La Estrategia Mundial
para la Conservación publicada
en el año 1980, recomendaba
en su punto 3° y como un aspecto
prioritario: "asegurar el carácter
sostenible de cualquier tipo de uso
de especies o ecosistemas". En
el año 1991, el documento Cuidar
la Tierra redefine la expresión
"Uso Sostenible", especificando
que se refiere exclusivamente a la
"utilización de recursos
naturales renovables, cuando su nivel
de extracción no supera su
capacidad de renovación".
A pesar de los indiscutibles beneficios
teóricos de dicha práctica
en lo que hace a la "valorización
de los ecosistemas en términos
económicos", "estímulo
para la conservación por parte
de las comunidades locales" y
"generación de divisas
genuinas para los países productores",
existen muy pocas especies sobre las
que el sistema se esté aplicando
actualmente. Excepción hecha
de los programas sobre elefantes africanos,
carpinchos en Venezuela, caribús
en Canadá o canguros en Australia,
sin lugar a dudas el Orden Crocodilia
es el que aporta la mayor cantidad
de ejemplos exitosos de Uso Sostenible,
en diferentes lugares del mundo.
El Uso Sostenible
se ha transformado en un componente
rutinario en la conservación
y el manejo de las poblaciones de
cocodrilos, aunque los fundamentos
teóricos de su indiscutible
éxito aún no han sido
explicados de manera clara. Dichos
programas se han desarrollado sobre
la base de ensayo y error y operan
básicamente por manejo adaptativo.
El hecho de que las poblaciones de
cocodrilos permanecen estables en
el mediano y largo plazo, ante programas
de cosecha comercial, es un indicador
claro de que el enfoque es apropiado,
pero conviene hacer un repaso de los
fundamentos biológicos sobre
los que este éxito descansa.
Es un hecho que
los cocodrilos tienen alta fecundidad
y baja supervivencia de juveniles,
aunque comparado con otros reptiles
parecerían estar en inferioridad
de condiciones. La explicación
parece estar mas en la combinación
de una serie de factores como tamaño
grande, larga vida, ectotermia, conducta
maternal, rápido aprendizaje
y un complejo sistema social, que
juntos le han permitido usar de manera
efectiva variados hábitats
tropicales y enfrentar tanto a la
variabilidad natural como a las perturbaciones
humanas. En tal sentido, la relativa
independencia entre el reclutamiento
y el éxito reproductivo, nos
permite manejar sus poblaciones y
cosecharlos de manera sostenible.
Ya son muchos los
países que manejan a sus cocodrilos
sobre bases de sostenibilidad. Los
ejemplos mas antiguos son los de Estados
Unidos con Alligator mississippiensis,
Australia y Nueva Guinea con Crocodylus
porosus, Zimbabwe con Crocodylus niloticus,
Venezuela con Caiman crocodilus, y
Colombia con Caiman crocodilus fuscus.
A los que se deben agregar mas recientemente
a Argentina con Caiman latirostris
y Ecuador con Melanosuchus niger y
en un futuro cercano a Méjico
con Crocodylus moreletti y Cuba con
Crocodylus rhombifer y acutus.
Todas estas experiencias
han sido tomadas por otros grupos
de especialistas y ya se están
elaborando los primeros programas
de Uso Sostenible para Tortugas Marinas
e Iguanas, debiendo como mínimo
considerarse las posibilidades de
aplicación sobre otras especies
de la herpetofauna mundial.
Alejandro Larriera
yacare@arnet.com.a
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