El
clima ejerce una enorme influencia en la naturaleza y en nuestras
vidas, determina en gran medida la fauna y la flora de cada lugar, la
cantidad de agua dulce disponible, los cultivos, ... y al final también
influye en la cultura y medios de vida de cada región del mundo.
Desde hace más de 20 años los científicos vienen advirtiendo que la
temperatura de nuestro planeta está aumentando debido a la actividad
industrial, y que esto está causando cambios en el clima de la tierra.
La temperatura media global de la superficie terrestre se ha
incrementado de 0,4 a 0,8ºc desde el siglo pasado, y en la década de
los 90 se encuentran los seis años más cálidos de todo el período.
Sabemos que el clima es un sistema complejo y cambiante de circulación
del aire de la atmósfera en permanente intercambio de energía con el
mar y la superficie terrestre, y también sabemos que en otras épocas
era muy diferente al actual, por ejemplo, hace 10.000 años la
temperatura media global era de 4 a 5º c inferior a la de hoy, y el
hielo cubría una gran extensión del planeta. así que no es una novedad
que el clima cambie, lo que es un gravísimo problema es que cambia tan
rápido que la humanidad no puede adaptarse y una gran parte de la
población, sobre todo la más pobre, sufrirá un empeoramiento de sus
condiciones de vida: inundaciones, pérdida de fertilidad del suelo,
propagación de enfermedades tropicales, .....
La atmósfera
Capa gaseosa que rodea al planeta Tierra, se divide teóricamente en
varias capas concéntricas sucesivas. Estas son, desde la superficie
hacia el espacio exterior: troposfera, tropopausa, estratosfera,
estratopausa, mesosfera y termosfera.
La atmósfera es uno de los componentes más importantes del clima
terrestre. Es el presupuesto energético de ella la que primordialmente
determina el estado del clima global, por ello es esencial comprender
su composición y estructura (GCCIP, 1997). Los gases que la constituyen
están bien mezclados en la atmósfera pero no es físicamente uniforme
pues tiene variaciones significativas en temperatura y presión,
relacionado con la altura sobre el nivel del mar (GCCIP, 1997).
Composición de la atmósfera
Es una mezcla de varios gases y aerosoles (partículas sólidas y
líquidas en suspensión), forma el sistema ambiental integrado con todos
sus componentes. Entre sus variadas funciones mantiene condiciones
aptas para la vida. Su composición es sorprendentemente homogénea,
resultado de procesos de mezcla, el 50% de la masa está concentrado por
debajo de los 5 km. s.n.m. Los gases más abundantes son el N2 y O2. A
pesar de estar en bajas cantidades, los gases de invernadero cumplen un
rol crucial en la dinámica atmosférica. Entre éstos contamos al CO2, el
metano, los óxidos nitrosos, ozono, halocarbonos, aerosoles, entre
otros. Debido a su importancia y el rol que juegan en el cambio
climático global, se analizan a continuación.
Sustancias que contaminan la atmósfera
Algunos de los principales contaminantes atmosféricos son substancias
que se encuentran de forma natural en la atmósfera. Los consideramos
contaminantes cuando sus concentraciones son notablemente más elevadas
que en la situación normal. Así se observa en la siguiente tabla en la
que se comparan los niveles de concentración entre aire limpio y aire
contaminado.
El efecto invernadero
La vida se ha desarrollado en la tierra como resultado de muchas
condiciones que hacen este planeta realmente especial. una de esas
condiciones es el efecto invernadero. es un proceso natural en el que
parte de los rayos del sol que llegan a la superficie y luego son
reemitidos hacia el espacio en forma de calor, quedan atrapados en la
atmósfera por la acción de ciertos gases, de manera que se retiene un
calor del sol que mantiene la superficie de la tierra a una temperatura
adecuada para la vida.
El vapor de agua es el agente principal en este proceso, pero hay otros
gases que también cuentan y cuya concentración en la atmósfera ha
aumentado considerablemente por las actividades humanas en los últimos
100 años, de modo que se está intensificando artificialmente el efecto
invernadero, y aumentando la temperatura del planeta.
