Las vastas
reservas animales de la tundra,
la taiga y la estepa rusas podría
convertirse en la meca de los
cazadores de todo el mundo.
La posibilidad fue enunciada
por un ministro y un asesor
presidencial ruso durante la
primera Feria Internacional
de Caza, que con el lema Naturaleza,
Caza y Trofeos se celebró
en el Centro Olímpico
de Moscú.
Según
Serguéi Yastrzhembski,
asesor del presidente Putin,
la exhibición dejó
en claro cuáles son las
posibilidades de Rusia en materia
de caza, actividad a la
que calificó como fundamental
para preservar la vida silvestre.
Por su parte, el ministro de
Agricultura, Alexéi Gordéyev,
se refirió al costo de
la licencia para cazar en Rusia:
Debe ser similar al que
se paga en el resto del mundo,
dijo.
Gordéyev
dijo que, actualmente, el precio
de las licencias de caza en
Rusia es hasta cien veces más
barato que el que los cazadores
deben abonar en otros países.
El gobierno local considera
imperioso regular la actividad,
sobre todo porque, en los últimos
años, en Rusia, ha aparecido
una nueva clase emergente, bautizada
los nuevos rusos,
que son muy ricos y están
dispuestos a gastar miles de
dólares para vivir experiencias
extremas.
A bordo de
helicópteros de combate
alquilados ilegalmente al ejército,
montados en motos de nieve o
en vehículos 4 x 4 equipados
como carros de combate, los
furtivos nuevos rusos
matan lobos, osos, alces y jabalíes
con sus fusiles de asalto Kalashnikov
y sus arcos estilo Rambo.
Al problema
de la caza indiscriminada se
añade, además,
la contaminación reinante
en ciertas zonas, donde el vertido
de las fábricas, las
plantas nucleares y los oleoductos
acaba cada año con la
vida de miles de animales, poniendo
a decenas de especies al borde
la extinción.
Paradójicamente,
la fuga radioactiva de Chernobyl
permitió la recuperación
numérica de algunas especies
de animales salvajes. Aunque
aún no se sabe qué
efectos tendrá el accidente
sobre los animales, la fuga
forzó el desplazamiento
del hombre, lo que permitió
que las bestias se reprodujeran.
Rusia tiene 3,7 millones de
hectáreas de caza, en
la que abundan ciervos, jabalíes,
alces, antílopes, renos,
osos pardos y polares, lobos,
zorros, linces y martas.
13 de enero
de 2003
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