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Filo: |
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Clase: |
Mammalia |
Orden |
Carnivora |
Familia: |
Felidae |
Status
UICN ver 3.1: |
Casi
amenazada |
Status
CITES: |
Apéndice
I |
Nombre científico:
Panthera onca (Linnaeus, 1758)
Otros nombres vulgares:
Otorongo, Tigre Americano, Tigre Real, Yaguar,
Yaguareté.
Subespecies
El jaguar tiene nueve
subespecies:
P. onca onca
P. onca peruviana
P. onca hernandesii
P. onca centralis
P. onca arizonensis
P. onca veraecrucis
P. onca goldmani
P. onca palustris
P. onca paranaensis
Descripción general y características
El color de la piel varía
de amarillo pálido a café
rojizo, con manchas blancas en el pecho
y parte interna de las extremidades. En
todo el cuerpo tiene manchas negras, que
en los costados forman rosetas, y que pueden
presentar una o más manchas pequeñas
(Hoogesteijn y Mondolfi, 1993).
El peso de un jaguar adulto
va de 45 a 130 kg dependiendo de la subespecie,
pudiendo llegar a pesar 150 kg.
Su longitud es de 1.70
a 2.30 m, y tiene una longevidad de 20 años.
Comportamiento
Es un animal solitario,
salvo en su período de reproducción,
y posee hábitos nocturnos. La agudeza
de sus sentidos del olfato y el oído
y sus habilidades para correr, trepar árboles,
nadar y moverse agazapado tras una presa
lo convierten en excelente cazador.
El jaguar es considerado
un carnívoro oportunista y su dieta
depende de la densidad y disponibilidad
de las presas (Seymour, 1989). Su dieta
incluye mamíferos, aves, reptiles,
peces e invertebrados. Sin embargo, en la
mayor parte de su área de distribución
los mamíferos mayores a un kilogramo,
y algunos reptiles y aves, constituyen las
presas más comunes (caimanes, monos,
cocodrilos, tortugas de agua y tierra y
peces) (Seymour, 1989).
Las crías permanecen
con las madres durante los primeros 15 a
24 meses, alcanzando la madurez sexual entre
los dos y tres años (Seymour, 1989).
Hábitat y distribución
geográfica
Antes su área iba
desde la zona de California, Texas y Nuevo
México, en los actuales Estados Unidos,
hasta Chubut, Argentina, pero el jaguar
ha sido exterminado por el hombre hasta
reducir su área a las zonas más
selváticas o inaccesibles.
Actualmente es visible
en sitios poco habitados, normalmente zonas
selváticas, desde el estado de Texas
(en EE.UU.) hasta el norte de Argentina.
Se sabe que en Argentina hoy aún
se encuentran ejemplares, y en Texas apenas
se encuentran unos pocos ejemplares en reservas
cercanas a la frontera del Río Bravo.
Su refugio más extenso se ubica en
la Selva Amazónica. Sólo es
abundante en Centroamérica y en el
Amazonas. Está extinto en Uruguay
y en El Salvador, además su situación
es crítica en numerosos países
de su distribución.
Causas de disminución
Como más importante
está la amenaza de la pérdida
de hábitat de esta P. onca. Las tasas
de deforestación elevadas en América
Latina, y la fragmentación del hábitat
y de las poblaciones de jaguar convierten
a esta especie en vulnerable al hombre (Nowell
y Jackson 1996).
Además las personas
compiten con los jaguares por sus presas,
y a los jaguares se les dispara frecuentemente,
a pesar de la legislación protectora
(Nowell y Jackson 1996).
Al perder hábitat
y presas, muchas veces se ven obligados
a atacar al ganado, y esto causa que sean
perseguidos por los ganaderos.
La vulnerabilidad del
jaguar a la persecución se demuestra
por su desaparición desde la mitad
del siglo XX en la zona suroeste de EE.UU.
y el norte de México (Nowell y Jackson
1996).
