Puede parecer un asunto menor pero, si se piensa un poco, en todo el mundo cada año se fabrican millones y millones de prendas de vestir, y a cada una se le cosen sus correspondientes etiquetas, las de cada marca y las de información sobre el producto, composición, instrucciones de lavado, etcétera. Esto supone millones de metros de cintas, de tela o de otros materiales. Así que, la innovación para que se reduzcan los impactos ambientales de la producción, qué duda cabe de que tiene su interés.

El algodón ecológico y el poliéster procedente de reciclaje son dos materias primas que Avery Denninson utiliza en una parte de su producción, una línea de productos que han denominado "Ecofriendly". "Como líderes mundiales en la producción de soluciones de etiquetado tenemos la obligación de ser pioneros en innovación de productos atendiendo así la demanda de nuestros clientes que hacen colecciones específicas de ropa y complementos con materiales ecológicos, y en los que quieren que todos sus elementos, incluidas las etiquetas, tengan las mismas características"", explica Josep Pous, director general de la compañía en España.

Así, sus clientes pueden llevan, por ejemplo, en los cuellos de las prendas, etiquetas de la marca elaboradas con hilo de algodón procedente de cultivos ecológicos, como los del programa "Cotton Made in Africa", que promueve la empresa junto a otros fabricantes; y las informativas de producto y composición, ésas que suelen ir cosidas en los costados de las prendas, ahora pueden estar fabricadas con hilo elaborado a partir de botellas de agua recicladas. Éstas últimas se distinguen porque incorporan un hilo verde en la trama y "no ha habido nadie antes que nosotros que las haya hecho", precisa.
 
"La línea "Ecofriendly" –prosigue– supone aproximadamente el 10 por ciento de nuestra producción, que desde luego es ingente. Solemos decir que si cosiéramos una junto a otra todas nuestras etiquetas, saldría un cinta que podría rodear la Tierra 12 veces". De hecho la empresa abastece a clientes en todo el planeta, "todos los que podamos imaginar en el mundo del textil, alguno de los cuales confecciona 1.000 millones de prendas al año", añade.

Pous está convencido de que "en los tres próximos años, nuestro volumen de producción se triplicará". Y eso permitirá, por economía de escala, que los costes de producción sean más bajos "si bien actualmente estos productos los ofrecemos al mismo precio. No hemos repercutido el incremento de costes, como parte de nuestro compromiso.

Y estamos seguros de que en poco tiempo, por el aumento de demanda –que dependerá del cliente y del consumidor final– y por nuestra capacidad en I+D+i, seremos capaces de reducir los costes", afirma Pous. Un año y medio ha sido necesario para el proceso de desarrollo de ambos productos.

"Durante ese tiempo se han hecho multitud de pruebas en las que se ha simulado la vida de una etiqueta pegada a la prenda, hasta poder lanzarla al mercado con la seguridad de que reúne los estándares de calidad necesarios. También ha habido que trabajar con los proveedores, locales y globales, que abastecen nuestras 40 fábricas de todo el mundo", concluye.

Fuente: lainformacion.com