Acusada frecuentemente
de transformar a hombres lobo y de alimentar
a lunáticos, la Luna tiene a
pesar de todo un importante papel en
la vida real. Su gravedad produce las
mareas en los mares y océanos.
Ahora, además, los científicos
han descubierto que dichas mareas influyen
en los movimientos de las corrientes
de hielo en la Antártida.
Un grupo de geólogos de la
NASA, de la Penn State University
y de la University of Newcastle, ha
observado durante años el comportamiento
de la Ice Stream D, una corriente
de hielo situada en la Antártida
occidental. El doctor Sridhar Anandakrishnan,
de la Penn State, por ejemplo, afirma
que ha visto a esta corriente hacerse
más lenta, hasta alcanzar la
mitad de su velocidad promedio, y
después acelerar de nuevo.
Anandakrishnan y sus colegas creen
que este patrón de cambios
se debe al periódico ascenso
y descenso de las mareas oceánicas.
Las corrientes heladas de esta región
trasladan grandes cantidades de hielo
desde el centro del glaciar hacia
el océano. Dicho glaciar se
halla en parte sobre tierra firme,
deslizándose, y en parte sobre
el agua, flotando y avanzando.
Si observamos con detenimiento las
diversas corrientes de hielo que existen
en la zona, se puede comprobar que
algunas se mueven rápidamente,
otras reducen su velocidad y aún
otras se detienen por completo. La
corriente llamada Whillan's Ice Stream
tiene un comportamiento particularmente
extraño: se detiene y después
se desliza durante un tiempo, moviéndose
a lo largo de grandes distancias antes
de pararse otra vez.
El hecho de que tan enorme río
de hielo puede ser detenido por un
simple cambio de apenas un metro en
la altura de la marea no hace sino
poner de manifiesto cuán delicado
es el equilibrio de fuerzas en el
borde de la placa helada, explica
Robert Bindschadler, autor principal
del trabajo y glaciólogo del
Goddard Space Flight Center.
El y sus colegas combinaron los datos
de varias corrientes de hielo y produjeron
un modelo de cómo las mareas
controlan el proceso de deslizamiento
y parada. Así, calcularon que
si no hubiera mareas, los deslizamientos
se producirían cada 12 horas.
En realidad, las corrientes de hielo
permanecen quietas durante 18 horas
y después se deslizan durante
10 a 30 minutos, hasta pararse. A
continuación, 6 horas después,
se reinicia el deslizamiento hasta
que éste se vuelve a detener.
Los científicos han comprobado
que el primer deslizamiento después
de las 18 horas de pausa corresponde
aproximadamente a la marea alta, y
que el segundo se produce cuando la
marea empieza a descender (aunque
todavía no está baja).
¿Por qué ocurre esto?
La porción superior de la corriente
de hielo se mueve en todo momento.
Cuando la marea se eleva y ejerce
presión hacia arriba, el hielo
de algún punto en el medio,
se atasca. La presión del hielo
superior, que no se detiene, acabará
por superar el punto de atascamiento,
provocando un deslizamiento y una
posterior parada. La marea continuará
ascendiendo para después retroceder,
poniendo todavía presión
sobre la corriente de hielo hasta
que ésta vuelva a deslizarse.
28 de agosto de 2003
Fuente:
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