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Piacentini
tiene por delante
una delicada tarea
que fructificará
el año próximo. |
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El físico
rosarino Rubén Piacentini
fue seleccionado por la Organización
de las Naciones Unidas (ONU)
como árbitro internacional
en un informe que se elabora
cada cuatro años para
evaluar los efectos que causa
en el medio ambiente la destrucción
de la capa de ozono, además
de su relación con el
cambio climático.
El nuevo encuentro
se realizó a mediados
de setiembre en Salt Lake City,
Estados Unidos, y convocó
a una veintena de científicos
de distintos países entre
los cuales estuvo elegido el
investigador local quienes
determinarán un soporte
teórico que guiará
acciones futuras en la preservación
del equilibrio ecológico
mundial. También se seleccionarán
nuevas líneas de investigación
como las consecuencias del aumento
de la temperatura que, según
se presume, puede producir cáncer
en seres humanos.
Hasta el
momento se sabía que
era sólo la exposición
a los rayos ultravioletas lo
que producía cáncer.
Pero ahora se está
trabajando en una nueva hipótesis:
los efectos del incremento de
la temperatura en el desarrollo
de enfermedades dermatológicas,
informó Piacentini, quien
además de dirigir durante
quince años el Planetario
Municipal es profesor titular
del departamento de Física
de la Facultad de Ciencias Exactas
de la Universidad Nacional de
Rosario (UNR) e investigador
principal del Conicet.
En el documento
preliminar elaborado en Salt
Lake se volcaron resultados
de experimentos realizados con
animales y a partir de ahora
se tenderá a investigar
la relación que existe
entre el fenómeno del
recalentamiento se calcula
que la temperatura media de
la Tierra aumentó 6 décimas
de grado en un siglo y
el desarrollo de esa enfermedad
en las personas.
Junto a una
veintena de científicos
de todo el mundo, Piacentini
fue seleccionado directamente
por las Naciones Unidas para
actuar como árbitro de
seguimiento en los trabajos
que se están desarrollando
sobre varios puntos relacionados
al eje temático de la
convocatoria. En realidad,
la función que nos compete
en este tipo de informes apunta
a leer puntualmente los trabajos
realizados por colegas y hacer
sugerencias y señalamientos
si hicieran falta
para decidir cuáles son
las líneas de investigación
que se desarrollarán
en el futuro, explicó.
Del informe
final que será
publicado entre marzo y abril
de 2003 se evaluará
el estado salud del planeta
en lo que se refiere al debilitamiento
de la capa de ozono y la emisión
de gases que provocan el efecto
invernadero. Posteriormente,
los lineamientos esgrimidos
por los científicos servirán
para remarcar la responsabilidad
de los distintos países
en cuanto a acciones gubernamentales
en relación al medio
ambiente, una iniciativa política
que quedará en manos
de la ONU.
Uno de los
compromisos que reconocen quienes
actúan como árbitros
internacionales para juzgar
el trabajo de sus pares científicos
es la aceptación de una
cláusula de confidencialidad,
que no les permite divulgar
información directa sobre
las investigaciones desarrolladas
hasta su publicación
oficial.
Como el último
informe se efectuó en
1998, durante la cumbre científica
realizada en Salt Lake ciudad
ubicada en el estado norteamericano
de Utah se efectuaron
comparaciones en cuanto a los
avances del conocimiento con
relación a los efectos
de la radiación ultravioleta
sobre el ecosistema terrestre
y acuático, la composición
del aire y la destrucción
de materiales expuestos al sol
como los plásticos y
los tejidos.
Junto a
la Nasa
Además
de ser docente e investigador
en el ámbito local y
nacional, Piacentini es miembro
del Equipo Satelital Toms de
la Nasa que estudia el debilitamiento
de la capa de ozono y el incremento
de la radiación ultravioleta
que también afecta
el territorio argentino,
un trabajo que se desarrolla
en forma conjunta desde 1998
con el Servicio Meteorológico
Nacional y la Comisión
Nacional de Actividades Espaciales.
A Salt
Lake City también llevamos
los resultados de esas investigaciones,
que muestran cómo la
puna de Atacama es una de las
zonas de la Argentina más
expuestas a la excesiva filtración
de rayos ultravioletas. Justamente
porque es un desierto de altura
y está ubicado en una
zona intertropical, con el sol
siempre en alto y con una capa
de ozono naturalmente delgada,
describió.
Vinculan
efectos de dos problemáticas
Una de las
novedades que se evidenciaron
en la cumbre científica
de Salt Lake, Estados Unidos,
fue la vinculación entre
dos problemáticas que
hasta el momento se habían
investigado en forma independiente
como la destrucción de
la capa de ozono y los cambios
climáticos producidos
a raíz del efecto invernadero.
En esta oportunidad se trataron
los efectos combinados
entre ambos fenómenos,
una línea de investigación
que marcará la experimentación
en un futuro cercano.
Hasta la
actualidad, los científicos
intentaron diferenciar los dos
grandes temas, ambos con implicancias
directas en el medio ambiente
mundial. Cuando se habla de
destrucción de la capa
de ozono a raíz de la
emanación de gases, se
plantea un debilitamiento de
la misma y no una perforación
directa como se supone desde
el imaginario colectivo
que favorece una mayor filtración
de los rayos ultravioletas más
nocivos desde el punto de vista
biológico. En ese ítem
se inscribe el desarrollo de
enfermedades como el cáncer
de piel, un mal que tiene relación
con los niveles de exposición
directa a los rayos solares.
Desde hace casi dos décadas
el agujero de ozono alcanza
su máxima extensión
en la zona de la Antártida.
El otro gran tema científico
se refiere al recalentamiento
global, producido por la emanación
de gases. Ese fenómeno
es más viejo, ya que
se remonta a los inicios de
la revolución industrial,
aunque evolucionó posteriormente.
La hipótesis señala
a la actividad humana especialmente
la que se registra en países
como Estados Unidos como
responsable de engrosar la manta
de gases del efecto de invernadero,
a raíz de la combustión
de carbón, petróleo
y gas natural.
15 de octubre
de 2002
Fuente:
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