Eran otros tiempos. Las grandes aves han abandonado sus nidos,
ahuyentadas por unos hombres ataviados con uniformes amarillos y la
divisa de la firma Barrick Gold estampada en el casco. Y un bulldozer
de la misma compañía rompe la quietud con su incesante traqueteo. Los
hombres de amarillo, ayudados por la maquinaria, se proponen penetrar
la montaña nevada para extraer de sus entrañas la inmensa riqueza que
reposa bajo los hielos. Para ello, tres glaciares serán desplazados dos
kilómetros más allá de su sitio original. Una empresa titánica que
reportará a sus promotores, entre ellos George Bush padre, una inmensa
fortuna en metales preciosos.
Todo empezó a finales de los años 90, cuando un jinete que cabalga tan
bien como Porfirio, pero que lo hace con fines recreativos, le echó el
ojo a las estribaciones por donde nuestro amigo arreaba la tropilla de
vacas. El ex presidente de EEUU George Bush, progenitor del actual
inquilino de la Casa Blanca, observó en las imágenes que regularmente
le envía la estación satélites de ICESAT, unas grandes manchas de
tonalidades ocre, celeste y amarilla, indicadoras de la presencia de
oro, plata y cobre. Bush padre obtuvo su fortuna de las explotaciones
petrolíferas, pero también integraba hasta hace poco el directorio de
la transnacional que extrae minerales preciosos de todos los
continentes. Los conquistadores españoles se equivocaron al pensar que
Eldorado se halla en medio de la Amazonía, habrá pensado el político
tejano al observar el contorno de las isotérmicas en la pantalla de su
ordenador. Aquellos brazos de hielo que tanto impresionaron al
naturalista polaco Ignacio Domeyko, quien retrató vívidamente aquellas
cumbres andinas en su libro El Reino del Cóndor y del Silencio, han
retrocedido 50 metros en la última década a causa del efecto
invernadero. En abril de este año, los glaciólogos registraron un
retroceso adicional de 10 metros, que no se puede adjudicar a las
alteraciones del clima. "La vibración que provoca el ir y venir de los
camiones ha abierto fisuras hasta en los glaciares que se encuentran a
20 kilómetros del sistema que nos concierne", dice Pablo Zegers, un
experto de la Universidad de Chile. "El polvillo que levantan los
vehículos opaca la superficie de los hielos, que se calientan al
absorber la radiación solar. Si el proceso continúa, dentro de poco
estos hielos habrán pasado a la historia", advierte. Y los trabajos que
realiza la Barrick para explotar el mayor yacimiento minero del
hemisferio occidental, aún se encuentran en su fase preliminar.
Botín entre rocas
El legendario tesoro se encuentra bajo las gigantescas formaciones
rocosas que se elevan entre el Alto del Carmen en las alturas
montañosas del desierto de Atacama (Chile), y los recuestos orientales
de la misma cordillera comprendidos en la provincia argentina de San
Juan. Lástima, habrá dicho Bush para si, que Adnán Kasshoggi se hubiera
retirado del negocio sin llegar a compartir la exaltación de aquel
hallazgo. Todas las fuentes consultadas por CRONICA -excepto los
portavoces de la empresa- afirman que fue el traficante de armas saudí
quien en 1985 proporcionó a Peter Munk, actual director ejecutivo, los
capitales para la fundación de Barrick Gold LTD.
Pero no era el momento de ponerse nostálgicos. Con Kasshoggi o sin él
había que hacerse con aquellas riquezas. Como en tantos lances
anteriores, la suerte jugó a favor de Bush & Munck. En agosto del
2001, el presidente argentino Carlos Menem y su homólogo chileno,
Eduardo Frei Ruiz-Tagle, suscribieron el Tratado de Integración y
Complementación Minera con el objetivo de fomentar la minería de alta
montaña. Pero como ninguna empresa chilena o argentina poseía el
capital necesario, la Barrick se ocupó de todo.
