Mientras los biólogos advierten que se seca el río, los militantes proteccionistas denuncian que los frigoríficos explotan sin
miramientos el recurso ictícola y sacan ganancias del estado de pobreza
general. "Convierten a los pobres en piqueteros que reclaman por
ellos", denuncian desde la Fundación Proteger.
La riqueza agotable del río, la pasividad de la costa paranaense, la
ineficiencia de los gobiernos provinciales y las mentiras de los
organismos federales juegan en favor de un grupete de "empresarios" que lucran con el futuro del río y su gente.
"No son empresarios". La sentencia obliga a escarbar en razones y
entonces salta que convierten bienes colectivos en la materia prima de
sus riquezas. Trafican con el estado de pobreza, tienen una
extraordinaria planta de personal en negro y no dudan en sembrar el
camino de obstáculos para distraer el arribo a una política que, de una
buena vez, sirva para cuidar los recursos del río Paraná.
"No son empresarios". La frase la lanza sin titubeos el director
general de la Fundación Proteger, Jorge Cappato, y alude a los dueños
de los cuatro frigoríficos enclavados en la costa entrerriana y los doce en el territorio santafesino.
En Entre Ríos hay cuatro frigoríficos que acaparan y exportan a varios
países del mundo el sábalo entrerriano: Epuyén SA, Pescanor SRL,
Curimbá SA y Lyon City SA, este último situado en la ciudad de Diamante
y los restantes en Victoria. Casi todas las empresas están en manos de
hombres de negocios de Mar del Plata; incluso uno de los empresarios
pesqueros que desembarcó en las costas del Paraná, estuvo involucrado
en la Operación Langostino. Se trata de uno de los operativos de mayor
envergadura en el cual se descubrió la exportación de droga en peces de
mar.
"Ni empresarios ni pescadores"
"Me niego a que la sociedad les otorgue a estas personas el título de
empresarios, en referencia a los dueños de los frigoríficos", insiste
Cappato en diálogo con ANALISIS. Para el responsable de la ONG
[www.proteger.org.ar] –referencia obligada al momento de aludir al
drama de la destrucción de la riqueza ictícola–, la situación obliga a
redefinir nomenclaturas y conceptos. Porque de igual manera en que se
niega a llamar "empresarios" al sector más beneficiado del negocio, no
acepta denominar "pescadores" a quienes integran ese ejército de
captura de peces que, armados con sus redes, desafían las letras
moribundas de las leyes.
Según Cappato, "no son siempre pescadores los que se encargan de la
parte extractiva del producto; muchos son desocupados o subocupados a
los que los frigoríficos les dan embarcaciones y redes para que
trabajen para ellos". Para el dirigente de Proteger, la diferencia está
en que el pescador artesanal cuida el recurso, con la conciencia de que
debe servirle para su sustento también a futuro. "Los pescadores
artesanales del Chaco, por ejemplo, son muy concientes y cuidadosos y
por eso dicen que el recurso no se negocia", apunta.
El sábalo entrerriano, por el mundo
La falta de estadísticas serias juega en favor de quienes se
privilegian con la amenaza de convertir al río en un curso de agua sin
peces. Según los datos que revela el Servicio Nacional de Sanidad y
Calidad Agroalimentaria (Senasa), la exportación de sábalo extraído del
litoral fluvial argentino alcanza 37 mil toneladas. El dato oficial
colisiona de lleno con el número que revela el organismo oficial de
importación del Gobierno de Colombia. Según esta fuente, sólo a ese
país llegan anualmente 35 mil toneladas del codiciado pez plateado del
río Paraná.
Para comprender la dimensión del error en la información oficial
argentina, hay que señalar que Colombia es sólo uno de los países
compradores del fruto ictícola extraído por pescadores entrerrianos y
santafesinos. Los frigoríficos están vendiendo sábalo además a Bolivia,
Brasil, Nigeria, Angola, Jordania, Chile, Perú, Rusia y quizás algún
otro mercado que pueda quedar escondido en la falta de datos.
"Los volúmenes de exportación de sábalo son impresionantes. En el
mercado colombiano se vende con el nombre de bocachico, porque así se
conocía a un pescado que en Colombia desapareció por las represas. En
Bolivia lo venden como sábalo del Pilcomayo pero, en realidad, es lo
que extraen del Paraná los capturadores entrerrianos y santafesinos, y
luego constituye el 70 por ciento del mercado boliviano", afirma el
director general de Proteger. Según el dirigente de la ONG, en Brasil
la pesca del sábalo está prohibida, pero no el consumo. ¿La solución?
Sencilla: se saca del Paraná.
La Fundación Proteger reúne a ambientalistas con más de 20 años de
trayectoria y un consejo científico asesor integrado por reconocidas
personalidades, dos de los cuales recibieron el Premio Global 500 de
Naciones Unidas. Desde la entidad echan por tierra los números
estadísticos de Senasa y de la Subsecretaría de Agricultura y Pesca de
la Nación. "Nosotros consideramos que la cifra de exportación oscila
entre 60 mil y 80 mil toneladas anuales de sábalo. Cuando la relación
peso-dólar pasó a ser de 3 a 1, el volumen saltó de 10 mil toneladas
anuales a las 60/80 mil toneladas de hoy".
