¿Qué
es la Sal?
Sal es la
denominación genérica
de los compuestos derivados
de la reacción de un
ácido con una base. Una
de estas es la sal común
o la sal que utilizamos como
condimento y que químicamente
es conocida como cloruro sódico
(NaCl). Está formada
por dos iones (átomo
u otra partícula con
carga eléctrica), uno
positivo (catión) de
sodio y otro negativo (anión)
de cloro. Respecto al peso,
el sodio representa un 39% y
el cloro un 61%.
En su estado
natural y fundamentalmente después
de procesada, la sal es cristalina
y de forma cúbica. Se
encuentra disuelta en el agua
del mar y algunos lagos o bien
en forma más o menos
pura en yacimientos.
El agua del
mar contiene una concentración
media de sal de 30 gramos/litro,
calculando las reservas mundiales
en unos 40.000 billones de toneladas.
La sal se
obtiene básicamente de
dos maneras: como precipitado
de agua de mar que se conoce
como salinas, y a partir de
la explotación de yacimientos,
de donde se extrae la sal gema.
La más apreciada en alimentación,
ya que es menos amarga, es la
que se obtiene de las salinas.
En España,
las salinas más importantes
son las de Torrevieja y Santa
Pola, en Alicante. Pero había
habido en casi todo el litoral
mediterráneo, algunas
de las cuales todavía
existen: San Carlos de la Rápita,
Calpe, Amposta, Mallorca o las
de Ibiza, de origen púnico.
Los yacimientos más importantes
de sal gema son los de Cabezón
de la Sal en Cantabria, Remolinos
en Zaragoza y Úbeda en
Jaén. También
son importantes los depósitos
de sal potásica de Súria,
Cardona y Sallent. El 40% de
la sal que se obtiene en España
se destina a la exportación,
principalmente a los países
del norte de Europa, donde se
utiliza para la salazón
del pescado.
La importancia
de la sal
La sal no
se ha utilizado solamente como
condimento sino que ha sido
un elemento indispensable en
la conservación de los
alimentos. De su importancia
dan fe los asentamientos sedentarios
de los pueblos prehistóricos
al lado de minas de sal y de
salinas. Se dice que el Mediterráneo
fue la cuna de la civilización
justamente por las posibilidades
de aprovechar sus salinas.
La sal ha
sido utilizada desde tiempos
inmemorables. En el neolítico,
el hombre, que se volvió
sedentario a medida que descubría
las prácticas agrícolas
y ganaderas, se dio cuenta de
que la sal era un excelente
medio para conservar la carne
y el pescado. Según se
ha descubierto en yacimientos
arqueológicos de la edad
de bronce, los habitantes próximos
a las lagunas saladas ya conocían
los secretos para la obtención
de la sal y de sazonar los peces
que pescaban o la carne de los
animales que cazaban, como lo
demuestran los utensilios y
restos de sal allí encontrados.
Un tratado
de farmacología chino,
fechado 2700 años A.C.,
dedica una gran parte de su
compendio en la discusión
sobre más de cuarenta
tipos de sal, los métodos
de extracción y el proceso
que había de seguir para
dejarla apta para el consumo.
Unos métodos que, sorprendentemente,
no difieren demasiado de los
que todavía se utilizan
hoy en día.
El impuesto
de la sal
Además
de mineral indispensable, la
sal fue un elemento de provecho
comercial que tampoco estuvo
exento de abusos. Durante la
edad media, los mismos reyes
vieron en la sal un medio claro
y seguro para financiar las
campañas militares y
para cubrir otros gastos de
la monarquía. De esta
manera se impusieron los impuestos
de la sal, una servidumbre fiscal
que afectaba a todos los ciudadanos,
incluidos los niños,
que se vieron obligados a comprar
una cantidad estipulada de sal
en determinada salina. Este
impuesto llegó a ser
uno de los principales ingresos
de las arcas reales y se mantuvo
hasta que la explotación
y la venta de la sal fueron
declaradas libres en toda Europa.
En España quedó
liberalizada en el año
1869.
La obtención
de la sal
La sal común
se obtiene por evaporación
del agua del mar, por lo que
se requieren unas condiciones
metereológicas determinadas,
como son unas altas temperaturas
y unas escasas precipitaciones.
El sistema de producción
se basa en la evaporación
solar que comporta dos períodos
muy diferenciados durante el
ciclo anual: el primero, denominado
de producción, que comienza
a primeros de marzo, cuando
disminuye el régimen
de lluvias, y se alarga hasta
finales de agosto, y un segundo,
denominado de invernada, que
va de septiembre a febrero.
El proceso
de producción se inicia
con el bombeo o la conducción
del agua del mar hasta unas
balsas de gran extensión
pero poca profundidad donde
el agua se va condensando gracias
a la evaporación natural.
Estas plataformas tienen el
fondo de barro y están
separadas entre si por tierra
o muros de piedra. Las primeras
y más profundas se destinan
al almacenamiento del agua fresca
del mar. De aquí, el
agua se traspasa a las balsas
de calentamiento, donde la acción
del viento y del sol evapora
el agua. Finalmente, el residuo
que queda se pasa a otras balsas
denominadas de cristalización,
que es donde finaliza el proceso
con la precipitación
de las sales.