La caza comercial y la
captura por sus pieles se ha reducido drásticamente
desde los 70 gracias a las campañas
en contra y a la normativa de CITES (Nowell
y Jackson 1996).
Medidas de conservación
El jaguar está
incluido en el Apéndice I del CITES
(Tratado de Comercio Internacional de Vida
Silvestre), lo que significa que es ilegal
comercializar su piel o cualquier otra de
sus partes.
Está totalmente
protegido a nivel nacional en toda su distribución,
y está prohibida la caza en Argentina,
Brasil, Colombia, Guyana Francesa, Honduras,
Nicaragua, Panamá, Paraguay, Surinam,
Estados Unidos, Uruguay y Venezuela. También
hay restricciones de caza en Brasil, Costa
Rica, Guatemala, México y Perú
(Nowell y Jackson 1996).
Hay zonas protegidas con
jaguares.
Dentro de la gran cantidad
de proyectos existentes para la preservación
del jaguar en su hábitat natural,
aquí se mencionan algunos para que
veamos la gran importancia de su conservación:
En Panamá existen
acuerdos para su mejor conservación
como el existente entre la Autoridad Nacional
del Ambiente (ANAM) de Panamá y la
Wildlife Conservation Society (WCS), fundada
en 2004. Se trata de un convenio de cooperación
técnica, científica y educativa
para generar información biológica
sobre jaguares y sus presas que permitan
la conservación de esas especies
y sus hábitats.
En Costa Rica el WCS mantiene
desde 1999 un programa de conservación
de jaguares, y lleva a cabo otros pequeños
proyectos para la supervivencia del felino
en la Reserva Indio Maíz, al sur
de Nicaragua y fronteriza con Costa Rica,
y en la biosfera del Río Plátano,
principal reserva natural de Honduras.
En Argentina La Fundación
Vida Silvestre junto al gobierno de la provincia
argentina de Misiones y la Administración
de Parques Nacionales organizaron la campaña
¡Cuidemos lo nuestro con la fuerza
del tigre!. Los objetivos son sensibilizar
sobre la problemática y hacer hincapié
en las propuestas concretas sobre cómo
las personas pueden ayudar.
En México para
lograr la conservación del jaguar
y su hábitat, en el 2000 se constituyó
el Subcomité Técnico Consultivo
Nacional para la Conservación y Manejo
del Jaguar. Aquí se analizan las
prioridades de conservación, manejo
y aprovechamiento sostenible que requiere
el Proyecto Nacional de Conservación
y Manejo de la especie (PREP) publicado
en el 2006.
Adicionalmente, el Jaguar
es una de las especies seleccionadas para
ser atendidas a través del Programa
de Conservación de Especies en Riesgo
(PROCER), por lo cual se encuentra en proceso
de inclusión en el Programa de Acciones
para la Conservación de Especies
(PACE); aquí se plantean una serie
de acciones como el establecimiento de un
seguro ganadero para atender los conflictos
de depredación de ganado, análisis
de los movimientos de ejemplares, monitoreo
de presas y vigilancia en zonas donde se
presentan conflictos con la especie, entre
otras. (Información del Subcomité
Técnico Consultivo Nacional para
la Conservación y Manejo Sustentable
del Jaguar).
En Yucatán especialistas de WCS y
de México tienen planes de apoyo
para la conservación de felinos en
la reserva de Sian K'aan, en la sudoriental
península mexicana de Yucatán.
En Ecuador La organización
Wildlife Conservation Society desde 1999
tiene un programa de conservación
de jaguares en cuatro áreas estratégicas:
(1) realizando estudios ecológicos
de la especie para permitir su posterior
manejo, (2) impulsando estudios genéticos,
(3) trabajando con el conflicto jaguar-ganado
a través de talleres con expertos
en jaguares y ganaderos y (4) desarrollando
un currículo de educación
ambiental para la región para la
conservación del jaguar y sus presas.
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