La gran cantidad de carbono almacenado en el ártico y buena parte de sus alrededores es más del doble de lo que se había estimado previamente. Esa cantidad descomunal de carbono en los suelos congelados, sedimentos y deltas de ríos, en la forma de permafrost, genera una gran preocupación sobre el papel que tendrán las regiones boreales en la producción de gases con efecto invernadero.

Los peces están desapareciendo de manera preocupante. Si bien no hay datos precisos sobre el número de especies que se extinguen por día, se advierte que esto sucede por la constante contaminación de las empresas que arrojan tóxicos.

El Ecólogo Eduardo Basso del Pont explicó que la situación del Río Paraná es realmente crítica. "También se denota una desaparición de camalotes, este combate el arsénico que derraman las empresas al río y por ende comienza la desaparición de especies ictícola. Otro dato preocupante es la extinción de sábalos. Este sin dudas permite la conservación de la biodiversidad y la reproducción de otras especies”, señaló.

Ha aparecido un nuevo aliado en la lucha para capturar la energía de las olas. Se llama Oyster (Ostra) y su debut -para la primavera de este año-, si tiene éxito, podría cambiar para siempre la cara de este tipo de energía. Como verás, esta gigantesca máquina de producción de electricidad es bastante diferente de las máquinas convencionales utilizadas para extraer energía de las olas. Y esas diferencias pueden convertirla en algo muy comercial.

El libro Toromonas, la lucha por la defensa de los Pueblos Indígenas Aislados en Bolivia, cuya edición argentina presenta Punto de Encuentro, ya atravesó el continente y cruzó el océano. Fue presentado a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en Washington, como parte de la petición de los afectados por la construcción de las mega represas en el Río Madeira, Brasil, las obras de infraestructura que pueden poner en riesgo irreversible a toda la selva amazónica.