Edimburgo, Escocia - Los aficionados
a la pesca con caña y los activistas
de los derechos de los animales alejaron
aún más sus posturas el
miércoles después de que
unos científicos dijeran por
primera vez que los peces sienten dolor.
El estudio sobre la trucha arcoiris,
realizado por investigadores en Escocia,
descubrió indicios de que los
peces tienen sentimientos, incluido
el estrés y el dolor.
Pero el principal grupo de pescadores
con caña de Gran Bretaña
puso en duda la investigación
y afirmó que los hallazgos
contradicen estudios anteriores.
La Royal Society publicó el
miércoles los últimos
descubrimientos de unos experimentos
hechos con abejas, en los que los
insectos picaban a las truchas en
la boca y algunos de los peces realizaban
un movimiento de "balanceo",
según la Asociación
de la Prensa (PA, por su sigla en
inglés).
El estudio en la Universidad de Edimburgo
y del Instituto Roslin llegó
a la conclusión de que los
peces tienen receptores del sistema
nervioso en la cabeza, lo que les
permite responder a estímulos
nocivos.
Los receptores encontrados en las
truchas son los primeros que se hallan
en peces y tienen propiedades similares
a los descubiertos en anfibios, pájaros
y mamíferos, incluidos los
humanos, dijo la PA.
La doctora Lynne Sneddon, que dirigió
el estudio, explicó: "Nuestra
investigación... sugiere que
los estímulos nocivos en la
trucha arcoiris tiene efectos fisiológicos
y de comportamiento adversos. Esto
cumple los criterios sobre el dolor
en animales".
La organización defensora
de los derechos de los animales Gente
por el Tratamiento Etico de los Animales
(PETA, por su sigla en inglés),
que se opone a la pesca con caña,
recibió con beneplácito
el estudio, pero dijo que los peces
no deberían sufrir para demostrar
algo obvio.
El director de PETA en Europa, Dawn
Carr, señaló que es
"deplorable que se hiciera sufrir
a estos animales para el estudio,
porque llevamos diciendo desde hace
años que, por supuesto, los
peces pueden sufrir y sentir dolor,
como todos los animales".
"No obstante, esperamos que
cuando la gente vea estos resultados,
se lo piense dos veces antes de ir
a pescar", agregó. "Biólogos
marinos y el sentido común
nos dicen que si se engaña
a un pequeño animal para que
muerda un anzuelo y se lo clave en
la boca, el animal sufre", señaló.
"Es espantoso que la gente siga
yendo a pescar por diversión",
dijo.
La Alianza Nacional de Pesca (NAA,
por su sigla en inglés) que
representa a un millón de pescadores
en el Reino Unido, consideró
"sorprendentes" las conclusiones.
Un vocero dijo que "estos descubrimientos
contradicen los estudios recientes
del profesor James D. Rose, de la
Universidad de Wyoming, que afirmó...
que los peces carecen de las regiones
cerebrales específicas y necesarias
-- el neocortex -- para poder sentir
dolor o miedo".
El doctor Bruno Broughton, un biólogo
experto en peces y consejero científico
de la NAA, agregó: "Dudo
que sorprenda mucho a los pescadores
saber que los peces tienen células
sensoriales en la boca. Ni tampoco
sorprende que, cuando se inyecta veneno
en sus labios, los peces responden
y se comportan de forma anormal".
"No obstante, es un asunto distinto
sacar conclusiones sobre la capacidad
de los peces para sentir dolro, una
experiencia psicológica para
la que, literalmente, no tienen cerebro",
comentó.
30 de abril de 2003
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