Las estelas de condensación
que dejan los aviones comerciales
tienen una considerable influencia
en el clima, según científicos
que estudiaron los cielos de
Estados Unidos durante la inusual
interrupción del tráfico
aéreo después
de los ataques del 11 de septiembre.
Durante esos tres días
de pausa en los vuelos comerciales,
en los que desaparecieron de
los cielos esas estelas, las
oscilaciones entre altas y bajas
temperaturas aumentaron en 1,1
grado centígrado cada
día, según expertos
meteorológicos.
"Creo que hemos demostrado
que las estelas de los aviones
pueden afectar las temperaturas",
dijo el científico que
encabezó la investigacíon,
David Travis, de la Universidad
de Wisconsin.
En muchos aspectos, las estelas
se comportan de la misma manera
que los cirros, que son las
nubes situadas en las zonas
superiores de la atmósfera
que bloquean la energía
solar desde arriba y atrapan
el calor abajo.
A consecuencia de ello, las
estelas reducen la diferencia
diario entre las temperaturas
altas del día y las bajas
de la noche. Las estelas, al
proporcionar aislamiento adicional,
rebajan aún más
la oscilación.
Con el incremento del tráfico
aéreo y el aumento consiguiente
de las estelas, la variación
natural declinará y podría
alterar los ecosistemas regionales,
conjeturas algunos científicos.
Ciertos árboles, cultivos
y especies de insectos dependen
de específicas variaciones
diarias de temperaturas para
su supervivencia.
En algunos aspectos, las estelas
difieren de sus semejantes naturales.
Los cirros dejan salir menos
calor que el que entra, lo que
produce un incremento neto de
las temperaturas terrestres,
según expertos en clima.
Con respecto a las estelas,
dijeron no estar tan seguros.
"Las estelas son más
densas y bloquean la luz solar
mucho más que los cirros
naturales", señaló
Travis, quien realizó
el estudio junto con Andrew
Carleton de la Penn State University
en University Park, Pensilvania.
Publicaron los hallazgos de
la investigación en la
edición de Nature de
esta semana.
"Y las estelas son mucho
más frecuentes cuando
sale el sol", indicó.
"Cuando esto ocurre, hay
una posibilidad de que contrarresten
el calentamiento global, y eso
es lo que tratamos de determinar",
expresó.
Los investigadores tienen previstos
más estudios para resolver
la cuestión, pero dijeron
que esperan basarse únicamente
en indicios circunstanciales.
"Esperamos que no vuelva
a ocurrir nunca otra tragedia
como el 11 de septiembre",
expresó Travis.
10 de agosto
de 2002
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