Si, como dice
la Agencia de Protección
Ambiental de los Estados Unidos
(EPA), hay que entender que
"toda agua contiene impurezas",
es igualmente importante prestar
atención a que muchas
sustancias impuras no son inocuas."Los
minerales en ciertos niveles,
igual que los químicos"
pueden resultar peligrosos.
El organismo
clasifica los contaminantes
del agua en cuatro grupos principales
y advierte acerca de los posibles
efectos sobre la salud en las
personas expuestas a las fuentes
hídricas afectadas por
cantidades inadecuadas de aquéllos.
En el grupo de químicos
inorgánicos se cuentan
el arsénico, el bario,
el cromo, el cobre, el flúor
y el plomo, entre otros. El
de los químicos orgánicos
incluye el benceno, las dioxinas,
el diclopropano y el heptacloro.
Un tercer grupo abarca los radionucleicos,
como los emisores de fotones,
y el último grupo, el
de los microorganismos, incluye
principalmente ciertos virus
y bacterias.
Las enfermedades
que causan las aguas contaminadas
van desde los trastornos hepáticos
hasta el cáncer, las
lesiones en los sistemas nervioso
y óseo, la hipertensión
y las lesiones renales. Sustancias
como el plomo están vinculadas
con el retardo en el desarrollo
mental de los niños.
"Sabemos que en muchas
regiones de la Argentina sustancias
como el arsénico provocan
lesiones en la piel y cáncer
-afirma Delucchi-. Hay que actuar
hoy aunque el daño no
se vea, porque éste es
acumulativo y muchas veces se
percibe cuando ya es demasiado
tarde."
5 de febrero
de 2002
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