En octubre de 2001 la Barrick expuso el proyecto, denominado
Pascua-Lama, por su cercanía a dos pequeños yacimientos del mismo
nombre, al escrutinio de la Corporación Nacional del Medio Ambiente
(CONAMA) de Chile y de una representación del gobierno argentino. El
yacimiento, según las primeras evaluaciones, contenía cerca de 400.000
kilos de oro, más de 12 millones de kilos de plata y 150.000.000 de
cobre distribuidos en una superficie de 2.800 kilómetros cuadrados. Los
residuos tóxicos fluirían a un embalse especialmente diseñado para
evitar la contaminación de los cursos fluviales y de las aguas
subterráneas. A fin de poner un sello filantrópico al proyecto, la
compañía se comprometió a crear un fondo de 60 millones de dólares para
el desarrollo del valle del Huasco, que desciende como una cinta de
fresco verdor desde las cimas andinas hasta la ciudad de San Félix, en
pleno desierto. La decisión de CONAMA de aplazar su veredicto no alteró
los planes de la Barrick que de cualquier forma había resuelto ponerlos
en barbecho, a la espera de que se registrara un alza en la cotización
del oro en los mercados.
Los rastreadores de Munk & Bush aprovecharon el intervalo para
seguir merodeando por las crestas andinas, lo que resultó sumamente
provechoso. Se comprobó que las primeras prospecciones no habían
contemplado las reservas de Penélope, una mina adyacente a PascuaLama
que la compañía Consolidada Andina dejó a medió explotar por falta de
recursos. Aquel filón sumado a los recursos ya conocidos elevaba el
botín a 476.000 kilos de oro y y a algo más de 17 millones de kilos de
plata, esparcidos en un área de 3.041 kilómetros cuadrados.
Los contratistas de la tercera empresa productora de oro en el mundo
calcularon que para aprovechar aquellas cornucopias habría que instalar
en territorio chileno, dónde se concentra el 75% del mineral, dos
máquinas trituradoras de 30 toneladas; un gigantesco polvorín de
explosivos; un vertedero para depositar los estériles (residuos de roca
y suelo) del tamaño de dos estadios de fútbol y varias piscinas de
relave para separar los minerales de la escoria. En el lado argentino
se habilitaría un campamento para albergar a 4.000 trabajadores y un
pequeño aeropuerto para uso administrativo.
El ascenso hacia los ventisqueros Toro 1, Toro 2 y Esperanza es una
experiencia que deja al viajero sin aliento. El oxígeno disminuye en un
42% y, aún en un día sin sol, la temperatura oscila entre los menos 10
y los 15 grados. Porfirio fue el único integrante de nuestra expedición
que no sufrió el mal de las alturas: se movía, conversaba y engullía la
merienda como si estuviera en una planicie al lado del mar. Hace 20
años dejó el oficio de arriero para servir de guía a montañeros y
expediciones científicas. Su fama de baqueano llegó a los oídos de los
administradores de la Barrick quienes le contrataron, a mediados del
2003, para llevar un equipo de geólogos hasta la boca o penitente de
los citados glaciares. La misión de los expertos parecía inspirada en
las excentricidades de los villanos en las películas de James Bond:
esbozar un plan para desprender de las morrenas un volumen de 300.000
metros cúbicos de hielo y adherirlo a la masa del Guanaco, otro glaciar
que se encuentra a dos kilómetros.
Rodrigo Rivas, gerente de comunicaciones de Barrick en Chile, niega que
la intervención quirúrgica se haya omitido en el segundo informe que la
Barrick presentó a la CONAMA.
