Viven sin oxígeno,
crecen en condiciones salinas y alcalinas,
y podrían ofrecernos pistas sobre
qué tipo de vida podría
subsistir en Marte. Se trata de una
nueva especie de organismo que ha sido
aislado por científicos del National
Space Science and Technology Center.
El descubrimiento fue publicado en el
número de mayo de 2003 de la
revista International Journal of Systematic
and Evolutionary Microbiology. En el
artículo, Richard Hoover y Elena
Pikuta, del NSSTC, identifican y describen
la Spirochaeta americana, una nueva
especie que encontraron en los sedimentos
del Mono Lake, un lago cuyas condiciones
ambientales resultan muy interesantes
para la Ciencia.
El microorganismo es una bacteria
alargada y muy delgada, un extremófilo
capaz de sobrevivir en unas condiciones
extremadamente duras. El entorno en
el que viven, en efecto, sería
letal para muchas otras formas de
vida, incluyendo la humana. Tanto
nosotros como otros organismos multicelulares
necesitamos oxígeno para vivir.
En cambio, la Spirochaeta americana
lo hace en ausencia de este elemento.
Los humanos necesitan agua dulce para
beber, mientras que este organismo
se desenvuelve en un ambiente altamente
salino. En la escala de acidez (pH),
nosotros preferimos vivir en lugares
situados entre 6,5 y 7,5. La nueva
especie se siente más cómoda
con un pH de entre 8,0 y 10,5.
Desde que la primera especie de Spirochaeta
fue descubierta en 1835, sólo
trece especies han sido descubiertas
en el mundo, habitando en entornos
que van desde sedimentos a pozos petrolíferos.
Sus paredes celulares son muy delicadas
y es difícil mantener a estos
organismos vivos durante largos períodos
de tiempo en el laboratorio.
Los extremófilos son las formas
de vida más antiguas de la
Tierra, y pueden vivir en glaciares,
chimeneas volcánicas súper-calientes,
reactores nucleares, en la total oscuridad
y la altísima presión
de las profundidades marinas, o en
las rocas bajo la corteza terrestre.
También pueden vivir sin oxígeno
(de hecho, morirían en su presencia).
Todas estas condiciones revelan que
la vida es mucho más resistente
de lo que podríamos pensar.
Y dado que en otros lugares del sistema
solar, como en Marte, se encuentran
condiciones tan difíciles como
las descritas, los científicos
piensan que también podrían
poseer vida. Explorando los límites
de los organismos terrestres, estamos
también arrojando luz sobre
los tipos de vida que podrían
poseer lugares como el mencionado
Planeta Rojo, o las lunas de Júpiter,
Ganímedes y Europa.
2 de agosto de 2003
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