San Diego
-- Oculta en un rincón
de un edificio estilo español
colonial del zoológico
de San Diego hay una moderna
Arca de Noé.
Cuatro tanques
de ultracongelación contienen
una colección increíble
de algunos de los animales más
escasos del planeta, tales como
osos panda, cóndores
y una ballena gris californiana.
Claro que
no están en exhibición.
Muestras de tejidos de estos
animales están almacenadas
en ampollas de plástico,
sumergidas en nitrógeno
líquido a 196 grados
centígrados bajo cero.
Hace 25 años,
cuando crearon el llamado Zoológico
Congelado, los científicos
no sabían por qué
lo hacían. Simplemente
les parecía acertado
congelar las células
vivas de especies en peligro
de extinción.
Hoy, esa visión
resulta justificada.
La esperanza
de las especies
Los científicos
piensan con optimismo que en
marzo saldrá la vida
de su zoológico de hielo,
la mayor colección de
su tipo en el mundo.
En una granja
del estado de Iowa pastan once
vacas preñadas con semen
del llamado ganado de Bali.
Estos animales de cuernos curvos
y patas blancas -- también
conocidos con el nombre malayo
de "banteng" -- están
reducidos a menos de 8.000 ejemplares
en estado salvaje, principalmente
en pequeñas manadas en
la isla de Java.
Los científicos
de la empresa Advanced Cell
Technology, que el año
pasado causó estupor
cuando intentó clonar
embriones humanos, fusionó
el ADN de reses de Bali con
30 óvulos de vaca, los
sometieron a una descarga eléctrica
para estimular el desarrollo
y rezaron por el nacimiento
de las crías.
El experimento
ha dado mejores resultados de
lo que se esperaba, y los científicos
pronostican, eufóricos,
que habrá por lo menos
seis banteng clonados que llamarán
"mamá" a una
vaca.
"Tendremos
una pequeña manada",
dijo el doctor Robert Lanza,
de Advanced Cell.
Aún
no se sabe qué harán
con la "manada". El
objetivo final es alojar a los
banteng clonados con sus congéneres
exhibidos en San Diego. Pero
antes, los científicos
quieren asegurarse de que los
animales puedan viajar y posean
las aptitudes necesarias para
integrarse y desarrollarse con
los nacidos en la naturaleza.
Muchos esperan
que este novedoso experimento
de clonación cruzada
se constituya en fórmula
idónea para conservar
especies en peligro, e incluso
revivir animales extinguidos.
"Esto
no es un juego", afirmó
Oliver Rider, director del Zoológico
Congelado. "Es un campo
nuevo, tenemos la responsabilidad
de ver qué beneficios
se pueden derivar de esta tecnología".
La clonación,
la solución
Los naturalistas
siempre se han preguntado cómo
se puede rejuvenecer una especie
moribunda. ¿Conviene
motivarla en su hábitat
natural o en cautiverio? ¿Cuál
es el nivel prudente de ayuda
que se puede brindar a especies
como el panda, que conciben
con gran dificultad?
Rider y muchos
de sus colegas dicen que la
clonación no es la solución.
La conservación del hábitat,
la veda de caza y otros métodos
son prioritarios. Pero la tecnología
puede ser una herramienta útil,
sobre todo en materia de diversidad
genética.
En lugar de
confiar en el conjunto existente
y limitado de genes de las especies
vivas en peligro, los científicos
esperan usar la clonación
para reintroducir los genes
de animales desaparecidos hace
mucho tiempo.
Varias instituciones
desarrollan proyectos similares.
El parque
Jurásico ¿una
realidad?
El Centro
Audubon de Investigaciones Sobre
Especies en Peligro trabaja
en la clonación de varios
animales como el banteng, el
antílope y ciertos felinos.
China trabaja con conejos para
la clonación de pandas,
que al nacer miden unos 15 centímetros
de longitud.
Se habla incluso
de revivir animales extinguidos
como el mamut, pero Rider lo
considera utópico.
"Eso
es el Parque Jurásico",
dijo Rider. "Interesante,
pero imposible".
El problema
de los animales extintos es
la falta de ADN viable. Los
científicos necesitan
cantidades relativamente grandes
de tejidos vivos para clonar
con éxito, y aún
así deben superar importantes
obstáculos tecnológicos
y éticos.
Los defensores
de los derechos de los animales
dicen que la tecnología
de la clonación es cruel
en vista de su escaso rendimiento.
Activistas religiosos, enemigos
de la biotecnología y
feministas temen que se lo use
para crear seres humanos.
La ineficiencia
de la tecnología -- la
obtención de seis crías
de un total de 30 embarazos
es considerado un éxito
-- pone de manifiesto las dificultades.
La vaca es el animal más
clonado del mundo, pero se necesitan
diez embarazos para obtener
un solo clon bovino.
Otra dificultad
es la incompatibilidad del óvulo
de la especie anfitriona y el
núcleo de la especie
que se desea clonar.
Hace dos años,
Advanced Cell clonó un
gaur -- una especie de buey
salvaje -- en una vaca, en la
primera experiencia conocida
de clonación cruzada.
Pero el gaur murió de
disentería dos días
después del parto.
26 de octubre
de 2002
Fuente:
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