Inundaciones,
hambruna, epidemias y otros
desastres podrían azotar
en las próximas décadas
a los países del mundo
si persiste la actual tasa de
calentamiento global, según
un estudio de la ONU divulgado
en Ginebra en el día
de ayer.
En el informe,
elaborado por la Comisión
Intergubernamental sobre Cambios
Climáticos de Naciones
Unidas con la participación
de 700 científicos, se
describe un desolador panorama
para las futuras generaciones.
Calamidades
Los científicos
prevén el derretimiento
de los casquetes polares, así
como la muerte de innumerables
especies de animales, aves y
vegetales. Vastas áreas
de cultivo se volverían
desérticas, los arrecifes
que permiten la supervivencia
de muchos peces quedarían
destruidos y los estados insulares
del Pacífico y el Caribe
se hundirían en el mar,
dijo el documento.
Gran parte
de América latina, desde
México a la Argentina,
podría sufrir un declive
en el rendimiento de sus cultivos,
los bosques tropicales caducifolios
podrían menguar de tamaño
y se propagarían nuevas
enfermedades, mientras que especies
animales conocidas en todo el
mundo, como el quetzal guatemalteco,
podrían desaparecer.
Los países
pobres sufrirían la peor
parte de los devastadores cambios
debido al calentamiento global,
pero las naciones ricas no quedarían
exentas. Por ejemplo, Florida
y algunas regiones de la costa
atlántica estadounidense
sufrirían fortísimas
tormentas y un acusado ascenso
del nivel del mar.
"La
mayoría de la población
de la Tierra llevaría
las de perder", declaró
el científico James J.
McCarthy, especialista en ambiente
de la Universidad de Harvard
y uno de los presidentes de
la comisión.
Dada la delicadeza
política del debate climático,
el sumario de 19 páginas
fue objeto de un meticuloso
escrutinio por parte de representantes
gubernamentales durante la semana
de debates previa a su publicación.
"Los
cambios climáticos pronosticados
para el siglo XXI podrían
producir cambios futuros a gran
escala y probablemente irreversibles
en los sistemas de la Tierra",
señaló el informe.
Y agregó que esto podría
tener consecuencias 'continentales
y globales'.
El mensaje
final del estudio es aterrador,
ya que indica que los efectos
de los cambios climáticos
provocados por el hombre llevarán
a:
|
Fenómenos climáticos
"extraños",
como ciclones, inundaciones
y sequías. |
|
Desplazamientos
masivos de poblaciones de
las áreas más
afectadas. |
|
Grandes
pérdidas de vidas. |
|
Mayor riesgo de enfermedades
como la malaria, debido
a la propagación
de los mosquitos transmisores |
|
Extinción de especies
completas debido a la destrucción
de sus hábitats. |
Según
el informe, las pérdidas
económicas globales de
las catástrofes naturales
se incrementaron de unos 4.000
millones de dólares anuales
en la década de 1950,
a 40.000 millones de dólares
en 1999. Y los costos totales
reales resultan ser el doble
si se toman en cuenta desastres
menores también relacionados
con el clima, agregó.
Informe
final en septiembre
El texto,
al que va adjunto un Resumen
para Responsables de Formulación
de Políticas, es el segundo
de los cuatro que se divulgarán
este año, mientras los
gobiernos se aprestan a realizar
un nuevo esfuerzo para definir
un acuerdo internacional sobre
la manera en que puede enfrentarse
el problema y evitarse los desastres
pronosticados.
El primero
de esos informes, presentado
en enero en Shanghai, dijo que
la atmósfera terrestre
se calienta con mucha más
rapidez de la que pensaba la
CICC y atribuyó eso al
uso de combustibles fósiles,
la contaminación industrial
y la destrucción de bosques
y tierras húmedas.
En marzo,
la CICC divulgará en
Accra, Ghana, un tercer informe
en el que se estudiará
qué puede hacerse para
frenar el proceso y ayudar a
los seres humanos (así
como a la fauna y flora silvestres)
a adaptarse a los cambios que
son ya irreversibles.
El documento
final de la investigación,
que se dará a conocer
en septiembre, conjugará
las conclusiones y recomendaciones
en un solo informe que tanto
científicos como ecologistas,
al igual que las empresas aseguradoras
y las nuevas industrias de energía
limpia, esperan estimule a los
gobiernos a tomar medidas.
La CICC tiene
sus críticos en algunos
sectores de la comunidad científica,
para quienes no existen pruebas
contundentes de que esté
ahí un inusitado calentamiento
global.
Las críticas
proceden de las industrias que
producen o utilizan combustibles
como el carbón y el petróleo,
así como también
de adversarios de la ONU para
quienes el programa de la comisión
es parte de una trama para lograr
la instauración de un
gobierno global de burócratas
internacionales.
20 de febrero
de 2001
Fuente:
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