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La
minería de carbón
ha causado daños
en los Apalaches de Estados
Unidos. |
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San Francisco - La peruana María
Elena Foronda Farro, que lideró
una campaña para sanear la industria
de derivados de la pesca en su país,
y la hija de un minero del carbón
que lucha por terminar con una destructiva
forma de minería están
entre los siete activistas del medio
ambiente galardonados el lunes con los
premios Goldman.
Entre los otros premiados, se encuentran
Odigha Odigha, un activista que logró
protección para los últimos
bosques fluviales que quedan en Nigeria,
y dos ancianas aborígenes que
intentan detener la construcción
de un basurero nuclear en Australia.
"Los ganadores de este año
miraron más allá de
ellos mismos, a menudo arriesgando
su libertad o su seguridad, para inspirar
a sus comunidades a poner en marcha
iniciativas de protección ambiental",
dijo Richard Goldman, creador de los
premios.
El premio Goldman, otorgado anualmente
a activistas de todo el mundo según
regiones, es considerado el Nobel
del movimiento ecologista. Cada ganador
regional es premiado con 125.000 dólares.
Foronda, una socióloga de
44 años, ganó por sus
esfuerzos para establecer sociedades
entre grupos comunitarios, productores
de la industria del pescado y el gobierno
para instituir prácticas de
desarrollo sostenible en la producción
de derivados de la pesca.
La galardonada de este año
por América del Norte fue Julia
Bonds, oriunda de West Virginia, y
quien ha hecho campaña para
detener la destrucción de los
Apalaches mediante una práctica
que incluye la voladura de cimas para
que las máquinas puedan encontrar
finas vetas de carbón.
Bonds, de 51 años, hija de
un minero del carbón y directora
de la organización "Coal
River Mountain Watch", es víctima
de constantes amenazas como parte
de su lucha contra una forma de minería
a la que culpa de destruir el medio
ambiente y forzar la evacuación
de pueblos enteros.
El premiado por Europa, Pedro Arrojo-Agudo,
de España, es un profesor de
economía que fue el principal
arquitecto de la campaña para
detener el Plan Hidrológico
Nacional, considerado por los críticos
como una medida que cortaría
y redirigiría los últimos
ríos de libre flujo que quedan
en el país.
Las aborígenes australianas
Eileen Kampakuta Brown y Hielen Wani
Wingfield fueron galardonadas por
liderar una campaña para detener
la construcción de un depósito
de desechos nucleares en el desierto
del sur de Australia.
El ganador africano de este año
fue Odigha Odigha, de 46 años,
quien ayudó a que se limite
la explotación forestal en
Cross River State, en el sudeste de
Nigeria.
Estos son los últimos bosques
pluviales que quedan en el país
y son el hogar de unas 2.400 comunidades
nativas.
El ganador de Asia fue el filipino
Von Hernández, de 36 años,
un activista que organizó campañas
en contra de los incineradores de
basura, que expelen al aire dioxinas
que pueden causar cáncer. Sus
esfuerzos llevaron a que su país
fuera la primera nación del
mundo en prohibir los incineradores
de basura.
16 de abril de 2003
Fuente:
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