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Filo: |
Chordata |
Clase: |
Aves |
Orden |
Apodiformes |
Familia: |
Trochilidae |
Status
UICN ver 3.1: |
En peligro
crítico |
Status
CITES: |
Apendice
II |
Nombre científico:
Sephanoides fernandensis (King, 1831)
Otros nombres vulgares:
Colibrí De Juan Fernández
Descripción
general y características
Las dos islas principales
del Archipiélago de Juan Fernández;
Róbinson Crusoe (ex-masatierra) y
Alejandro Selkirk (ex-masafuera), distante
una de la otra unos 150 kms., poseen cada
una su subespecie de un género de
picaflores que no están representadas
en ninguna otra parte del mundo. Es evidente
que estas dos razas derivan de una sola
especie, pero lo interesante sería
saber cómo y cuándo llegó
a establecerse esta especie en estas islas
tan alejadas de la costa (650 kms.) y en
qué parte tuvo su origen, ya que
su coloración es totalmente diferente
a cualquier picaflor que habita el continente.
Estas dos subespecies isleñas presentan
un ejemplo verdaderamente espectacular de
dimorfismo sexual, pues en ambos casos los
machos son de color rojo ladrillo oscuro
por todo el cuerpo, y las hembras verde
brillante encima y blanco deslavado debajo.
Además, el largo de las alas es mayor
en un 20% en los machos con respecto a las
hembras. El color rojo del macho sirve también
para distinguirlo del Picaflor común
(Sephanoides sephanoides), que vive en la
isla Robinson Crusoe, pero no en la isla
Alejandro Selkirk.
La separación de estos picaflores
en dos subespecies distintas se debió
al trabajo del naturalista Leybold, quien
en 1869 trajo ejemplares que luego, al ser
examinados en el Museo Británico,
demostraron tener suficientes caracteres
constantes de diferenciación como
para poder separarlos en dos subespecies.
Conforme al análisis de los ejemplares,
la subespecie de la isla Alejandro Selkirk
(S. f. leyboldi), se diferencia de la raza
típica (S. f. fernandensis) solo
por continuar el rojo dorado de la corona
de los machos hasta la parte posterior del
cuello, y en el caso de las hembras, por
tener la parte de encima y las manchitas
de las partes inferiores de color verde
dorado en vez de verde brilloso. Naturalmente
estas diferencias no son de suficiente cuantía
como para poder diferenciarlos a simple
vista en su estado silvestre. Incluso el
naturalista sueco Bäckströmm,
quien visitó la isla en 1917, notó
que los colores rojo del macho y verde de
la hembra variaban bastante de un ejemplar
a otro, lo que podía significar que
en realidad fueran una sola especie.
Comportamiento
Los picaflores son aves
pequeñas, versátiles y territoriales,
con una gran capacidad para volar en todas
direcciones, inclusive hacia atrás,
ya que poseen articulaciones especializadas
en sus alas.
Su acelerado metabolismo
los obliga a alimentarse cada 10 a 15 minutos.
Debido a su alimentación,
posee un pico y lengua en forma de trompa,
perfectamente adaptados para extraer tanto
el néctar como los insectos del interior
de las flores.
El picaflor es altamente
selectivo respecto de los sitios y ambientes
de nidificación, y construye sus
nidos preferentemente sobre la luma y como
segunda opción sobre el ciprés.
Posee una territorialidad
reproductiva, pues utiliza los mismos sitios
de nidificación entre una temporada
y otra.
Sólo se encarga
la hembra de construir el nido, sin la participación
del macho, y lo hace entre los 4 y los 15
metros de altura, en ramas delgadas y aisladas
que sobresalen sin interferir con otras,
para poder acceder rápidamente a
él. Utiliza trozos de ramas gruesas
que entrelaza a trozos delgados usando tela
de araña. Una vez construida la base,
y tras haberle dado forma, recubre el nido
interiormente con pelillos de helechos,
los que le dan un tono cobrizo. Finalmente
y para mimetizarlo, lo reviste exteriormente
con musgos frescos, telarañas y cápsulas
de huevos de araña. El nido es muy
pequeño, no más de 7 cm. de
alto, 3 cm. de profundidad, y 3,5 cm. de
ancho.
La reproducción
comienza en el mes de julio y el período
de incubación es de 22 días.
El período de cría dura de
25 a 75 días.
Hábitat
Arbustos y matorrales
de las islas.
Distribución
geográfica
Endémico de las
islas del archipiélago de Juan Fernández.
Causas de disminución
La degradación
de la vegetación por parte de seres
humanos y mamíferos herbívoros
(especialmente conejos) desde el siglo XVI
ha limitado la disponibilidad, la cantidad
y la calidad de los recursos alimentarios.
Esto es debido a que son islas pequeñas
que tienen que soportar muchas especies
introducidas que acaban con los recursos.
Además, los depredadores
introducidos como ratas, gatos y coatíes
han estado implicados en la mortalidad de
algunas aves. Entre otras cosas, al ser
pájaros que no tenían depredadores,
al ser introducidos estos los pueden depredar
de manera relativamente fácil ya
que no saben protegerse, y especialmente
por las noches son muy vulnerables.
Los machos son capaces
de defender un territorio con recursos altamente
productivos, pero las hembras, más
pequeñas, es posible que no sean
buenas competidoras.
Medidas de conservación
Está incluido en
el Apéndice II del CITES.
Está prohibida
su caza, captura, tenencia o transporte
por la Ley de Caza Nº 19.473.
Está considerado
En Peligro en el Libro Rojo de los Vertebrados
Terrestres de Chile.
Las islas donde habita
fueron designadas como parque nacional en
1935 (y protegidas desde 1967); en 1977
se convirtieron en reserva de la biosfera.
El gobierno chileno comenzó
a restaurar el hábitat en 1997, y
las islas han sido incluidas en la lista
del Patrimonio Mundial.
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