Piden que se
cumpla con la ordenanza que fija las
condiciones de los pet shops. En distintas
inspecciones encontraron animales
"hacinados, sin agua ni comida,
y hasta dopados"
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Los
negocios pueden recibir
multas de 750 a 5 mil pesos. |
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"La mayoría de los lugares
donde se venden mascotas no respetan
las condiciones mínimas para
alojar a los animales. Y, en muchos
casos, hasta se los somete a maltratos".
La denuncia, formulada ayer por dos
asociaciones proteccionistas de animales
de Rosario, tiene su sustento.
Desde hace tiempo, ambas entidades
realizan inspecciones regulares en
estos comercios y los resultados no
son nada halagüeños: "En
muchos casos encontramos animales
en estado lamentable, hacinados, sin
agua ni comida, sin un veterinario
responsable del lugar, y hasta hallamos
cachorros dopados", enumeró
la responsable de la Fundación
de Defensa Ecológica Albert
Schweitzer, Nelly Recla, a la par
que reclamó al municipio mayor
control sobre los locales de este
rubro.
Desde la Dirección de Registración
e Inspección de la Municipalidad
no pudieron precisar cuántos
comercios de venta de mascotas habilitados
existen en Rosario. Sin embargo, en
la guía telefónica figuran
más de una decena de pet shops.
"Y prácticamente todos
están en infracción",
advirtió Hilda Moreno desde
el Club de Animales Felices (CAF).
Y esta apreciación no es subjetiva.
Desde el año 94 rige en Rosario
la ordenanza Nº 5.783, que especifica
los requisitos que deben cumplir los
comercios donde se venden mascotas.
"Lo que pasa es que nadie los
controla. No lo hace la Municipalidad
al momento de su habilitación,
ni tampoco durante su funcionamiento",
consideró Moreno.
Así, entre las condiciones
que establece la norma y la realidad
de estos comercios "hay un abismo",
indicaron los proteccionistas. Y no
fueron lerdos para recordar las situaciones
que encontraron en las inspecciones
que realizaron.
"Constantemente estamos recibiendo
denuncias de este tipo porque los
vecinos ven que los animales están
solos, llorando y no tienen alimentos",
aseguró Recla e inmediatamente
recordó "el comercio de
Córdoba y Wilde donde los perros
están completamente hacinados",
u otros locales céntricos como
el de San Lorenzo al 1300, o el de
Paraguay al 900 que "ponen cachorros
en la vidriera y no les dejan agua
y comida".
Aunque están a la vista de
todos, la situación de los
pet shops instalados en los supermercados
(tanto en el Libertad como en el Norte)
no es mucho mejor. "Frecuentemente
hay más de dos animales por
jaula y están exhibidos fuera
de los comercios, donde quedan expuestos
a las manos de todos", sumó
Moreno.
En otros casos, como en el comercio
del primer piso del Shopping del Siglo,
"a las mascotas les falta ventilación,
no ven la luz del día y quedan
abandonados allí toda la noche
e, incluso, pasan los fines de semana
encerrados allí", agregó.
Al pie de la norma
Entre otros puntos, la ordenanza
5.783 estipula claramente que los
animales deberán estar en lugares
limpios y aireados, con alimentos
y agua de bebida "en forma permanente",
y que en ningún caso se permitirá
colocar "más de seis aves
o dos mamíferos por jaula"
que deberán estar bajo el control
de un médico veterinario.
Además, se establece que el
rubro de tenencia, exhibición
y venta de animales estará
"perfectamente separado"
del sector de venta de productos de
uso en medicina veterinaria y alimentos
balanceados. Y, salvo los peces, "no
se podrá exhibir ningún
animal en recipientes de vidrio, como
tampoco en la vía pública,
ni en lugares donde no estén
al reparo de las inclemencias del
tiempo".
Finalmente se indica que los caniles
deberán tener una altura equivalente
al doble del largo del animal, por
lo cual parados en dos patas los bichos
no podrán tocar nunca el techo
de la jaula. Y el piso de los alojamientos
deberá estar conectado a la
red cloacal, previa neutralización
bacteriológica para evitar
problemas sanitarios.
Del dicho al hecho
"Nos costó mucho que
el Concejo Municipal apruebe esta
ordenanza. Y ahora tenemos que seguir
trabajando para que finalmente la
norma se cumpla", consideró
Moreno. A la par que advirtió
las consecuencias que tiene someter
al animal a estas condiciones. "En
principio, los cachorros se estresan
muchísimo y, en otros casos,
hasta se podría equiparar a
situaciones de maltrato".
Recla fue aún más allá:
"Muchas veces encontramos cachorros
dopados que duermen las 24 horas,
porque es la única forma de
mantener quieto a un animal que, a
corta edad, es absolutamente activo.
Y ni me quiero imaginar el destino
que tienen estos animales si no encuentran
quién los compre", deslizó.
La venta de animales silvestres,
como las iguanas muy en boga en estos
días, es otro tema. "Sólo
pueden hacerlo si provienen de criaderos
autorizados. Y esto rara vez se cumple",
advirtió Recla.
En algunos casos, los proteccionistas
llevaron las denuncias hasta la policía
y la Justicia, otras veces optaron
por "escrachar" a los profesionales
que están al frente de estos
comercios. Sin embargo, saben que
su poder de acción es limitado.
"La Municipalidad es quien tiene
el poder de controlar y sancionar
a los comercios que no cumplen la
ordenanza", recalcaron. Y en
este tema la norma fija multas de
750 a 5.000 pesos, decomiso y hasta
clausuras de 90 días a quienes
no cumplan con estas disposiciones.
Al mismo tiempo, extiende la responsabilidad
al profesional a cargo del establecimiento.
"Mercaderes"
Recla describió sin piedad
a los dueños de los comercios
donde se venden mascotas. "Son
mercaderes que ofrecen animales como
si fueran macetas, cepillos o escobas",
aseguró.
25 de abril de 2003
Fuente:
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