Utilidades
de la sal
En el ámbito
familiar, además de su
uso como condimento en la cocina,
la sal se utilizaba como conservante
de los productos de la matanza
y del pescado, en la elaboración
de embutidos, y como salmuera
en la conservación de
otros alimentos.
En el ámbito
profesional se utiliza para
la salazón del pescado,
la carne y otros productos curados
o ahumados que sin este conservante
no hubiese sido posible comercializar.
Durante el
siglo XIX la sal comenzó
a utilizarse también
en la industria. Actualmente
un porcentaje importante de
la producción de sal
va destinada a la alimentación
animal, una vaca lechera puede
llegar a consumir 80 gramos
de sal al día, pero también
otras industrias le dan una
gran utilidad: la farmacéutica,
para la fabricación de
sueros para la hemodiálisis,
la cosmética y la industria
química, la principal
consumidora de sal en todo el
mundo. La sal está presente
en innumerables procesos industriales.
También se utiliza en
la industria peletera, para
el curtido de la piel, y también
en el tratamiento de aguas duras.
La sal
en el deporte
Cuando un
atleta entrena o compite en
un medio caliente, el mantenimiento
del balance de fluidos y del
sodio, resulta todo un desafío.
Esto también es cierto
en trabajadores (Ej. bomberos,
metalúrgicos, mineros,
fábricas de cemento,
etc.) que sudan considerablemente
mientras trabajan. La simple
adición de sal a la dieta
o comer alimentos altos en sal,
puede ayudar a prevenir el déficit
de sodio o a restaurar la hidratación.
Una ingesta regular y abundante
de agua puede no ser suficiente,
debido a la copiosa sudoración
que determina un extraordinario
déficit de sodio y una
marcada deficiencia de agua.
Por lo tanto, una adecuada ingesta
de sodio y cloro (sal) deberán
ser parte integral de cualquier
plan de rehidratación.
La importancia de la ingestión
de fluidos, carbohidratos y
sal durante el ejercicio prolongado
es muy bien reconocida y está
claramente evidenciada como
tal. Para la mayoría
de los atletas sanos, consumir
más fluidos y alimentos
ricos en sal durante períodos
de entrenamiento y de competencia
en calor, no sólo no
es nocivo sino mejora el bienestar
y el rendimiento, evitando calambres
musculares y otros tipos de
patologías por calor.
De la sal
al cloro, y otros elementos
El cloro
se obtiene mediante una reacción
química que se produce
en los electrodos introducidos
en una disolución de
sal en agua cuando pasa por
ellos la corriente eléctrica,
a este proceso se le denomina
electrólisis.
Juntamente
con el cloro se obtiene también
soda cáustica e hidrógeno.
Por cada
1,7 t de cloruro sódico
se obtiene 1 t de cloro, 1,13
t de soda cáustica y
315 m3 de hidrógeno.
Pero a todo
eso ¿Qué es el
Cloro? En condiciones normales
de temperatura y presión
el cloro es un gas de color
amarillo verdoso de olor penetrante.
Es extremadamente reactivo,
por lo que en la naturaleza
no lo encontramos en estado
puro sino combinado (excepto
en algunos líquenes),
formando mayoritariamente sales
metálicas, de las cuales
la más abundante es el
cloruro sódico.
El 0, 045
% de la corteza terrestre está
compuesta por combinaciones
de cloro, que representa el
2,9 % de los océanos.
Precisamente,
dicha reactividad, juntamente
con sus características
particulares (elevado poder
oxidante, abundante, económico),
lo convierten en una sustancia
de un interés técnico
y económico extraordinario,
que en numerosos casos es insustituible
o bien de muy difícil
sustitución.
El cloro
se utiliza para la fabricación
de policloropreno, policloruro
de vinilo, poliuretano, policarbonato,
siliconas, resinas epoxi, fibras
de carbono, politetrafluoroetileno,
polisulfuro de fenileno, colorantes,
plaguicidas, disolventes, medicamentos,
fitosanitarios. También
se utiliza para tratamiento
de agua potable, en la química
del bromo y también en
la metalurgia. Estas son algunas
aplicaciones en las que se utiliza
el Cloro aunque la lista completa
sería interminable o
sea un extensísimo etcétera.
La soda cáustica
es un álcali extremadamente
importante para la industria
química, que se utiliza
para la producción de
papel, aluminio, fibras textiles
(rayón, fibrana), jabones
y detergentes, procesamiento
de alimentos, tratamiento de
aguas, etc.
El hidrógeno
se utiliza en la hidrogenación
de grasas, fabricación
de vidrio plano, suavizantes,
etc, o como combustible.
Aquí
hemos intentado resumir un poco
las principales características
de este bien preciado que es
la sal, quedando plasmada su
importáncia desde la
prehistória hasta nuestros
días.
Amiclor
Organización de Usuarios
y Trabajadores de la Química
del Cloro
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