Regirá
en la Unión Europea. Es para
la compra y venta de cuotas de emisión
de gases. Es el primer mercado internacional
de este tipo. Comenzará a funcionar
a partir de 2005 con el CO2. En el
futuro podría extenderse a
algunos otros gases.
BRUSELAS (ABC de
Madrid).- Los ministros de Medio Ambiente
pactaron ayer los detalles del primer
mercado internacional de emisiones
de gases responsables del efecto invernadero.
Se inaugurará en 2005 con el
CO2 y facilitará el cumplimiento
del Protocolo de Kyoto sobre reducción
de gases contaminantes.
La directiva comunitaria
prevé que cada Estado miembro
de la UE realice un reparto de cuotas
de emisiones cada año entre
los distintos sectores de actividad:
producción de energía,
acero, cemento, cristal, cerámica,
papel y cartón. En el futuro,
sin embargo, podrá extenderse
a los otros cinco gases previstos
por el Protocolo y a sectores como
el químico o el aluminio. El
sistema de cuotas admitirá
exclusiones durante su primera fase
(2005-2007) pero no durante la segunda
(2008-2012), que coincide con la aplicación
del Protocolo de Kyoto.
Las empresas que
superen las cuotas asignadas podrán
recurrir al mercado de emisiones de
gases europeo. De lo contrario, podrán
ser multadas, con sanciones de 40
euros por tonelada de CO2 durante
la primera fase (2005-2007) y de 100
euros durante la segunda.
España tiene
hoy en día graves problemas
para cumplir el objetivo que le asigna
el Protocolo: el tratado le permite
un aumento del 15% respecto de los
niveles de 1990, por alcanzar entre
2008 y 2012, pero en la actualidad
rebasa el 30%.
El compromiso final
de la UE permitirá que un grupo
de empresas ponga sus cuotas de emisiones
en común, siempre que el balance
satisfaga los objetivos nacionales
asignados. Las cuotas serán
asignadas gratuitamente en la primera
fase y sólo un máximo
del 10% podrá subastarse en
la segunda fase.
Contaminación
y mutaciones
Durante años
los científicos han sospechado
que la contaminación industrial
supone un riesgo para la salud. Sin
embargo, esta sospecha se basaba en
estudios en los que no se determinaba
la importancia de la calidad del aire
y se valoraban otras fuentes de contaminación.
Ahora, un trabajo
de la Universidad McMaster de Canadá
ha demostrado, por primera vez, que
respirar aire contaminado provoca
daños genéticos que
podrían transmitirse a futuras
generaciones. Esta conclusión
se ha publicado en la última
edición de "Proceedings"
de la Academia Norteamericana de Ciencias.
Investigaciones previas en la zona
de los Grandes Lagos canadienses ya
habían encontrado daños
genéticos en gaviotas que vivían
cerca de las fábricas de acero.
Aunque todavía
no se conocen los efectos potenciales
que pueden tener en la salud, el estudio
indica que alguno de los componentes
químicos posee el potencial
de causar un daño genético
que podría afectar negativamente
a las generaciones venideras.
18 de diciembre de
2002
Fuente:
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