Mencionar el organismo nacional en medio de la entrevista no hace más
que sumar un sujeto que queda entrampado en las fuertes críticas de la
entidad protectora del recurso ictícola. Concretamente cuestionan que
desde este organismo del Gobierno nacional conducido por Gerardo Nieto
se maneje como natural un criterio de pesca marítima en la pesca de
río. "Es una barbaridad que asuman como normal que el sábalo sea el
pescado más vendido detrás de la merluza, porque el río no puede
entregar peces a la escala de los registros marinos", cuestionan en
diálogo con este semanario.
La permisiva costa del Paraná
Para el biólogo Norberto Oldani, la talla mínima del sábalo para
extracción, en todos los estudios, coincide en que debe ser de 42
centímetros. En Entre Ríos los pescadores se sienten autorizados a
sacarlos del río con 40 centímetros, según la ronda de consulta
efectuada por este medio en la costa de Diamante. "Con 40 centímetros
ya lo sacamos, si es más chico lo devolvemos al río", dice Lisandro, un
pescador que cumple la función de pequeño acopiador a partir de la
posibilidad que le da ser dueño de una modesta cámara de madera con
aluminio en el interior y un motor de refrigeración.
¿Hay pescadores que entregan a los frigoríficos piezas más chicas?
La pregunta dispara una respuesta casi ambigua en el pescador entrevistado. "Puede ser; nosotros no lo hacemos".
La situación de sobreexplotación lleva a un estado de alerta. Es por
eso que investigadores del Conicet apuntan, sin dudas, que "la falta de
responsabilidad ante las pesquerías del Paraná conducen al colapso".
Para Oldani, "los frigoríficos para incrementar las capturas redujeron
la talla de los peces, comenzaron a sobreexplotarlos y las capturas
dejaron de ser sustentables. Pero igualmente siguieron pescando,
produciendo severos daños en la estructura de las comunidades".
Biólogos y proteccionistas consultados coincidieron en señalar que,
según las versiones circulantes, la suma de los frigoríficos está bajo
las mismas manos. El negocio está concentrado y las riquezas son tan
voluminosas que logran frenar cualquier tipo de accionar estatal que
las amenace. En Entre Ríos hay un millón de personas; si cada uno de
los habitantes de esta provincia saliera a pescar, debería conseguir 30
piezas y sumarlas a todas para alcanzar el mismo nivel de explotación
que logra ese puñado de empresarios.
Cada año, son 30 millones de sábalos que se sacrifican en favor de sus
cuentas bancarias. Cuando más se seca el río, para unos pocos, más
jugosas son las ganancias.
"Mafia"
"Los frigoríficos usan a los pobres como carne de cañón; están
transformando a los pobres en piqueteros. Con la diferencia frente a
otros que son los únicos piqueteros que defienden los intereses de los
patrones", definió el director general de la Fundación Proteger, Jorge
Cappato.
El dirigente de la reconocida ONG asegura que los pescadores son usados
por los dueños de los frigoríficos para cortar el puente
Rosario-Victoria, como modo de presión para amoldar las leyes acorde a
sus intereses. "Se legisla desde el puente", denuncia.
–
¿Cómo le llamaría a los dueños de los frigoríficos, si se niega a llamarles empresarios? -
– Voy a dejar que esta definición la ponga la opinión pública.
–
¿Hablaría de mafias?
– Bueno, así los calificó el periodista de CNN En Español, Héctor
Guzmán, que hizo un excelente informe en 2002, gracias al cual salió la
Ley de Pesca. Guzmán es un periodista que denunció como se mueve el
negocio de la droga en Colombia, que fue corresponsal de guerra, y
después que estuvo en Santa Fe y Entre Ríos viendo cómo se manejan los
frigoríficos dijo: "son una mafia".
"Los acopiadores dicen: en Entre Ríos hacemos lo que queremos"
"Santa Fe dio marcha atrás con la veda del sábalo porque se lo pidió
Entre Ríos". La afirmación fue lanzada por el master en Ecología
Acuática Continental e investigador del Conicet, el santafesino
Norberto Oldani.
El experto descree de las intenciones oficiales de uno y otro lado del
río, y no deja de considerar que las discusiones en torno a la
recientemente vetada Ley de Veda en Santa Fe es una puesta en escena de
la que participó el oficialismo entrerriano. "La veda fue un invento
del gobierno de Santa Fe; la inventaron los bloques oficialistas de la
Legislatura. También inventaron el subsidio a los pescadores, y la
gente lo miró de afuera. Pero todos aceptamos: si quieren poner una
veda, que la pongan. Pero una semana antes de que salga la veda, la
diputada nacional Blanca Osuna presentó un proyecto de ley en el
Congreso. De modo que inventaron la veda y después cambiaron
estrategia", cuestionó en la entrevista con ANALISIS.
Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones –al igual que algunos estados del
Paraguay– tienen una veda de 45 a 60 días todos los años. No es unacosa
nueva en la región. De todos modos para el estudioso, "las vedas no son
necesarias siempre y cuando se realice un manejo sustentable.En las
condiciones en que los recursos están actualmente, una veda es
bienvenida. Pero aunque así pongan la veda los pescados no están en el
río", describe.
–
¿Cuando dice "en estas condiciones a qué se refiere?
– Hay un problema muy serio con la talla de los peces. Hay cohortes
(generaciones) que se perdieron, desaparecieron los reproductores, de
manera tal que habrá menos larvas y serán más débiles. Si no se hace
nada, habrá un deterioro muy serio. Hay un daño ambiental muy grande.
–
¿De qué especies hablamos?
– En general del sábalo. Pero también de todas las especies que se alimentan del sábalo: dorado, surubí, que están en peligro.
–
¿Esto es consecuencia directa de la sobreexplotación de los frigoríficos?
– Aquí hay dos posiciones. La posición oficial, muy criticada, dice que
el problema es el agua. Los biólogos reconocen, incluso los
oficialistas en voz baja, que es un problema de la pesca: se ha estado
pescando en cantidades intensivas y se ha pescado mal. Si se achica la
abertura de malla de la red quiere decir que se está pescando mal. Eso
trae como consecuencia que la cohorte haya desaparecido, probablemente
más de una; que haya pocos peces en el río; que no haya peces de tallas
grandes. Hay un problema muy, muy serio.
–
¿Estaba conforme con la ley vetada en Santa Fe?
– Con las vedas no estoy muy de acuerdo, pero en las condiciones
actuales es bienvenida. Si se hacen bien las cosas, con manejo
sustentable no sería necesario. La ley preveía la veda, se prohibía la
pesca con redes. Ahora esto está habilitado al haberse vetado la ley.
–
¿El gran depredador es Entre Ríos?
En Santa Fe hay doce frigoríficos. Lo que pasa es que la ley actual de
Entre Ríos tiene menos rigurosidad que la de Santa Fe. En Entre Ríos la
autoridad de aplicación ha modificado muchas veces las tallas de
primera captura de los sábalos. Cuando cortaban el puente
Rosario-Victoria, retrocedían con la abertura de malla. En algún
momento tenía 20 ó 30 centímetros, y ahora esas cosas se pagan. Es por
eso que hasta los acopiadores dicen: "en Entre Ríos hacemos lo que
queremos". En cambio acá entiendo que hay un poco más de control: han
secuestrado 150 kilómetros de redes, han sancionado varios frigoríficos
lo que no es poco.
–
En Diamante dicen que sacan con 40 centímetros...
– No, están sacando más chico. De todos modos en Santa Fe tiene que tener 42 centímetros un sábalo para poder sacarlo.
–
¿Se reemplazó el sábalo por otra especie?
– No. Lo que ocurre es que el sábalo compite con la carpa por el
espacio. Si está el sábalo no está la carpa. Cuando se sacan muchos
sábalos queda un espacio que es ocupado por la carpa. Y eso es lo que
tiene que estar pasando, de modo que los pescadores dicen: "cada vez
hay más carpa".
La carpa no pertenece a este ecosistema, es una especie introducida.
Llegó al río Paraná vaya a saber por qué mecanismo. Originariamente es
del sudoeste asiático, es de China. Tiene una adaptación muy buena al
río y se adaptó.
Ahora bien, los peces como surubíes y dorados que están acostumbrados a
comer sábalos, no comen las carpas. Entonces, la carpa no tiene
competidores naturales, el pescador la tira de nuevo al agua, le quitan
el sábalo de encima, es como que todo las beneficia. Es muy preocupante
porque se están reemplazando las mejores especies.
–
¿Hay posibilidad de que la pesca entre en un cuello de botella irreversible?
– Depende con quién hablás. Las autoridades no reconocen que haya un
problema mayor. Pero es como cambiarle el nombre a las cosas, porque
hay sobreexplotación. Y no puede ser de otra forma porque se trabaja
con ejemplares chicos. Si los acopiadores quieren sacar cantidad del
río deberían dejarlos crecer, pero pesa mucho la avivada de sacar más
rápido.
–
¿Por dónde pasa la solución?
– Generación de puestos de trabajo, diversidad de opciones. Eso está
más claro en Santa Fe, donde hay muchos sectores que viven del recurso.
Sólo las jornadas de pesca deportiva dejan mucho dinero. Aquí la
opinión pública pesa más que en Entre Ríos.
Fuente: Revista Análisis N° 732
Paraná, Argentina, 23 noviembre 2006.
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Mafias Escrito por Roberto Hoyos el 2006-12-05 16:30:30 No hacen falta más palabras para describir el daño que se está haciendo. Pero mientras haya esa compra de conciencias en los diferentes lugares del mundo, siempre existirá "una mafia" . Deberíamos nosotros crear una, con un propósito contrario y con objetivos mas audaces. |