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Impresionantes.
Los dientes fosilizados
del cocodrilo, recién
encontrados. (Foto:
AFP) |
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Quien creyera
que los dinosaurios fueron los
animales más grandes
y, algunos, los más voraces
que en el mundo han sido, se
equivoca: en Nigeria encontraron
un cocodrilo más largo
que un colectivo cuya dieta
estaba basada, justamente, en
los afamados animales prehistóricos.
El cocodrilo
vivía a la orilla de
un río y hacía
sus diez toneladas de peso comiendo
los dinosaurios vecinos. "En
estado adulto este animal era
realmente un monstruo",
subrayó Paul Sereno,
un especialista de la Universidad
de Chicago, como para confirmar
lo que sin dudas se podía
sospechar.
Sereno y su
equipo encontraron los restos
el año pasado en un lugar
que ahora es un desierto pero
en los tiempos del animal fue
un ecosistema boscoso atravesado
por ríos. Determinaron
que el animal pertenecía
a la especie Sarchosuchus imperator
(emperador de los cocodrilos
carnívoros), un grupo
que habían descubierto
científicos franceses
en 1964. El hallazgo de Sereno
es el más completo que
se conoce. "Hasta ahora,
nadie había tenido elementos
suficientes del cráneo
y el esqueleto de los cocodrilos
gigantes como para poder imaginarlos
completos", dijo el científico.
Completos
debían dar miedo. Hay
que pensar que solamente el
cráneo medía dos
metros y tenía fauces
estrechas con más de
cien dientes. La mandíbula
superior era más larga
que la inferior, una combinación
que le permitía capturar
con rapidez y mantener con precisión
a sus víctimas.
"Son
dientes impactantes, penetrantes",
describe Sereno. Y dice que
eso indica que el cocodrilo
se abastecía más
de animales terrestres que de
peces u otras bestias acuáticas.
Los ojos no
eran menos eficaces: rotaban
hacia arriba y le permitían
ver lo que pasaba en las orillas
del río aun cuando el
cocodrilo se mantuviera sumergido
en el agua. "Esto sugiere
que era un tipo de predador
que tendía emboscadas,
se escondía bajo el agua
y de pronto saltaba para alcanzar
algo que estaba en la orilla",
agrega Sereno.
Una de las
rarezas de este cocodrilo es
que, al final del morro, tenía
un enorme bulto. Los científicos
creen que servía para
aguzar su sentido del olfato
y para hacer vocalizaciones
poco habituales.
Sarcosuchus
vivió hace 110 millones
de años y tenía
como vecinos una variada población
de dinosaurios, incluyendo muchos
hervíboros y un predador
bípedo de 12 metros llamado
Suchomimus. Pero Sereno cree
que Sarcosuchus era el más
fuerte de todos.
El animal,
según su descubridor,
tardaba entre 50 y 60 años
en llegar a los aproximadamente
12 metros que medía como
adulto y tenía una vida
larga.
El científico,
que debe haber soñado
con su animalito más
de una noche, imaginó
el entorno: "Sarcosuchus
debió provocar pesadillas
a los dinosaurios".
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