El planeta
Tierra vive una crisis de una
intensidad similar a la extinción
de los dinosaurios, pero lo
más terrible es que ha
sido provocada por la mano del
hombre, según afirmaron
ayer funcionarios de la Organización
de las Naciones Unidas para
la Educación, la Ciencia
y la Cultura (Unesco) durante
la apertura de la Conferencia
Internacional sobre Biodiversidad
Biológica.
Inaugurado
por el presidente francés,
Jacques Chirac, y Koichiro Matsuura,
director general de la Unesco,
el evento pretende frenar el
lento declive del planeta y
la progresiva desaparición
de ecosistemas y especies.
En su apertura,
el presidente Chirac se comprometió
a crear un parque nacional en
Guyana y a proteger la barrera
de corales de Nueva Caledonia.
"En todos los continentes,
en todos los océanos,
se encienden luces de alarma",
dijo, al considerar que la "destrucción
de este patrimonio es una grave
amenaza para el futuro".
Según
la Unión Mundial para
la Naturaleza, 15.589 especies
corren peligro de extinción
en el mundo, lo que equivale
a uno de cada cuatro mamíferos,
uno de cada 8 pájaros
y uno de cada tres anfibios.
Para distintas organizaciones
ecologistas, esto es señal
de que la Tierra atraviesa la
sexta gran crisis de extinción
de las especies desde el inicio
de la vida en este planeta,
hace 3800 millones de años.
Pero a diferencia de otras,
ésta ha sido producida
por la mano del hombre.
Por su parte,
el director general del programa
de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente, Klaus Toepfer,
recordó a los dirigentes
políticos que "se
debe aprender la lección
del terrible maremoto ocurrido
en Asia" en diciembre último.
En tanto, el secretario ejecutivo
de la convención, Hamdalá
Zedan, afirmó que "los
primeros informes indican que
las zonas que habían
preservado ecosistemas en buen
estado, como los bosques de
manglares, resistieron mejor
que aquellas de bosques degradados".
La idea de
esta conferencia fue lanzada
por Chirac en 2003 durante la
reunión del Grupo de
los 8 en la localidad francesa
de Evian, debido a que los objetivos
fijados en 1992 en Río
de Janeiro, con la firma de
188 países (que no incluyen
a los Estados Unidos), y en
2002, durante la II Cumbre de
la Tierra, en Johannesburgo,
siguen sin aplicarse.
Reclamos
ecologistas
En tanto,
las organizaciones ecologistas
como Greenpeace difundieron
un comunicado en el que sostienen
que estas reuniones son "más
palabras" que no conducen
a nada. "Cada seis horas
desaparece en el mundo una superficie
de bosque o selva similar a
París", recordaron.
El deterioro
del planeta es también
un problema entre Norte y Sur,
como lo afirmó Marina
Silva, ministra de Medio Ambiente
de Brasil. Los países
del Sur, sostuvo, que poseen
grandes recursos naturales,
no podrán cumplir sus
compromisos medioambientales
mientras el Norte "no les
presente alternativas económicas
para reducir la presión
sobre su biodiversidad".
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