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Filo: |
Chordata |
Clase: |
Mammalia |
Orden |
Carnivora |
Familia: |
Canidae |
Status
UICN ver 3.1: |
En peligro
crítico |
Status
CITES: |
Sin datos |
Nombre científico:
Canis rufus (Audubon & Bachman, 1851)
Descripción
general y características
Se distinguen de los lobos
grises por su menor tamaño, sus proporciones
que lo hacen más estrecho, y sus
patas y orejas más finas.
Tienen una longitud total
de 1 a 1,3 m. de longitud con una cola de
0,3 a 4,2 m. y una altura hasta la cruz
de 0,66 a 0,79 m.
Tiene un tamaño
intermedio entre el lobo común y
el coyote, pesando los machos adultos entre
15 y 35 kg., mientras que las hembras pesan
algo menos.
Su pelaje está
como manchado de numerosos colores, destacando
el negro, gris, marrón y amarillento.
En invierno el color rojizo de su cuerpo
es el dominante.
Comportamiento
Son de carácter
sociable y viven tan solo de 4 a 7 años
en estado salvaje, aunque en cautividad
viven unos 15 años.
Tienen hasta tres camadas
al año de 2 ó 3 cachorros
al año que abandonan el grupo familiar
a los 6 meses de edad. La época de
reproducción se da entre Enero y
Marzo, siendo la gestación de 60
a 63 días. La pareja dominante del
grupo es la que se reproduce, encargándose
el resto de cuidar a las crías y
obtener comida para todos.
Es una especie principalmente
nocturna, y protegen un territorio para
la manada. Las manadas consisten en una
pareja dominante que criará y sus
crías, aunque pueden tener más
ejemplares.
Estos lobos pueden ser
predados por otros cánidos, incluyendo
lobos grises o coyotes por la competencia
por el territorio. Los jóvenes lobos
rojos también pueden ser atacados
por otros animales como aligatores.
Su alimentación
se basa en mamíferos de tamaño
pequeño como roedores y conejos.
En grupos atacan mapaches e incluso ciervos.
Ocasionalmente consumen insectos y bayas.
El 1 de enero de 2008,
la Universidad del Estado de Arkansas seleccionó
como mascota al lobo rojo.
Hábitat y distribución
geográfica
En 1979 se creía
que tenía una distribución
histórica limitada en el sudeste
de los EE. UU. Sin embargo su área
se ha ido definiendo y se ha extendido hasta
parte de Canadá.
Con respecto a su hábitat,
se conoce muy poco porque su área
ya estaba muy reducida cuando los investigadores
la empezaron a estudiar. Dada su amplia
distribución histórica, probablemente
utilizarían una gran variedad de
hábitats al mismo tiempo. La última
población en estado salvaje utilizaba
zonas costeras con marismas y praderas del
sudoeste de Luisiana y sudeste de Texas,
aunque debido a la situación de este
lobo, tal vez ni siquiera fuera su hábitat
idóneo, sino que pudiera ser que
no tuviera más remedio que habitar
esas zonas para sobrevivir.
Hay evidencias de que
esta especie se encontraba en grandes cantidades
en los una vez extensos bosques del río
Bottomland y en los pantanos del sudeste
de Texas.
Actualmente está
reintroducido en el noreste de Carolina
del Norte en EE.UU., y según la UICN
se piensa que podría estar presente
en Canadá. Esto es debido a que algunos
autores piensan que Canis lycaon o Eastern
wolf podría ser realmente la misma
especie que Canis rufus, y entonces pasarían
a ser ambos Canis lycaon; respecto a este
tema aún hay mucha controversia y
no se tiene claro si el lobo del este de
EE.UU. o lobo rojo canadiense es una subespecie
del lobo gris (Canis lupus lycaon), si es
una especie en sí misma (Canis lycaon)
emparentada con el lobo rojo o si es la
misma especie que el lobo rojo.
El lobo rojo y sus descendientes
han hecho uso de hábitats tan dispares
como los de tierras de agricultura y los
marjales. Los marjales tienen un mosaico
de vegetación caracterizado por tener
bosques, sotobosque, zonas húmedas...
lo que hace pensar que sus poblaciones son
generalistas respecto a su hábitat
usado y que pueden prosperar en entornos
donde sus presas sean adecuadas, la persecución
humana leve, y las carreteras estén
a una distancia adecuada.
