Identificar
las especies, aprender sus comportamientos
acerca su alimentación,
nidificación, temporada
de cría, migraciones,
ambientes en donde se distribuyen
y todas aquellas características
que hacen de cada ave una especie
única y particular. En
eso consiste el avistaje de
aves o birdwatching:
la observación, estudio
y conservación de las
aves silvestres en sus ambientes
naturales.
No se trata
de una actividad nueva o que
se haya puesto de moda recientemente.
Por el contrario, en 1883 en
Estados Unidos se fundó
la American Ornitholist Union
y en 1922 la New England birding-banding
(hoy Association of Fields Ornithologist).
Esas son, entre otras, algunas
de las más prestigiosas
asociaciones internacionales
que editan publicaciones científicas
de alto valor académico,
como así también
boletines para aficionados.
En Argentina
En 1916 se
fundó la Asociación
Ornitológica del Plata,
creada para el estudio y conservación
de las aves silvestres y sus
ambientes. Actualmente es representante
de la BirdLife International
y publica la revista Nuestras
Aves.
Córdoba
es una de las provincias donde
más temprano se han realizado
estudios de la avifauna, y las
primeras listas de aves aparecieron
en 1890 y 1891.
La publicación
de guías de campo para
la identificación de
aves argentinas, enfatiza aún
más la importancia de
esta actividad. La pionera fue
Las aves argentinas, una guía
de campo, de Claes Chr. Olrog,
publicada en 1959, mientras
que las publicaciones de Nores
e Izurieta lo fueron para la
provincia de Córdoba
En todas estas
guías se incluye para
cada ave un mapa con la distribución,
las áreas de migración
y zonas de vida. Describen,
además, las características
generales de cada orden y familia,
tales como alimentación
y hábitat.
Cómo
empezar
Los observadores
de aves silvestres suelen comenzar
como principiantes a los que
la naturaleza ha despertado
la curiosidad. La edad no es
un factor que importe, lo que
cuenta es el espíritu.
Esta iniciación en el
avistaje de aves se dirige a
todos aquellos que gustan de
la vida al aire libre.
Las publicaciones
especializadas les proporcionarán
sugerencias para realizar el
trabajo, de modo que se aprenda
cada vez más y se disponga
de información sobre
una serie de instrumentos útiles
en el estudio de las aves y
sus relaciones con el ambiente.
No hay que
dejarse apabullar por las grandes
palabras científicas.
Como ocurre con una lengua extranjera
cuando se la usa un poco, las
palabras extrañas adquieren
significado y pronto se convierten
en viejas amigas.
Fuente: La Voz
del Interior
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