Con
el tiempo uno aprende que en esta vida es necesario desconfiar de todo.
Y digo esto porque los "inefables" habitantes del "gran país del norte"
(que aunque no nos lo digan, todos sabemos al norte de dónde remite
este concepto, como también sabemos que la alusión a su grandeza no
está relacionada con su extensa superficie sino con los valores a los
que todos debemos aspirar, precisamente porque ellos, los dueños del
poder, los han impuesto como verdad).
Volviendo al tema: estos chicos "macanudos" están, por estos días,
machacando sobre el ingreso al mercado cinematográfico de un nuevo
refrito de Batman (Batman Begins) desatando toda la parafernalia
publicitaria, merchandising, en fin... todo esto para lo que ellos son
tan hábiles: convencer sobre las bondades del producto y la necesidad
de su consumo.
Y la aparición de noticias sobre los ataques de murciélagos, tanto en
Brasil con un luctuoso saldo, como en Guatemala donde han causado
pánico en la población, puede ser sospechada por el pensamiento
suspicaz, de un complemento de campaña para reforzar la batimanía.
Más allá de esta disquisición, el tema es serio y representa un
problema grave que se cierne sobre numerosas poblaciones, tanto de las
zonas tropicales como de las templadas.
En algunos casos se argumenta que el notorio aumento de la población de
murciélagos contribuye al equilibrio ecológico ya que estos mamíferos
voladores son predadores de enormes cantidades de insectos; en otros
decididamente se ignora y se calla, como siempre, hasta que es
demasiado tarde.
Ningún aumento desmedido en la población de una especie contribuye al
equilibrio ecológico: esto es lisa y llanamente una plaga. Las plagas
son factores de alteración de los ecosistemas y en casos como el que
nos ocupa en esta nota, el tema deviene altamente preocupante dado que
los murciélagos pueden convertirse en vectores de la rabia y de
aparecer esta en un sujeto (tal como al parecer ha sucedido en Brasil),
es lógico suponer que su transmisión será rápida, afectando a numerosos
otros.
Ya conocemos los devastadores efectos de la proliferación de la plaga
del norte. Prestemos atención a estos problemas, quizás más domésticos,
quizás más manejables. Tomemos conciencia y exijamos a las autoridades
obrar en consecuencia.
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Muy instructivos. Escrito por Vickiana Sánchez el 2006-01-30 23:23:28 Gracias a los responsables de estos datos. Son muy instructivos. Muy buenos |