Funcionarios de la provincia
denunciaron que una disputa
entre Repsol-YPF y los mapuches
dueños de las tierras
donde están los yacimientos
de Loma de la Lata, interrumpió
el envío de materia prima
petroquímica al Polo
de Bahía Blanca y redujo
la cantidad de gas que transporta
el gasoducto Neuba II hasta
Buenos Aires.
El jefe del
gabinete provincial, José
Brillo, y ministro de Planificación,-
Alfredo Esteves, dijeron al
diario regional Río Negro,
que debido al conflicto la empresa
no puede acceder a reparar el
caño maestro que abastece
la planta separadora de gases
Mega y que por lo tanto el complejo
debió paralizar sus actividades.
El conflicto
es con la reserva mapuche Kaxipayín,
aunque una de las representantes
de esa agrupación -Verónica
Huilipán- afirmó
que de ninguna manera ellos
impiden que se repare el ducto
maestro. Explicó que,
en cambio, hay un conflicto
por la construcción de
un gasoducto hacia la planta
cuyo trazado -dijo- debe acordarse
con la comunidad.
Si bien Repsol-YPF
no emitió ningún
comunicado, los funcionarios
provinciales dicen que la empresa
ya presentó una denuncia
ante la justicia federal para
que se resuelva el conflicto.
El gas que
producen los pozos de la zona
es llevado a un caño
central de 16 pulgadas que abastece
la planta separadora de gases
que funciona como cabecera del
Mega. Ese es el caño
que tendría una pérdida
y que obligó a paralizar
la actividad. La planta del
Mega es parte de un complejo
que construyó Repsol,
junto con la brasilera Petrobras
y la norteamericana Dow Chemical,
dueña de plantas petroquímicas
en Bahía Blanca.
El complejo
de Loma de la Lata separa las
gasolinas livianas, el etano,
propano y butano, para enviarlos
a Bahía Blanca y deja
pasar el metano (la mayor parte
del gas natural) hacia el Neuba
II, uno de los 3 grandes ductos
hacia las zonas más pobladas
del país.
Brillo y Esteves
afirman que el problema podría
dejar sin materia prima a plantas
del Polo Petroquímico
de Bahía Blanca y producir
problemas de suministro de gas
natural a Buenos Aires, porque
el Neuba II -que estaba llevando
unos 20 millones de metros cúbicos
diarios a Buenos Aires- tiene
una merma de 7 millones por
día en su caudal.
Para los aborígenes,
la denuncia de los funcionarios
provinciales es una exageración,
para obligarlos a aceptar las
nuevas obras que quiere realizar
YPF-Repsol, sin considerar cuestiones
ambientales.
Las reservas
Kaxipayín y Paynemil
tienen con la empresa una muy
antigua disputa por la contaminación
de sus tierras y pretende que
se acuerde con ellos cualquier
nuevo trazado. Argumentan que
se deben tener en cuenta cuestiones
ambientales y no sólo
económicas.
Los indígenas
también están
enfrentados con el gobierno
provincial, que los emplazó
a entregar un informe de una
empresa alemana, en el que se
afirma que muchos pobladores
tienen altos contenidos de metales
en la sangre por la contaminación.
Los mapuches
dicen que no entregarán
el trabajo hasta que esté
terminado y que entonces reclamarán
un resarcimiento.
14 de marzo
de 2002
Fuente:
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