El principal gas de efecto invernadero es el CO2; su concentración ha
aumentado en un 32% desde la revolución industrial y más de las tres
cuartas partes de este aumento se deben a la quema de combustibles
fósiles (carbón, fuel, gas) en procesos industriales, para transporte,
uso doméstico, .etc.., en definitiva para obtener energía. también los
incendios forestales liberan co2 a la atmósfera.
el metano, es otro importante gas de efecto invernadero, cuya
concentración se ha más que duplicado. algunas prácticas agrícolas, las
explotaciones ganaderas intensivas de porcino y los procesos de
obtención de combustibles fósiles (como el gas natural) son actividades
emisoras de metano.
Otros gases causantes del cambio climático que emitimos en menor
cuantía son los oxidos de nitrógeno (nox) y los clorofluocarbonos (cfc
y hcfc), que se han venido usando en las neveras, equipos de aire
acondicionado y aerosoles, y que antes no existían en la atmósfera.
Dióxido de carbono
Es el más importante de los gases menores, involucrado en un complejo
ciclo global. Se libera desde el interior de la Tierra a través de
fenómenos tectónicos y a través de la respiración, procesos de suelos y
combustión de compuestos con carbono y la evaporación oceánica. Por
otro lado es disuelto en los océanos y consumido en procesos
fotosintéticos. En la actualidad su concentración ha llegado a 359 ppmv
(partes por millón volumen), producto de la acción antropogénica: quema
de combustibles fósiles y materia orgánica en general.
Fuentes naturales: respiración, descomposición de materia orgánica, incendios forestales naturales.
Fuentes antropogénicas: quema de combustibles fósiles, cambios en uso
de suelos (principalmente deforestación), quema de biomasa, manufactura
de cemento.
Sink: absorción por las aguas oceánicas, y organismos marinos y terrestres, especialmente bosques y fitoplancton.
Ciclo de vida: Entre 50 y 200 años.
Consecuencias del Cambio Climático
Si el aumento de emisiones sigue como hasta ahora, sin tomar ninguna
medida, la temperatura media global en la superficie terrestre será de
1,2 a 3,5ºc mayor que la actual hacia el año 2080. los continentes se
calentarán el doble de rápido que los océanos, y también se notará más
el aumento de temperatura en los inviernos en latitudes altas. lloverá
más en algunas regiones pero menos en otras, y los trópicos, zona de
gran riqueza ecológica, sufrirán notables alteraciones de su régimen de
lluvias.
Aumento del mar: el nivel del mar subirá lenta pero constantemente, y
en el 2080 aumentará unos 40 cm de promedio global. en consecuencia se
calcula que 81 millones de personas sufrirán inundaciones por esta
causa. la gran mayoría de países del sudeste asiático, desde pakistan
hasta vietnam, incluyendo indonesia y filipinas, y también los de
áfrica oriental y el mediterráneo, los pequeños estados insulares del
caribe, del océano indico y del pacífico corren el riesgo de
desaparecer.
pero si se tomaran medidas para disminuir las emisiones de co2 y se
estabilizaran al 50% de las actuales, los cálculos científicos indican
que se retardaría la subida del mar en unos 40 años, reduciendo el
número de afectados por inundación en el 2080 en 75 millones de
personas.
Disminución del agua disponible: el aumento de temperatura junto con la
alteración del régimen de lluvias y la salinización de acuíferos
costeros por intrusión salina, harán que en muchas zonas escasee el
agua disponible, tanto para beber como para riegos. se estima que en el
año 2080 unos 3000 millones de personas sufrirán escasez de agua,
especialmente en zonas ya con graves problemas de abastecimiento: el
norte de áfrica, oriente medio y la india.
También se prevé una disminución del caudal de los ríos en Australia,
la India, el sur de Äfrica, la mayor parte de Europa y Sudamérica y
Oriente Medio.
Si se redujesen los niveles de emisiones hasta estabilizarlos a un 50%
por encima de la concentración actual estos impactos podrían mitigarse
sustancialmente, retrasando más de un siglo el impacto sobre el caudal
de los ríos y disminuyendo en 2000 millones la población afectada por
la escasez de agua.
Hambre y enfermedades: las cosechas se verán alteradas por dos factores
principalmente: el calor, que induce mayor evapotranspiración de las
plantas, que requieren por ello más agua, y la abundancia de co2, que
tiene un efecto fertilizante. las previsiones son de aumento de
rendimiento en latitudes medias y altas, y menor producción en zonas
subtropicales, como en la india, y especialmente en áfrica, que se
enfrentará a nuevas hambrunas.
