Paleontólogos
argentinos hallaron fósiles
de embriones de titanosaurios que
tienen el cráneo bien conservado.
En una zona de la
provincia de Neuquén donde
empollaban cientos de generaciones
de dinosaurios, los científicos
encontraron fósiles de embriones
con los cráneos bien conservados.
El descubrimiento, realizado por un
equipo de paleontólogos de
la Universidad Nacional del Comahue
y del Museo Carmen Funes de Plaza
Huincul, es anunciado en el número
de hoy de la revista Science.
Luis Chiappe, del
Naturant Museum de Los Angeles (Estados
Unidos) y autor principal del estudio,
señaló que las crías
de dinosaurio se ahogaron dentro del
cascarón, justo antes del momento
en que estaban maduros para nacer,
cuando desbordó un río
hace entre 70 y 90 millones de años.
El científico señaló
que la zona de Auca Mahuida donde
iban a empollar los dinosaurios, a
250 kilómetros de Plaza Huincul,
había sido descubierta en 1997,
pero identificaron recién ahora
el tipo de animales que la frecuentaban.
Los embriones,
pertenecen a la familia de los titanosaurios
es decir, reptiles tamaño de
titanes, frecuentes a fines del período
cretáceo. Se creé que
una especie de este grupo, el Argentinosaurus
huinculensis, es el animal más
grande que jamás pisó
la Tierra, con un largo de hasta 40
metros y más de 80 toneladas
de peso. Vivió hace 90 millones
de años y era herbívoro,
una gigantesca mole ambulante adaptada
para comer el follaje dé árboles
que medía 20 metros de alto.
Chiappe contó
que los embriones hallados en los
huevos inundados son de un grupo desconocido
hasta entonces, que es un miembro
posterior y más pequeño
de la misma familia de los titanosaurios.
"Hallamos centenares de nidos
-señaló-. Los saurópodos
se reunían en gran número,
cientos de miles, para empollar en
este sitio. Y volvían a él
una y otra vez".
El yacimiento paleontológico
tiene unos 12 kilómetros de
largo. La acumulación de racimos
de huevos es tal, que darse cuenta
de dónde termina un grupo de
huevos y comienza el siguiente. Los
científicos bautizaron al paraje
como Auca Mahuevo. Muchos están
rotos, pero fueron rescatados en perfecto
estado. Fueron cubiertos por un aluvión
de barro causado por el desborde de
un río, y por eso se conservaron
hasta hoy.
Los saurópodos
tenían cuellos largos rematados
en cabezas pequeñas. Su cuerpo
voluminoso terminaba en una cola muscular
muy fuerte, que movían como
un látigo. Tuvieron una distribución
mundial y sus restos fueron encontrados
en casi todos los continentes. Sin
embargo, la mayoría de los
hallazgos no incluían cráneos
o sólo fragmentos de ellos,
por lo que hasta ahora se sabía
poco acerca de la estructura de su
cabeza.
Los cráneos
de los embriones descubiertos en Neuquén
miden cuatro centímetros y
están casi íntegros.
La información que aportan
se agrega a la que proporcionó
un esqueleto casi completo desenterrado
en Madagascar, cuyo hallazgo fue comunicado
en agosto pasado a través de
la revista Nature.
Al igual que en
este caso, los cráneos descubiertos
en la Argentina muestran el desplazamiento
de las ventanas de la nariz. A partir
del análisis de los cráneos
de las crías de dinosaurios,
los científicos esperan desentrañar
el desarrollo evolutivo de los saurópodos.
El primer titanosaurio,
el Titanosaurus Indicus, fue descubierto
en la India hace más de un
siglo. Otros fósiles fueron
encontrados posteriormente en la Argentina,
en Brasil, en Malawi, en Rumania y
en Francia.
Todos esos hallazgos
demostraron que existían varias
especies de titanosaurios, los que
poseían placas óseas
incrustadas en la piel, cuya función
era protegerlos de los predadores.
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