Los expertos forestales han advertido nuevamente que el cambio climático podría transformar los bosques en fuentes de carbono, en lugar de absorción. La capacidad de almacenamiento de carbono de los bosques mundiales podría perderse por completo si la Tierra se calienta hasta 2,5 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, según un nuevo reporte.
El análisis realizado por la Unión Internacional de Organizaciones de Investigación Forestal (Iufro) constituye una síntesis de la información existente. “Esta es la primera vez que ha sido reunida en una escala mundial”, dice Alexander Buck, director ejecutivo sustituto de Iufro, en Viena. “Es la evaluación más completa de los efectos positivos y negativos del cambio climático en los bosques del planeta”. El informe en cuestión examina cómo cuatro tipos diferentes de bosques -boreales, templados, tropicales y subtropicales- se verían afectados en caso de ocurrir cualquiera de los cuatro escenarios de cambios climáticos: inevitables, estables, de crecimiento y de crecimiento acelerado. Los de crecimiento y crecimiento acelerado corresponden a emisiones normales, en tanto que los de crecimiento acelerado representan el patrón de emisiones elevadas que se ha observado desde el año 2000. Dentro de estos escenarios, los bosques tendrían dificultades para adaptarse a un cambio climático. Sequías, invasiones de insectos, incendios y tormentas causarían una vasta destrucción forestal. “El impacto de estos incendios e infestaciones de plagas llevaría a una liberación adicional de carbono en la atmósfera, lo cual, a su vez, exacerbaría el cambio climático”, dice Buck. Devastación En un mundo más cálido, bosques subtropicales y meridionales como los que prevalecen en los Estados Unidos, el norte de China, sur de Europa, el Mediterráneo y Australia experimentarían sequías más frecuentes e intensas, lo que aumentaría la incidencia de incendios y plagas. Esto llevaría a la liberación de más carbono -un informe reciente publicado en Science llegó a la conclusión de que una sequía de 2005 en la cuenca del Amazonas liberó más o menos entre 1,2 y 1,6 miles de millones de toneladas de carbono. Se prevé que los bosques de coníferas del Canadá, Finlandia, Rusia y Suecia que integran la región boreal experimenten más calentamiento que los bosques en la zona ecuatorial. Aunque temperaturas más calientes podrían generar inicialmente una expansión de los bosques hacia al norte, los impactos positivos a corto plazo serían cancelados por los daños provenientes de un aumento en las invasiones de insectos, incendios y tormentas. La modificación de ser centros de combate al cambio a fuente del mismo ya está ocurriendo actualmente. El escarabajo del pino de la montaña ha devastado los bosques occidentales del Canadá. La plaga cubre actualmente 14 millones de hectáreas -más o menos 3,5 veces la extensión de Suiza-, dice Allan Carroll, un ecologista con especialización en insectos que forma parte del Servicio Forestal de Canadá en Victoria, Columbia Británica. Para 2020, fecha en la que se predice el fin del brote de la plaga, se habrán emitido más o menos 270 megatones de carbono en la atmósfera. “Eso es el equivalente de cinco años de emisiones provenientes de todo el sector de la trasportación en Canadá”, dice Carroll. Manejo sustentable El informe subraya que es urgente poner en práctica en todo el planeta diversas prácticas de manejo sustentable del bosque, para reducir la vulnerabilidad de los mismos al cambio climático. Esto podría, por ejemplo, incluir el cambio de prácticas de manejo del bosque para permitir la quema controlada de tierra con madera. Hasta la fecha, las políticas de prevención de incendios en regiones como la parte occidental de América del Norte han seguido la estrategia de tratar de suprimirlos totalmente -lo que deja a los boques más susceptibles a incendios en gran escala y ataques de insectos. “Son muy pocos los bosques que están siendo manejados en forma sustentable, particularmente en las regiones tropicales, y es muy poco lo que se está haciendo para monitorear los impactos del cambio climático sobre los bosques”, dice John Innes, experto forestal de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, y uno de los autores del informe. El informe fue presentado en el Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques. Buck dice que el informe puede tener un impacto sobre futuras negociaciones relacionadas con el clima, incluyendo la conferencia del clima en Copenhague, en diciembre. “La convención del clima está enfocada en reducir las emisiones provenientes de la deforestación, pero no ha considerado adecuadamente el problema de la adaptación. Los formuladores de política han indicado que necesitan más información para sus negociaciones”, añadió. Carroll opina, sin embargo, que algunos gobiernos están listos para escuchar. “El brote del escarabajo del pino de montaña y la señal climática asociada con él es el canario en la mina de carbón acerca de alteraciones adicionales”, dice. “Ha hecho que diversas jurisdicciones levanten la mirada y tomen nota”. Fuente: LosAntes/online El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes. 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