Manuel Claude, director ejecutivo de la organización Oceana, sostiene
que al término de la reunión que aprobó el Estudio de Impacto Ambiental
(EIA), los abogados de Barrick comentaron jocosamente que "le habían
marcado un gol" a la comisión que entonces presidía Adriana Hoffman. La
señora Hoffman es una mujer honesta y una reconocida defensora del
patrimonio natural, pero no estaba capacitada para medirse con los
zorros de la Barrick. ¡Si hasta desconocía la ubicación de los gemelos
Toro 1 y Toro 2 así como del Esperanza! El ecologista Claude acusa a
Jeff Schmock, el experto contratado por Barrick para realizar el EIA,
de haber mentido al declarar que la reubicación de los glaciares ya
había sido probada con éxito en otras latitudes. "El Centro de
Investigación Científica de Valdivia (Chile) expresó serias dudas pero
no impuso su autoridad con la necesaria contundencia. La determinación
de los unos y la timidez de los otros abrió camino a un desastre
ecológico de imprevisibles consecuencias", concluye el jefe de Oceana.
Otros entendidos dijeron a CRONICA que las autoridades chilenas del
medioambiente no tuvieron en cuenta que el agua de los ríos Estrecho y
Chollay, tributarios del río Huasco, provienen de los glaciares. "En
invierno los ventisqueros acumulan nieve y en verano la licúan, en un
proceso natural que asegura la fertilidad del único valle atacameño que
no ha sido afectado por la minería", indica Cedomir Marangunic,
glaciólogo de la Universidad Estatal de Ohio. Y agrega: "El
acoplamiento de cuatro glaciares en uno no es igual que trasvasar hielo
de una cubetera a un vaso. El exceso de carga añadida va a deformar y a
provocar fragmentaciones en la cabecera del glaciar Guanaco. Lo más
probable es que en unos años todo este ecosistema, único en el mundo,
desaparezca, sacrificado en aras de los intereses de una empresa
extranjera".
Porfirio nos despidió en la puerta de su casa, lamentando que no
tuviéramos tiempo de probar la carbonada que había preparado su esposa.
"No sé para qué la gente discute tanto si el asunto ya está zanjado. La
próxima vez que subamos al cerro no habrá hielo ni para refrescar una
lata de gaseosa", sentencia el viejo arriero.
Ramy Wurgaft
El poder de la familia
Uno de los mitos más sólidos que existen es el del Sueño Americano. Si
uno trabaja duro en EEUU, no importa cuán pobre haya nacido, alcanzará
las cotas más altas del éxito. Un hermoso cuento de hadas. Pero falso.
Un estadounidense tiene, estadísticamente, más probabilidades de
heredar el nivel de renta que la estatura de su padre. Y la movilidad
social es la más baja de Occidente. Eso, según una institución tan poco
sospechosa de antiamericanismo como la Reserva Federal. Nada refleja
mejor esa situación que la saga Bush. No en vano, George W. Bush es
familia de 16 de los 41 presidentes que le precedieron en el cargo,
comparte genes con Pocahontas, John Kerry, su rival demócrata en 2004,
y hasta con Lady Di. La clave del dinero y del poder de los Bush se
reduce a una palabra: conexiones. Las que han salvado la carrera de los
Bush en más de una ocasión. Cuando George Bush padre acabó la
universidad en 1948, trató de entrar en Procter and Gamble (fabricante
de Tampax, Ariel o Fairy). Fue rechazado. Entonces optó por los
negocios familiares. No era un mal plan. Podía elegir entre la
petrolera de papá, el banco de papá o el del tío George, al que
finalmente se fue. Bush senior fue bueno para los negocios, y su
petrolera Zapata -bautizada así porque la Z es una de las letras más
fáciles de buscar en la guía telefónica- le abrió las puertas de ese
sector, un auténtico poder fáctico. Su hijo, el hoy presidente de EEUU,
no heredó esas aptitudes. Llevó a la quiebra a dos petroleras. Pero,
con su nombre, eso no era un problema. Le salvaron de la quiebra
aliados que no habrían acudido en ayuda de alguien que no tuviera
buenas conexiones, como la Universidad de Harvard e incluso George
Soros, uno de los mayores enemigos del hoy presidente.