Los científicos
no tienen dudas de que los orangutanes
padres se ocupan de transmitirles
"saberes" a sus hijos.
Les enseñan cómo
utilizar hojas como si fueran
guantes o cómo emplear
un palo como herramienta para
sacar insectos de troncos o
para extraer semillas de frutos
espinosos. Esta "trasmisión
cultural" se produce desde
hace 14 millones de años.
También
los orangutanes hacen un uso
delicado de una hoja como servilleta
y se despiden haciendo temblar
el labio. Acciones que permiten
decir al equipo de Carel van
Schaik, de la Universidad de
Duke, que los orangutanes son
animales capaces de aprender
y transmitir lo aprendido a
la siguiente generación.
Este descubrimiento
sugiere que los primeros primates,
entre los cuales se hallaban
los antepasados de la especie
humana, habrían sido
capaces de inventar comportamientos
tales como el uso de herramientas
hace 14 millones de años,
unos seis millones de años
antes de lo que se pensaba,
según informan en un
reporte publicado por la revista
Science.
"Si el
orangután tiene cultura,
esto indica que la capacidad
de desarrollar una cultura es
muy antigua", dijo Birute
Galdikas, coautora del estudio.
En la marcha de la evolución,
"los orangutanes se separaron
de nuestros antepasados y de
los simios africanos hace muchos
millones de años",
añadió. El estudio
sugiere que "tal vez tuvieron
una cultura antes de separarse".
En términos
científicos, algunos
investigadores señalan
que esta cultura "es la
capacidad de inventar conductas
que son adoptadas por el grupo
poblacional y transmitidas a
las generaciones siguientes".
La cultura orangután
es primitiva para los criterios
humanos, pero es una "cultura"
porque distintos grupos la desarrollan
de manera independiente, así
como las sociedades humanas
desarrollan y perpetúan
formas propias de música,
arquitectura, lenguaje, vestimenta
y artes, según los investigadores.
Galdikas,
que forma parte de la Fundación
Internacional Orangután,
analizó con otros ocho
especialistas los resultados
de años de observaciones
de este tímido primate
del sudeste asiático,
y llegó a la conclusión
de que es capaz de adoptar y
transmitir comportamientos aprendidos.
Los investigadores
estudiaron los resultados de
observaciones de seis grupos
de orangutanes de Borneo y Sumatra
y descubrieron que cada grupo
observaba conductas propias.
Por ejemplo, en los grupos de
Borneo y Sumatra, los miembros
hacen un ruido de beso al apretar
los labios y aspirar, pero sólo
los de Borneo descubrieron que
pueden modificar el sonido al
hacer bocina con las manos sobre
la boca. Aparentemente, se trata
de una forma de comunicación
social. Lo contrario del beso
consiste en expulsar el aire
a través de los labios
apretados, una conducta practicada
por uno solo de los grupos,
aparentemente como despedida
a la noche.
Un grupo en
Sumatra aprendió a usar
hojas como guantes cuando manipula
frutos espinosos. Un solo grupo
entre los seis sabe usar palillos
para extraer insectos de huecos
en los árboles o expulsar
las semillas de los frutos,
una conducta común entre
los chimpancés. Una banda
se limpia la cara con hojas,
y los padres transmiten esta
destreza social a los hijos.
"El desarrollo
de esta cultura indica que su
nivel cognitivo es muy alto",
dijo Galdikas, que estudió
a los animales en su hábitat
silvestre durante treinta años.
El estudio publicado les sirvió
también a los investigadores
para advertir la caza ilegal
y la pérdida de su hábitat
en Sumatra y Borneo, que ponen
en peligro la reconstrucción
del origen humano y la supervivencia
de los orangutanes como especie.
Diario Clarín
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