Conocido es que
las emisiones de gases provenientes
de la actividad del hombre provocan
el llamado "Efecto Invernadero",
con su consecuencia el "Cambio
Climático".
Este cambio climático
es causante de desequilibrios en nuestro
planeta y uno de los efectos conocidos,
y ahora sufridos por nuestros vecinos
santafesinos, son las lluvias que
han variado y aumentado su intensidad,
y que sumada la tala indiscriminada
del monte ha provocado estas pre-anunciadas
inundaciones. Los investigadores han
descubierto que un modesto aumento
de la temperatura de sólo 1
ó 2 grados centígrados
en las regiones montañosas
puede incrementar el porcentaje de
precipitación que cae como
lluvia de forma dramática mientras
disminuye el porcentaje en forma de
nieve. El resultado son más
y mayores inundaciones durante la
estación lluviosa, reducción
de la masa de hielo y nieve, y menor
deshielo para alimentar a los ríos
durante la estación seca.
Ante estos estudios
los países participantes de
la Cumbre de la Tierra (ECO Río
92), en Río de Janeiro, firmaron
el Convenio Marco sobre Cambio Climático,
que ha sido ratificado por 181 países.
El Protocolo de Kyoto, que desarrolla
este Convenio, se aprobó en
1997.
La primera reunión
de esta Cumbre sobre Cambio Climático,
denominada COP1, tuvo lugar en Berlín
en 1995, y desde entonces la COP tiene
lugar todos los años.
En Kyoto de diciembre
de 1997 se concluyó con la
adopción de un protocolo de
reducción de emisiones de gases
de invernadero por los 39 países
industrializados, incluidos los de
la antigua URSS. El compromiso, que
se encuentra en un difícil
periodo de ratificación, obliga
a limitar las emisiones conjuntas
de seis gases CO2, (dióxido
de carbono) CH4, (metano) N2O, (óxido
nitroso) compuestos perfluorocarbonados
(PFC), compuestos hidrofluorocarbonados
(HFC) y hexafluoruro de azufre respecto
al año base de 1990 para los
tres primeros gases y 1995 para los
otros tres, durante el periodo 2008-2012,
en proporciones diferentes según
el país: reducción de
un 8% para el conjunto de la Unión
Europea, un 7% para EE UU y un 6%
para Japón. Ucrania, la Federación
Rusa y Nueva Zelanda se comprometen
a mantener sus emisiones de 1990.
En conjunto la reducción global
acordada es de un 5,2% para los países
industrializados.
Los que impiden
se ponga en vigencia el Protocolo
Para que el Protocolo
de Kyoto entre en vigor debe ser ratificado
por un número suficiente de
países, que en conjunto sean
responsables del 55% de las emisiones.
El principal país que traba
la ratificación de este acuerdo
es EE.UU. Las posibilidades de llegar
a un acuerdo son muy escasas, dado
que en el Congreso y Senado la mayoría
es republicana. La política
que el presidente Bush viene implementado
crea un panorama muy sombrío
para la ratificación del Acuerdo
por ese país.
Estados Unidos,
con el 36,1% de las emisiones en 1990,
en la práctica tiene poder
de veto, más cuando cuenta
con la complicidad de otros países,
como Japón y Australia, e incluso
Rusia (17,4% de la emisiones en 1990)
El CAN, que agrupa a las más
importantes organizaciones ecologistas
internacionales (284 ONG con más
de 10 millones de socios en todos
los continentes), solicitaron que
a más tardar el Protocolo de
Kyoto entre en vigor en el año
2002, coincidiendo con la Cumbre Río+10.
Tampoco aquí se logró
un acuerdo.
¡Cuidado!
No caigamos en la trampa
Estados Unidos es
partidario de los llamados Mecanismos
de "Desarrollo Limpio".
No sólo presenta propuestas
sino que, a pesar de que no entró
en vigencia el Protocolo de Kyoto,
está realizando operaciones
con bonos de reducción de emisiones
de gases que perjudican la atmósfera.
Entre los Mecanismos
de "desarrollo limpio" se
propone los llamados sumideros, que
consisten, principalmente en grandes
forestaciones a los efectos de que
los árboles absorban el dióxido
de carbono que, principalmente, la
industria libera al ambiente.
El concepto de sumideros
se presta a todo tipo de interpretaciones,
y algunas podrían afectar negativamente
a la diversidad biológica,
y otras podrían tener un efecto
más que dudoso en la absorción
de carbono. Se debe prohibir la sustitución
de los bosques naturales, viejos y/o
autóctonos por plantaciones
con especies exóticas.