El aumento global de temperatura dará lugar a una extensión del campo
de acción de insectos portadores de enfermedades, como la falciparum
malaria que se estima que en el 2080 afectará a 290 millones de
personas más que hoy, la mayoría en china y asia central. pero también
se ha calculado que un esfuerzo de reducción de emisiones disminuiría
considerablemente este número.
Cómo afectará el cambio climático a la Argentina
El cambio climático afectará a la Argentina de manera diversa: algunos
serán cambios negativos; otros positivos. Inviernos más templados
reducirán el abultado gasto en calefacción de los habitantes de la
Patagonia, pero el aumento de precipitaciones asociado empeorada allí
los problemas de erosión. Algunas regiones poco productivas podrían
verse beneficiadas por un incremento de la actividad agropecuaria.
El Litoral y la Pampa Húmeda sufrirán inundaciones más frecuentes, y la
Capital Federal soportará mayores precipitaciones y veranos más
sofocantes.
Los eventos extremos, como tormentas, sequías, olas de frío o calor,
serán más comunes. Varios centros urbanos -el primero y más evidente,
Buenos Aires, y luego tenemos lugares como Rosario, donde también
influye la depresión económica y otros que sufren por falta de
planificación, como le ocurrió a Carhué con las inundaciones- ya
soportan las condiciones locales graves debido al desordenado
crecimiento que afecta la circulación y la calidad de aire, y causa
dificultades en situaciones extremas.
Otro aspecto importante será el agua. La región de Cuyo podría sufrir
sequías importantes al disminuir la cantidad de nieves en las altas
cumbres. A su vez, la Capital Federal podría también tener problemas de
abastecimiento de agua potable por el aumento del nivel del mar
previsto entre 9 y 88 centímetros, que afectará al Río de la Plata. Los
vectores de enfermedades, como el dengue y el paludismo, ya han
iniciado su migración hacia latitudes templadas.
En el sur de nuestro país tenemos ya a los hanta virus. Disminuirán las
enfermedades del frío pero se incrementarán las del estrés físico por
calor. La identificación, adaptación y la mitigación de los cambios es
posible, pero requiere la urgente integración para la búsqueda de
soluciones entre los políticos, la producción, los científicos y la
sociedad.
Influencia sobre la Ciudad de Buenos Aires
Casi nadie lo dice explícitamente pero las sociedades humanas se
desarrollan suponiendo que convivirán con un cierto clima. Buenos Aires
se fundó en un sitio que era mucho más frío y seco de lo que es hoy. A
lo largo del siglo XX creció enormemente la cantidad de lluvias y se
espera que siga aumentando. Debido a esto, se estima que el Río de la
Plata, de aquí a un siglo aumente entre 60 cm. a un metro y se verá más
expuesto a vientos provenientes del este. Con sudestadas más violentas
y frecuentes, lo provocará inundaciones más frecuentes y erosión de
costas. Las municipalidades y particulares del área metropolitana
deberán estimar un gasto de 80 a 310 millones de dólares anuales para
reparar estragos a la edificación e infraestructura al pie de sus
barrancas costeras, y sobre sus valles fluviales urbanos del Riachuelo,
el Medrano, el White, el Maldonado, entre otros.
Hoy por hoy, las obras hechas para un cierto nivel de pluviosidad están
quedando chicas y nadie está seguro de que las obras en marcha
contemplen que mañana va a llover todavía más que hoy.
Tenemos que revisar de qué manera toda la infraestructura urbana
existente está en condiciones de funcionar con un clima diferente de
aquel para el que fue proyectada.
También hay que revisar el diseño arquitectónico, pensando en una
arquitectura en armonía con el clima, con la topografía y con los
ciclos de la naturaleza y los movimientos del sol.
Hay que atreverse a cambiar los Códigos de Planeamiento Urbano para
delimitar las áreas inundables, las que (a pesar de las obras
proyectadas) seguirán expandiéndose e inundándose con mayor frecuencia.
Lo mismo con los códigos de edificación: ¿vamos a seguir autorizando
garajes subterráneos donde los autos flotan una vez cada dos meses?
¿No es hora de empezar a construir sistemas de retención en edificios
privados, además de las que construya el Gobierno en sitios públicos?