Causas de disminución
La hibridación
con los coyotes, muy emparentados genéticamente
con estos (lobo rojo x coyote) actualmente
es la mayor amenaza para la persistencia
del lobo rojo en estado salvaje. Cuando
existían las poblaciones originales
ya era un problema, y en las poblaciones
de la reintroducción a partir de
1992 se vió que esta amenaza persistía.
Se ha estimado que la
población de lobo rojo en Carolina
del Norte podría tener como mucho
un ejemplar híbrido de cada 59 para
mantener el 90 % de su diversidad genética
en los próximos 100 años.
Sin embargo, para 1999 ya se estimó
que en la población había
aproximadamente un 15% de híbridos,
o lo que es lo mismo, había un 900%
más de híbridos de los que
la especie pude soportar para mantener el
90% de diversidad genética. Si esta
situación continua en esta línea,
en 3 a 6 generaciones (12 a 24 años)
podrían desaparecer como especie.
Se inició un plan
de gestión para reducir a niveles
aceptables la hibridación, ya que
en el caso de acabar con la hibridación,
se recuperaría la especie.
La hibridación
también se ha demostrado en la población
de los lobos rojos canadienses o Canis lycantos
en el Parque Provincial Algonquin, Ontario,
Canadá. Si se demostrara finalmente
que son la misma especie, se triplicaría
el número de lobos rojos en el medio
silvestre y se mejorará el estado
de conservación de la especie.
Los accidentes provocados
por las personas (vehículos y disparos)
puede ser significativo, aunque no se sabe
exactamente el número de muertes
por esta causa. Muchos de estos accidentes
con coches ocurrieron al inicio de la reintroducción
y fueron probablemente causados al desconocimiento
de los animales recién reintroducidos.
El problema de la depredación
sobre ganado doméstico se ha dado
ocasionalmente pero se ha exagerado mucho.
Además, son beneficiosos ya que al
comer roedores pueden controlar plagas.
Medidas de conservación
Los animales de la reintroducción
y su descendencia están considerados
miembros de una población experimental
no esencial. Esta designación la
promulgó la Sociedad Ecológica
Americana (Ecological Society of America,
ESA), organización científica
que además permitió que la
U.S. Fish and Wildlife Service Home (USFWS)
se encargara de la gestión de la
población y de promover la recuperación
de una manera respetuosa teniendo en cuenta
las necesidades y preocupaciones de los
ciudadanos locales.
El programa de recuperación
ha estado presente desde mediados de los
70 (USFWS 1990; Phillips et al. 2003), con
algunas medidas incluso de mediados de los
60. En 1976 se estableció un programa
de cría en cautividad con 17 ejemplares
capturados en Texas y Luisiana, de los cuales
14 fueron usados para la cría en
cautividad finalmente. En 1977 nacieron
los primeros cachorros en cautividad y actualmente
hay 65 ejemplares en instalaciones zoológicas.
Con la especie protegida
en zoológicos, la USFWS comenzó
a reintroducir al Refugio Nacional de Vida
Salvaje del Rio Aligator (Alligator River
National Wildlife Refuge) en 1987. En septiembre
de 2002, 102 animales habían sido
puestos en libertad, y estos han tenido
un mínimo de 281 descendientes. Desde
el 2002 existe una población mínima
de 66 lobos silvestres en el noreste de
Catolina del Norte, con una población
mínima de 100 ejemplares. Asi mismo,
en esta fecha se conocían 17 híbridos
que fueron todos esterilizados; además
se les puso collar para su radio-seguimiento.
En 1991 se llevó
a cabo un segundo proyecto de reintroducción
en el Parque Nacional de las Grandes Montañas
Humeantes (Great Smoky Mountains National
Park), Tennessee. Más tarde treinta
y siete lobos fueron puestos en libertad
en 1992 y 1998. De estos, 26 murieron o
fueron capturados al extraviarse en tierras
no protegidas. Además, solo cinco
de las 32 crías que nacieron sobrevivieron
al primer año. Los biólogos
sospechan que las enfermedades, la depredación,
la desnutrición y los parásitos
pueden haber contribuido a la alta tasa
de mortalidad de las crías. Se dejó
de lado el intento de reintroducción
en otras zonas distintas al Carolina del
Norte en 1998 debido a la escasa supervivencia
de los ejemplares.
Esta especie no está
incluida en el CITES. Está clasificado
como en peligro de extinción en Estados
Unidos. La caza está prohibida por
la ESA.
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