Valiéndose de observaciones efectuadas mediante un satélite de la NASA, un equipo de investigadores ha efectuado el primer análisis global de la salud y la productividad de los vegetales marinos. Los biólogos marinos pueden ahora medir a distancia la cantidad de luz roja fluorescente que emite el fitoplancton oceánico y evaluar cuán eficientemente estas plantas microscópicas están convirtiendo la luz solar y los nutrientes en alimentos mediante la fotosíntesis. Los científicos también pueden estudiar ahora cómo los cambios en el medio ambiente global alteran estos procesos, que están en el centro de la red alimentaria oceánica.
El fitoplancton unicelular alimenta a casi todos los ecosistemas oceánicos, constituyendo la fuente de alimento más básica para los animales marinos, desde el zooplancton hasta los peces. De hecho, el fitoplancton es responsable de la mitad de toda la actividad de fotosíntesis en la Tierra. La salud de estos vegetales marinos incide en la pesca, en la cantidad de dióxido de carbono que el mar puede absorber, y en cómo el océano responde a los cambios climáticos. "Tenemos una nueva e importante herramienta para observar los cambios en el fitoplancton cada semana y en todo el planeta", explica Michael Behrenfeld, biólogo especializado en vegetales marinos en la Universidad del Estado de Oregón en Corvallis, Oregón. Durante las dos últimas décadas, los científicos han empleado varios sensores en satélites para medir la cantidad y la distribución de la clorofila, un indicador de la cantidad de vida vegetal en el océano. Pero con el instrumento MODIS del satélite AQUA de la NASA, los científicos han observado ahora la "fluorescencia roja" en mar abierto. "La clorofila nos da una idea de la cantidad de fitoplancton que está presente", explica Scott Doney, químico marino del Instituto Oceanográfico de Woods Hole y coautor del estudio. "La fluorescencia nos da información sobre cuán bien el fitoplancton está funcionando en el ecosistema". Todas las plantas absorben energía del Sol, típicamente más de la que pueden consumir a través de la fotosíntesis. La energía extra se suele liberar como calor, pero una pequeña fracción se reemite como luz fluorescente de longitudes de onda correspondientes al rojo. El MODIS es el primer instrumento que observa esta señal a escala global. Fuente: NC&T El último comentario se muestra en esta página, los anteriores podrás leerlos en las páginas subsiguientes. Todos los comentarios requieren de la aprobación del administrador. No se publicarán consultas, las que sugerimos realizar a través del formulario de contacto. Sólo los usuarios registrados pueden escribir comentarios. Por favor valídate o regístrate. Powered by AkoComment 2.0! |