La captura indiscriminada de sus reproductores lo deja en peor situación y lo pone en riesgo de extinción, sentenció el biólogo del Conicet Norberto Oldani. "Hay muchos factores que confluyen para que tengamos el preocupante escenario que tenemos, pero las decisiones para revertir esta situación, son políticas", advirtió.

El biólogo se explayó sobre el presente de esta especie y dio los fundamentos que confluyen para conformar un escenario más que preocupante.

Al respecto, Oldani expuso sobre el estado poblacional del surubí, y alertó acerca de los factores que afectan a la especie, entre ellos la excesiva pesca.

El profesional, de extensa trayectoria, se refirió a la alarmante realidad que afecta a la especie del surubí.

Así indicó que, en condiciones normales, una población de surubíes tiene el 80 por ciento de reproductores, mientras que actualmente la población de reproductores en el río "es del 10 por ciento".

"Nos estamos quedando sin reproductores. Esto ya pasó en el río Paraná con otras especies como el manguruyú, el pacú o el salmón de río, pero fue algo inadvertido. Ahora lo estamos advirtiendo con tiempo", sostuvo el biólogo, agregando que el surubí necesita seis años para reproducirse.

"Cuanto más grandes son las especies, más impacto ambiental sufren. El surubí tiene un área de distribución de 2 mil kilómetros; las especies que son más chicas, como los amarillos, son más  locales. Viven en el Río Coronda, en el Paraná, en el San Javier", ejemplificó.

En tal sentido, envió un claro mensaje, remarcando que "la comunidad tiene que saber que el surubí está en un problema de conservación y tiene que tomar conciencia para revertir la situación".

Interrogado por qué sucederá con esta especie a futuro, Oldani indicó que "con  la velocidad con que se  actúa para resolver problemas, el futuro es trágico. Es cuestión de que haya un problema de reproducción un año o mortandad como ha habido este año, y eso hace que las clases queden disminuidas a un número muy pequeño. Si eso se mantiene en el tiempo, termina pasado lo mismo que con el manguruyú".

Para el biólogo, esto es producto de la pesca, de las malas medidas de manejo, de la contaminación y del severo impacto ambiental.

Políticas de Estado

Interrogado por este punto, el profesional advirtió que hacen falta políticas para preservar el recurso. "Si determinadas provincias no se ponen de acuerdo es porque hay intereses políticos de por medio. No es una cuestión ecológica. La administración de un recurso pesquero es la administración de los intereses de las personas: acopiadores, políticos, intendentes, biólogos, todos con sus intereses". Remarcó entonces que "las decisiones para revertir esta situación son políticas".

Para tener en cuenta

Según informes oficiales, los surubíes han sido diezmados por la pesca deportiva en los últimos años, así como por la alteración de su hábitat debida a la construcción de centrales hidroeléctricas y por la pesca con grandes redes por pescadores locales, ya sea para venta local al público como también para vender a fábricas de harina de pescado.

Botnia: impacto ambiental

Consultado por si Botnia contamina a los peces, el biólogo señaló que "en los estudios que realicé no vi que se murieran  los peces; si veo que hubo importantes florecimientos algales. Botnia tuvo la suerte de tener un río crecido durante 2009 y 2010, con lo cual el impacto ambiental fue menor, porque el río lava. Si Botnia opera como lo viene haciendo, en una temporada de aguas bajas, y si siguen arrojando la cantidad de productos químicos que arrojan, van a tener problemas de contaminación".

Añadió también que "en Argentina, hay muchos lugares donde hay problemas de este tipo, como la represa Yaciretá, que produce un impacto ambiental enorme. Con el surubí aparecieron "híbridos", es decir, peces que se cruzan de una especie con otra. Esto lo hace el hombre, y esto no es producente.Son surubíes atigrados. Y Yaciretá no sólo que produjo el impacto ambiental de cerrar el río en la mejor zona de pesca de la cuenca, sino que ahora, como medida de manejo, siembra híbridos, lo cual hace otro impacto ambiental. Entonces, lo que está en juego es la actitud de las personas y las instituciones, que en vez de arreglar las cosas las empeoran. Hay muchos factores que confluyen para que tengamos el escenario que tenemos", advirtió para finalizar Norberto Oldani.