El planeta se está
quedando sin espacio y sin recursos.
Según un informe de una prestigiosa
organización no gubernamental,
la depredación que está
llevando a cabo el hombre moderno
exigirá a corto plazo la implementación
de un improbable plan de conquista
y colonización del espacio
exterior. El documento pretende impactar
sobre las decisiones que se tomen
durante la "Cumbre de la Tierra",
que se celebrará el mes que
viene en Sudáfrica.
Si se siguen explotando
los recursos naturales a este ritmo,
antes de 2050, la población
de la Tierra estará obligada
a colonizar dos planetas del sistema
solar. Eso afirma el impactante nuevo
informe de la World Wildlife Fund
(WWF), que argumenta su advertencia
sin anestesia: "La especie humana
está saqueando el planeta a
un ritmo que supera su capacidad de
recuperación y amenaza la sustentación
de la vida". En lo que debe interpretarse
como una condena a los altos niveles
de consumo de la sociedad occidental,
el documento agrega que, dentro de
cincuenta años, "cuando
se agoten los recursos existentes,
habrá que colonizar otros dos
planetas de tamaño equivalentes
a la Tierra".
Titulado "Living
Planet" y basado en un relevamiento
de todo el mundo, el informe asegura
que, "en las últimas tres
décadas, el hombre destruyó
más de la tercera parte de
sus recursos". Y, apelando al
inconsciente cinematográfico
para sacudir a la humanidad de su
modorra, recurre a la figura "colonización
del espacio" para ilustrar los
problemas que enfrenta la Tierra.
La WWF advierte que, o se reducen
drástica y rápidamente
los niveles de consumo, o el planeta
no podrá abastecer de bienes
a su población. Los expertos
dicen que los mares se quedarán
sin peces, los bosques se secarán
y el agua potable será un bien
escaso. Y explicitan que la humanidad
tiene dos alternativas: o limita su
extravagante estilo de vida o se dedica
a buscar planetas conquistables.
El informe condensa
algunos datos que sustentan su hipótesis
futura. La explotación excesiva
implicó que los "stocks"
de bacalao del Atlántico Norte
colapsaran, reduciéndose de
las 264 mil toneladas contabilizadas
en 1970 a las menos de 60 mil reportadas
en 1995. En el mismo período,
los bosques se achicaron más
de una décima parte, la biodiversidad
marina se dividió por tres
y las reservas de agua potable cayeron
más de la mitad. Además
de la situación de la especie
humana, los científicos examinaron
el estado de 350 mamíferos,
aves, reptiles y peces, y determinaron
que el volumen de ejemplares de muchas
especies se redujo más de la
mitad. Martin Jenkins, del Centro
de Control de la Conservación
Mundial, de Cambridge, Gran Bretaña,
dijo: "Las cosas están
empeorando a un ritmo acelerado. Jamás
en la historia una sola especie tuvo
tanta influencia".
Las cifras revelan
que, entre 1970 y 2001, la cantidad
de rinocerontes negros cayó
de 65 mil a 3 mil, mientras que, desde
1980, los elefantes africanos se redujeron
más de la mitad (de un millón
largo a menos de medio millón)
y, durante el último siglo,
la población de tigres se desbarrancó
el 95 por ciento. Los datos son escalofriantes
y a ellos hay que agregarles que no
se puede asegurar cuántas especies
se extinguieron, porque, para declararlas
extinta, tienen que haber desaparecido
50 años antes. La atención
respecto al estado del planeta se
centra ahora en la llamada "Cumbre
de la Tierra", que se realizará
el mes que viene en Johannesburgo,
Sudáfrica. Matthew Spencer,
vocero de la organización ecologista
Greenpeace, dijo: "No queda otra
salida: tendrá que haber concesiones
de los países ricos a los países
pobres".
Pero lo sucedido
durante el encuentro preparatorio
para la reunión no es auspicioso:
llevado a cabo en Bali el mes pasado,
el mitin resultó empañado
por las disputas entre los países
ricos, las naciones pobres y las organizaciones
no gubernamentales (ONGs). Por ejemplo,
en Bali se acusó a los Estados
Unidos, que enviaron 300 delegados
a la conferencia, de bloquear muchas
de las iniciativas clave en materias
como el uso de la energía,
el respeto a la biodiversidad y la
responsabilidad corporativa. El informe
del WWF culpó directamente
a los EE.UU. de "ejercer más
presión que nadie sobre el
medio ambiente", tras determinar
que los norteamericanos promedio consumen
casi el doble de los recursos naturales
que los ciudadanos británicos
y más de 24 veces más
que los pobladores de algunos países
africanos.
El informe traza
el panorama ecológico de cada
nación determinando qué
cantidad de tierra hace falta para
abastecer a uno de sus residentes
y evalúa, además, el
consumo de alimentos, madera y agua
potable y la emisión de dióxido
de carbono. Mientras que los EE.UU.
necesitan 12,2 hectáreas per
cápita, a Gran Bretaña
le basta con 6,29, a Etiopía
con 2, y a Burundi, que es el país
que menos recursos consume, con media
hectárea por habitante. El
informe agrega que, desde 1970, el
consumo se duplicó, y que sigue
acelerándose, a un ritmo del
1,5% anual. La WWF pretende que los
líderes mundiales acuerden
acciones específicas para alargar
la vida del planeta. Un vocero del
WWF en Gran Bretaña dijo: "Si
todo el mundo consumiera los recursos
naturales como los EE.UU. y Gran Bretaña,
necesitaríamos otros dos planetas
como la Tierra".
30 de julio de 2002
Fuente:
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