Black es parte de un grupo creciente de jóvenes que ha sido altamente
concienciado acerca de los problemas del cambio climático como
consecuencia de las campañas de organizaciones no gubernamentales,
científicos y celebridades.
Expertos dicen que un televisor dejado en 'standby' seguirá consumiendo
aproximadamente un tercio de la energía que usa cuando la pantalla está
en funcionamiento y eso sólo en Gran Bretaña representa 50 millones de
libras (unos 74 millones de euros) por año en electricidad
desperdiciada.
Los científicos dicen que la combustión de hidrocarburos fósiles para
el transporte y para la generación de electricidad está creando grandes
cantidades de gases invernadero que están calentando el planeta y
derritiendo los polos.
El calentamiento global también ha sido culpado de incrementar los
ciclos de sequía en África, donde millones de personas se enfrentan al
hambre este año.
"Tiene que empezar por la casa de uno. No se puede decir que hay gente
que muere en África porque uno deja la luz encendida, ¿qué vas a hacer
al respecto? (Eso) los intimidaría", dice Black.
Demanda creciente
Se pronostica que la demanda mundial de electricidad se duplique entre 1990 y el 2020.
Esto resulta en parte de los niveles de vida en aumento en el mundo en
desarrollo, donde millones de personas todavía no tienen electricidad
y, en parte, porque la población mundial está previsto que crezca de
6.000 a 9.000 millones de personas.
Los líderes mundiales están tratando de encontrar fuentes de energía
que no estimulen el calentamiento global, con la industria nuclear
experimentando un renovado interés.
En una reciente conferencia de líderes ambientales urbanos de todo el mundo fueron debatidas posibles soluciones.
San Francisco ya recicla un 67 por ciento de sus residuos y apunta a
llegar al 100 por ciento para 2020, dijo el director del departamento
ambiental de esa ciudad, Jared Blumenfeld, en la reunión en Londres.
En comparación, Gran Bretaña recicla sólo el 17 por ciento de sus
desechos. Pero no sólo los gobiernos o las empresas deben actuar. Los
individuos también tienen una responsabilidad.
La Fundación para el Ahorro de Energía de Gran Bretaña dijo que el
aislamiento de paredes en casas privadas no sólo ahorraría dinero y
significaría menores cuentas de consumo de energía, sino que también
reduciría la demanda de electricidad.
"Incluso bajar el termostato un grado en la calefacción central
reduciría la cuenta de consumo de energía un 10 por ciento", dice Keith
March, director de eficiencia energética de la fundación.
Apagar luces innecesarias y televisores que no se ven, usar bombillas
de bajo consumo, reemplazar viejos electrodomésticos como frigoríficos
por máquinas más nuevas y energéticamente eficientes, así como comprar
mejores calderas reduciría todo el presupuesto doméstico y la demanda.
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