Incorporarían
a la lista el tiburón ballena
y el peregrino.
La Convención
sobre el Comercio Internacional de
Especies Amenazadas (Cites), que acaba
de comenzar en Santiago, Chile, y
se prolongará hasta el 15 de
este mes, decidirá sobre los
controles comerciales que afectan
la supervivencia de docenas de plantas
y animales, desde la carismática
ballena Minke hasta el elefante africano
o algunos cactos y orquídeas.
Un grupo de propuestas
incluye a las declinantes tortugas
de agua dulce asiáticas, que
son recogidas como mascotas, alimento
o preparaciones medicinales en el
Lejano Oriente. El número de
tortugas presentes únicamente
en los mercados chinos se calcula
entre 12 y 20 millones de especímenes
anuales, la mayoría de ellas
provenientes del mundo silvestre.
Los especialistas temen que las tortugas
enfrenten próximamente la extinción.
Otro punto de controversia
es el elefante africano. Después
de una prohibición de ocho
años en el comercio de marfil,
en 1997 Cites permitió que
tres países de la región
hicieran ventas por única vez
de sus existencias legales. La población
de elefantes de Africa descendió
de 1,3 millón en 1981 a 300.000
hace cuatro años. La caza furtiva
es responsable de la muerte de 500
elefantes por año.
El tiburón
ballena y el tiburón peregrino
tendrán una segunda oportunidad
si son incluidos en el grupo de especies
bajo comercio regulado.
Hasta ahora, estos
gigantes de hasta 20 metros y tan
dóciles que dejan que los submarinistas
se sumerjan abrazados a sus aletas
son convertidos sin ningún
control en sopa, cremas hidratantes
y vitaminas, y su número, según
los ecologistas, ha descendido dramáticamente.
India y Filipinas proponen ahora en
la XII reunión de la Cites
que el tiburón ballena ingrese
en el Apéndice II, que regula
el comercio de especies animales y
vegetales, y que las recientes técnicas
de análisis de ADN sirvan para
identificar su carne y sus cartílagos
en las lonjas internacionales.
5 de noviembre de 2002
Fuente:
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