es predominantemente negro, con las características
manchas blancas en el dorso de las alas,
presente en aves desde los cinco años
de edad en adelante.
Las características
demográficas de la especie son las
que corresponden a un ave rapaz de gran
tamaño, esto es, gran longevidad,
baja tasa de reproducción, alta mortalidad
de inmaduros y baja mortalidad de adultos.
Comportamiento
Su tamaño corporal,
su longevidad y su especialización
le permiten amortiguar con facilidad las
fluctuaciones habituales del ambiente en
que viven. Sin embargo, su baja tasa reproductiva
les impide colonizar con rapidez o responder
a disminuciones pronunciadas en los efectivos
de la población con la flexibilidad
que caracteriza a otras especies de menor
talla y mayor éxito reproductivo.
Las aves emparejadas presentan
un comportamiento territorial, con territorios
de uso exclusivo que defienden a lo largo
de todo el año. El comportamiento
de los juveniles no emparejados es -sin
embargo- diferente, mostrando movimientos
entre las zonas de asentamiento temporal
y regresos al área natal continuamente
durante todo el periodo dispersivo.
Aunque se alimentan principalmente
de conejos, también consumen numerosas
especies de vertebrados, desde topillos
y ratones hasta zorros, gatos, rapaces diurnas
y nocturnas. También consumen carroña
y pueden practicar el cleptoparasitismo
a otras aves de presa (les roban la comida).
Hábitat y distribución
geográfica
Sus mayores densidades
se encuentran en zonas de bosque esclerófilo
mediterráneo de encinas y alcornoques
donde el conejo es abundante.
La especie nidifica en
tres medios: llanuras aluviales y dunas
al nivel del mar en las marismas del Guadalquivir,
penillanuras y colonias suaves en el centro
de España y pisos montanos del Sistema
Central. Nidifica sobre todo en árboles
de Quercus suber y Pinus pinea, aunque excepcionalmente
lo hace en torres de conducción eléctrica.
Las variables que más
influyen en la elección de su hábitat
están relacionadas con el grado de
ocupación por parte de las personas,
ya que prefieren nidificar en zonas abruptas,
intransitables, alejadas de carreteras,
caminos, pueblos y líneas eléctricas;
los subadultos muestran mayor tolerancia
en este sentido, quizá a causa de
la saturación de los núcleos
de cría preferentes.
De manera más concreta,
aunque a finales del siglo pasado su área
abarcaba la mayor parte de España,
así como el centro y sur de Portugal,
actualmente se distribuye dentro de España
en el cuadrante suroccidental, aunque también
existen registros de nidificación
esporádica en Salamanca, Málaga
y Cádiz. También podría
quedar alguna pareja en el macizo del Rif,
en Marruecos, y en el norte del país
hay varias observaciones y capturas recientes,
todos jóvenes e inmaduros, algunos
anillados en el Guadalquivir.
Causas de disminución
Aunque el número
de territorios está aumentando a
razón de cinco al año de media,
hay amenazas a la especie como son la mortalidad
directa por culpa del hombre (tendidos eléctricos,
caza y veneno), las modificaciones de su
hábitat, los pesticidas acumulados
y la disminución de sus presas.
La alteración de
su hábitat se ha producido principalmente
en las penillanuras y colinas suaves, donde
alcanza densidades más altas. En
la actualidad, la transformación
en regadíos es la principal pérdida
de hábitat.
Los compuestos contaminantes
se han encontrado en gran cantidad en huevos
infértiles que no existían
en las muestras anteriores al empleo de
pesticidas generalizado. Con lo que respecta
a sus presas, la mixomatosis y la neumonía
vírica hemorrágica han causado
la disminución de su mayor fuente
de alimento, los conejos, disminuyendo la
productividad de la especie.
Medidas de conservación
Hay un Plan Coordinado
de Actuaciones para la Conservación
del Águila Imperial, en el que intervienen
la Comunidad de Madrid, Castilla y León,
y Castilla La Mancha, Extremadura, Andalucía,
ICONA y CSIC.
Hay medidas legales sobre
la especie (un 62% de la población
reproductora se encuentran en 20 áreas
protegidas), protección del hábitat,
modificaciones en tendidos eléctricos,
investigaciones sobre biología, mortalidad
y dispersión, censos y controles
anuales, vigilancia y reparación
de nidos, programas de alimentación
suplementaria, cría en cautividad
y campañas de divulgación
y sensibilización.
Otros datos de interés
Hasta los años
sesenta el tamaño de la población
era desconocido. La primera estima de 1967
hablaba de 50 parejas, dato corroborado
por un censo más preciso entre 1972
y 1974. Entre 1985 y 1986 se realizó
un segundo censo que localizó 104
parejas de las cuales 93 se reprodujeron.
En 1989 había 126 parejas. En el
2005 se estimaba una población de
algo más de 200 parejas. Se calcula
que el tamaño de la población
está aumentando desde el 2000, y
dos parejas han recolonizado Portugal.
Las mayores concentraciones
se encuentran en el Parque Natural de Monfragüe,
el Parque Nacional de Doñana y el
Pardo, con población creciente.
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