Situadas en el océano
Pacífico, a mil kilómetros
de las costas del Ecuador, las Galápagos
constituyen un pequeño mundo
que alberga la más extraordinaria
muestra de biodiversidad.
Algunas de las
especies que la habitan son únicas
como la famosa tortuga gigante o galápago,
las iguanas marinas y terrestres y
ciertas especies de pájaros.
Allí conviven
además el 32 por ciento de
las plantas, el 50 por ciento -de
-las
aves, -el
86 por ciento de-
los-
reptiles, el-
72 por ciento de las hormigas, el
57 por ciento de los arácnidos
y el 23 por ciento de la fauna marina
de la costa del Pacífico.
El
incendio de 1985 se produjo aparentemente
por una actividad volcánica
menor. Fuerzas especiales del ejército
ecuatoriano lucharon contra el fuego
aunque sus esfuerzos resultaban infructuosos
por la falta de equipo adecuado.
Cuando
por fin el incendio pudo ser dominado,
los daños sufridos por la fauna
y la vegetación resultaron
devastadores. Las Galápagos,
declaradas patrimonio de la humanidad
por la UNESCO, son el lugar donde
Charles Darwin elaboró su teoría
de la evolución de las especies
en 1835.
Desde
entonces el número de las poblaciones
fueron disminuyendo y muchas figuran
en el libro rojo de las especies amenazadas
de extinción. En 1994 un nuevo
incendio castigó a la Isabela,
un derrame de petróleo afectó
a las islas en el 2001 y el turismo
descontrolado se sumó como
un nuevo problema convirtiendo a las
Galápagos en una víctima
de la modernidad.
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