Tradicionalmente
los científicos contaban sólo
dos especies de elefantes: los africanos
(Loxodonta africana) y los asiáticos
(Elephas maximus). Pero se equivocaban.
Un equipo de zoólogos y genetistas
acaba de publicar los resultados de
un estudio de varios años en
la prestigiosa revista Science en
el que aseguran que los elefantes
africanos no son todos iguales: los
de la sabana serían tan sólo
primos de los que viven en los bosques.
Según los investigadores, estos
últimos, más pequeños,
de orejas un poco más redondeadas
y trompas levemente más rectas
y delgadas, constituirían una
nueva especie, bautizada Loxodonta
cyclotis.
Los
genes analizados demostraron que a
pesar de la apariencia física
bastante similar, las dos especies
de elefantes africanos estarían
tan alejadas entre sí como
los tigres y los leones. La división
entre las dos se habría producido
hace 2.600.000 años. En general,
el elefante de los bosques es poco
conocido por el público, ya
que los ejemplares que se exhiben
en películas y zoológicos
provienen de la sabana.
Este
hallazgo tiene gran importancia para
las tareas de conservación
de los elefantes. Normalmente, todos
los esfuerzos se enfocaban sobre las
poblaciones de las sabanas, lo que
dejó a las de los bosques -que
ahora se sabe pertenecen a la nueva
especie- casi sin protección.
Y esto se agrava si se tiene en cuenta
que del medio millón de elefantes
africanos, sólo 150.000 viven
en los bosques, territorios seriamente
amenazados por la guerrilla, la minería,
la deforestación y los cazadores
furtivos.
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