Talar los bosques para dedicar a la agricultura el terreno que ocupan puede ocasionar daños medioambientales tan graves como los causados por las actividades industriales y la quema de combustibles fósiles. Pero aún se debate si las políticas para estabilizar los gases de efecto invernadero en la atmósfera deben incluir esta fuente terrestre de dióxido de carbono. Según un nuevo estudio, no incluir los cambios en el uso de la tierra en tales políticas podría llevar a la deforestación masiva y a costos más altos para limitar las emisiones de carbono.
Unos investigadores del Instituto Conjunto de Investigación sobre el Cambio Global, un centro ubicado en College Park, Maryland, y gestionado por el Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste y por la Universidad de Maryland, usaron un modelo informático que incorpora la economía, la energía, la agricultura, las emisiones y concentraciones de gases de efecto invernadero, y los cambios en el uso de la tierra, con el fin de averiguar los efectos de las fuerzas económicas reguladas por las políticas climáticas sobre el carbono terrestre y sobre los cambios del uso de la tierra, o, en otras palabras, para ver cómo las decisiones humanas interactúan con los procesos naturales que controlan el clima, y así poder comparar diferentes escenarios climático-políticos. Para este estudio, los investigadores consideraron la concentración más alta que el dióxido de carbono podría alcanzar. Entonces compararon dos formas de no sobrepasar ese límite: En una, impusieron iguales cargas fiscales a las emisiones de carbono terrestre y a las emisiones industriales y de combustibles fósiles. En la otra, sólo impusieron cargas fiscales a las emisiones industriales y de combustibles fósiles. Ignorar el carbono terrestre llevó a la pérdida casi total para el 2100 de los bosques desatendidos, principalmente como resultado de las expansiones masivas de los cultivos bioenergéticos (aquellos plantados para reducir el uso de combustibles fósiles) que reemplazaron a los bosques. En cambio, al imponer un valor económico a las emisiones de carbono terrestre se obtuvo un incremento de la cubierta forestal, mientras que los cultivos bioenergéticos aún se expandieron considerablemente comparados con su estado actual. Tal como señala Marshall Wise, autor principal del estudio, cuando la sociedad intenta limitar las concentraciones de dióxido de carbono, imponer un costo económico directo a las emisiones industriales y de combustibles fósiles, pero no imponerlo a las emisiones de carbono terrestre, hace que las fuerzas económicas ejerzan presiones muy fuertes para deforestar los bosques. Este estudio también muestra que se requerirá de mejoras incesantes en la productividad agrícola de cultivos como el maíz, el trigo, la cebada, y el arroz, para hacer un mejor uso de las limitadas tierras de cultivo. Esto sugiere que, para controlar las emisiones de carbono, las mejoras en las tecnologías agrícolas podrían ser tan importantes como las mejoras en las tecnologías energéticas. Fuente: NC&T El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes. Todos los comentarios requieren de la aprobación del administrador. No se publicarán consultas, las que sugerimos realizar a través del formulario de contacto. Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios. Por favor valídate o regístrate. Powered by AkoComment 2.0! |