Las napas subterráneas siguen subiendo mientras todos los responsables
se hacen los distraídos. ¿Habrá alguien dispuesto a aceptar que las
napas suben porque se hicieron (y se siguen haciendo) obras que
facilitaron su recarga de un modo irresponsable?
Medidas para luchar contra el cambio climático
Transporte: es un sector muy dependiente de los combustibles fósiles,
cuyas emisiones de CO2 ya en 1990 alcanzaban el 28% de las emisiones de
origen energético y continúan creciendo rápidamente. hay que potenciar
los medios de transporte más eficientes como el transporte público y el
ferrocarril convencional para desplazamientos interurbanos. también es
necesario impulsar la fabricación de motores de tecnologías menos
consumidoras de carburante.
Eficiencia energética: es la obtención de los mismos bienes o servicios
con menor gasto de energía. se trata de usar nuevas tecnologías como en
el caso de las lámparas de bajo consumo en iluminación. las inversiones
en eficiencia además resultan rentables a corto o medio plazo.
Ahorro de energía: el aumento en el consumo de energía que viene
experimentando nuestro país no responde, en gran medida, a la
satisfacción de necesidades básicas sino a la creación de nuevas
necesidades típicas de países ricos: por ejemplo el incremento de
instalaciones de aire acondicionado que han supuesto un notable
crecimiento del consumo eléctrico en verano. si se promocionaran
medidas de aislamiento térmico de edificios, y de uso adecuado de la
electricidad (no para calefacción ni para cocinar) se obtendrían
ahorros considerables de emisiones.
Energías renovables: la promoción de energías de bajo impacto ambiental
como la eólica, la solar térmica y fotovoltaica, minihidráulica y
biomasa, en un contexto de promoción del ahorro y la eficiencia llevan
a la sustitución de las energía fósiles y por tanto a la reducción de
emisiones de CO2.
Medidas económicas: modificar la fiscalidad de los productos
energéticos con la incorporación de impuestos ambientales que se
inviertan luego en eficiencia y energías renovables.
Conclusión
El Cambio Climático Global es un hecho, aunque existen los escépticos
de siempre, no representan de ninguna manera un grupo mayoritario. Es
por ello que los Gobiernos a nivel mundial han reaccionado ante la
amenaza cada vez más cercana de alteraciones climáticas que puedan
colocar sus economías en peligro.
El Cambio Climático Global por otro lado ha dejado muy claro, la
globalización de los problemas ambientales, es imposible e inútil
enfrentar los problemas más graves en el ambiente si no es una empresa
que involucre a todas las naciones.
La presión poblacional y de desarrollo tomada por las naciones más
desarrolladas y las naciones en vías de desarrollo colocan una presión
cada vez mayor sobre los recursos naturales y los sistemas ambientales
terrestres. En la actualidad las capacidades autoreguladoras de la
atmósfera están siendo llevadas a sus límites. No es una sana política,
para la humanidad, dejar la búsqueda de soluciones para el futuro o
para cuando se hagan fuertemente necesarias. La atmósfera y los
procesos que mantienen sus características no tienen tiempos de
reacción muy rápidas comparadas con los periodos humanos. Soluciones a
los problemas del adelgazamiento de la Capa de Ozono, al Calentamiento
Global, a las alteraciones climáticas devastadoras, no es cuestión de
años, ni siquiera décadas. Es por ello una preocupación que debe ser
inmediata, no podrá esperarse a que los efectos se hagan demasiado
claros, pues lo más seguro es que ya en ese momento sea muy tarde para
actuar buscando soluciones.
Como lo plantea Seth Dunn, en el Earth Times:
"No más de 50 años atrás, Kyoto fue "perdonada" de la destrucción por
una bomba atómica - debida a su significado cultural como la antigua
cuna del Imperio japonés - durante la 2ª Guerra Mundial. En nuestro
actual mundo en calentamiento, a medida que los antiguos imperios, se
dan cuenta de, posiblemente, las más serias consecuencias de sus
revoluciones industriales, Kyoto debe nuevamente lograr un lugar, en
forma más pacífica, en la historia, como el sitio donde la humanidad se
perdonó de niveles desastrosos de cambio climático. La IPCC que nos
advierte, también nos da esperanzas, haciendo notar que reducciones
significativas en las emisiones son no sólo económicamente, sino
tecnicamente factibles.
Esperemos que sea así, no es demasiado tarde aún.
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