Este mecanismo permitiría
a las naciones altamente industrializadas
seguir contaminando, con el argumento
de que compensan con los sumideros.
¿No sería más
racional que opten por un cambio de
modelo tecnológico que no contamine
como el actual?
Ahora la siembra
directa también secuestra carbono
En un articulo de
Angel Palermo, en el diario La Nación,
se comenta que: "Un par de meses
atrás, la Pacific Northwest
Direct Seed Association una asociación
de productores de siembra directa
(con rasgos parecidos a la Asociación
Argentina de Productores en Siembra
Directa), que comprende los Estados
de Washington, Idaho y Oregon, en
el noroeste de los Estados Unidos,
recibió un pago por su aporte
a la conservación del medio
ambiente."
La noticia pareciera
alentadora, pero ¿no se pensó
que ello puede ser un subsidio encubierto
a estos productores?
En nuestro caso
particular, considero que los resultados
pueden ser nefastos. Ya no quedan
dudas de que para aumentar la superficie
de siembra, principalmente de soja,
se está aumentado la frontera
agropecuaria a costa del monte. ¿
Pueden demostrar científicamente
que estas plantaciones son capaces
de secuestrar más carbono que
los bosques? Es algo improbable.
Debo aclarar que
considero bueno el sistema de siembra
directa, pero no como se aplica.
El acuerdo que comentamos,
en el ámbito de los Estados
Unidos, funciona en forma particular
y por fuera de lo que se denomina
el Protocolo de Kyoto. "En este
sentido cabe apuntar que ese país
no suscribió el mencionado
compromiso que tiende a reducir las
emisiones. En otras palabras, se trata
de un acuerdo privado en un mercado
informal", comentó Nazareno
Castillo, responsable de la Oficina
Argentina del Mecanismo para un Desarrollo
Limpio, que depende de la Secretaría
de Ambiente y Desarrollo Sustentable.
"Nuestro país suscribió
el mencionado protocolo y lo ratificó.
En este caso la siembra directa no
podría tener un mercado de
certificados o bonos de carbono dentro
del ámbito del acuerdo. Hasta
2012, por lo menos, la siembra directa
no estará dentro de él
y, por lo tanto, no se pueden comercializar
bonos entre los países integrantes
del mencionado acuerdo", agregó
Castillo.
Nadie cumple
con lo prometido
En este mes, la
Agencia Europea de Medio Ambiente
(AEMA) en su último inventario
sobre emisiones publicado, menciona
a Irlanda, España y Portugal
como los socios comunitarios más
alejados de los compromisos de reducción.
Las emisiones de
gases con efecto invernadero en la
Unión Europea se incrementaron
un 1 por ciento durante 2001, segundo
crecimiento anual consecutivo que
aleja a los Quince del cumplimiento
del Protocolo de Kyoto contra el cambio
climático, según advierte,
por países, Finlandia (7,3
por ciento), Austria (4,8 por ciento),
e Irlanda (2,7) registraron los mayores
incrementos.
España se
apuntó su primer recorte de
emisiones en cinco años (un
1,1 por ciento menos) y fue así
el único socio comunitario
que se acercó al cumplimiento
de Kyoto durante el año estudiado.
Pero esto no impide
que España se mantenga como
el segundo país de la UE más
alejado de cumplir con su parte de
la tarea general de recortes. Se encuentra
a 23,8 puntos porcentuales de su objetivo
individual, y sólo Irlanda
(23,9 puntos) y Portugal (21,6 por
ciento) presentan distancias comparables
con respecto a sus metas.
En el otro lado
de la balanza, Luxemburgo (28,8 por
ciento de más), Alemania (6,8
por ciento) -primer emisor europeo-,
Suecia (5,5 por ciento) y Reino Unido
(5,2 por ciento) superan con creces
la reducción comprometida.
Para la AEMA, las últimas cifras
demuestran que 10 de los 15 Estados
miembros van a incumplir de largo
con su parte de la tarea asignada
en el acuerdo comunitario sobre "reparto
de responsabilidades". Se trata
de Austria, Bélgica, Dinamarca,
España, Finlandia, Grecia,
Irlanda, Italia, los Países
Bajos y Portugal.
La pregunta que
cabe es, si la UE dice liderar el
proceso de ratificación del
Protocolo de Kyoto, sobre todo, tras
la retirada de Estados Unidos, y sus
miembros no cumplen con lo acordado,
¿pretenderán que los
países en vías de desarrollo,
que son los que menos contaminan,
se hagan cargo del secuestro del carbono?
Carlos U. Leoni
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