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Filo: |
Chordata |
Clase: |
Mammalia |
Orden |
Cetartiodactyla |
Familia: |
Iniidae |
Status
UICN ver 3.1: |
Sin datos
suficientes |
Status
CITES: |
Apéndice
II |
Nombre científico:
Inia geoffrensis (Blainville, 1817).
Otros nombres vulgares:
Delfín del amazonas, Bufeo, Tonina,
Boto.
Descripción
general y características
Su color varía
de rosado y marrón claro a gris azulado,
siendo más oscuro en la parte superior
y a medida que pasan los años. Los
adultos miden 2,5 a 3 m de longitud y pesan
110 a 200 kg. Las aletas pectorales son
grandes comparadas con tamaño de
cuerpo y se curvan hacia atrás. En
cambio la aleta dorsal está reducida
a una prominencia sobre el lomo.
A diferencia de los delfines
oceánicos, sus vértebras cervicales
no están fusionadas, permitiendo
a la cabeza una amplia gama de movimientos.
Son prácticamente ciegos, ya que
la visión no les sirve de mucho en
las turbias aguas del Amazonas, se sirven
de la ecolocalización, a modo de
sonar, para localizar a sus presas y evitar
obstáculos.
Tiene un hocico prominente,
largo y fino con 25 a 28 pares de dientes
a cada lado de ambos maxilares. Los dientes
delanteros son puntiagudos, mientras que
los dientes posteriores son más planos
y acopados. Los dos tipos del diente sirven
diversas funciones: agarrar la presa y machacarla.
Respiran cada 30 a 110 segundos. Lanzan
un chorro de aire a través del espiráculo
el cual impulsa a su vez el agua circundante
y el mismo puede alcanzar hasta 2 metros
de altura.
Los adultos alcanzan una
longitud de unos 3 metros, y su peso varía
de 85-120 kg. Los delfines recién
nacidos tienen 70-83 cm de largo y pesan
unos 12 kg. La gestación dura 315
días, tras los cuales nace una cría
que permanece dos años al lado de
la madre.
Tres subespecies son reconocidos:
I. g. geoffrensis en la cuenca del Amazonas
(con excepción de la cuenca del Madeira
en Bolivia por encima de los rápidos
Teotonio); I. g. boliviensi en la cuenca
del Alto Madeira, y I. g. humboldtiana en
la cuenca del Orinoco.
Comportamiento
Es inteligente y muy sociable.
Se relacionan fácilmente con los
humanos, especialmente con aquellos que
se desplazan en embarcaciones pequeñas,
a las que se acercan con ánimo de
jugar y de contestar sonidos con sus cantos
de sirena.
Nadan generalmente en
pareja, pero en circunstancias especiales
forman grupos hasta de veinte individuos.
Se alimentan generalmente
del fondo del río y su dieta preferida
consiste en cangrejos y peces pequeños
que capturan por ecolocalización
y llevan hasta la superficie.
Hábitat
Los delfines rosados nadan
en los bosques inundados en la temporada
de aguas altas y, a menudo busca sus presas
entre las raíces y los troncos de
los árboles parcialmente sumergidos.
Ciertos estudios han demostrado que algunos
individuos son residentes en áreas
específicas durante todo el año,
mientras que otros se mueven desde varias
decenas a cientos de kilómetros en
los ríos, aunque no parece haber
ninguna migración estacional real.
Generalmente se concentran por debajo de
la confluencia de canales que mezclan aguas
blancas y negras. Su afinidad por las confluencias
disminuye durante la temporada de aguas
altas, probablemente porque los animales
se mueven en los lagos y bosques inundados.
Se encuentran con mayor frecuencia dentro
de los 150 metros de los bordes de los ríos
y con una menor densidad en los centros
de los cauces.
Distribución
geográfica
El delfín rosado
está ampliamente distribuido por
el Amazonas y sus afluentes, el Orinoco,
a través de Guyana, Venezuela, Colombia,
Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil,
siendo encontrado en los ríos principales,
afluentes, lagos en las épocas de
sequía, en las planicies y selva
inundadas. No tolera el agua salada, por
eso no es encontrado en los estuarios del
Amazonas ni del Orinoco.
Causas de disminución
La principal amenaza se
relaciona con actividades de pesca, debido
al uso de dinamita en ciertos ríos,
y por otra, a la captura incidental con
redes de pesca. Otra amenaza es la contaminación
de ríos y lagunas de la Amazonía,
encontrándose como mayor perturbador
a la actividad petrolera. Una amenaza adicional
es que los colonos los atrapan para obtener
sus dientes, grasa y genitales, para utilizarlos
como fetiches sexuales o por atribuirles
poderes curativos.
Medidas de conservación
En CITES está incluido
en el Apéndice II. Hay medidas de
protección de la especie en todos
los países donde habita.
Sería necesario
un trabajo sobre la cantidad de delfines
que hay, un registro de su distribución,
el estudio de los lugares por los que se
mueven y emigran, y el estudio de las presas
que hay y se podrían construir y
sus efectos en la población. La investigación
debería orientarse hacia la detección
de tendencias de aumento o disminución
de las poblaciones y la identificación
de las causas en cada zona. Localizar y
evitar la pesca tanto accidental como dirigida,
así como las matanzas.
Datos curiosos
Se cree que el delfín
rosado puede vivir cerca de 30 años,
pero los datos acerca de su periodo de vida
aun son poco conocidos. No se conocen registros
de predadores para esta especie sin embargo
en la región Amazónica existen
algunas leyendas que pueden poner en peligro
su vida.
Se cree que este animal
en noches de luna llena embaraza a toda
mujer que se meta al río estando
en su periodo fértil.
Otra leyenda dice que
en noches de luna llena cuando hay fiestas,
el delfín se transforma en hombre
y va a las fiestas a seducir a las mujeres
de la región, todo vestido de blanco
y con un sombrero de paja para esconder
el espiráculo.
Y se cree que cualquier
mujer que ande por el río en una
canoa en la época de su menstruación,
algún día recibirá
la visita del delfín que irá
a embarazarla.
Por causa de estas leyendas
se le ha acreditado a los delfines rosados
la paternidad de todos los niños
sin padre de la región y se cuenta
que en algunos casos hay niños registrados
en las notarias como hijos del delfín.
Por esto los hombres de la región
en muchos casos intentan acabar con la vida
de estos animales pues no quieren que ellos
embaracen a sus mujeres.
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