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El
petrolero Vicky, que chocó
contra el buque Tricolor. |
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Bruselas. Varias aves cubiertas de petróleo
empezaron a llegar ayer a las costas
de Bélgica tras chocar la noche
del miércoles en el Canal de
la Mancha el petrolero turco Vicky con
el buque naufragado Tricolor.
A pesar de que guardacostas
franceses y belgas señalaron
que el combustible que transportaba
el Vicky no se ha dispersado en el
mar, el controlador del puerto de
Ostende (oeste de Bélgica),
Willen van Poucke, aseguró
que se ha derramado una pequeña
parte tras el choque, aunque aseguró
que no representa ningún peligro
para el medio ambiente.
El petrolero Vicky,
que transportaba unas 70 mil toneladas
de querosén altamente inflamable,
chocó el miércoles con
los restos del Tricolor, un barco
que se hundió el pasado 14
de diciembre con 2.862 vehículos
de lujo a bordo tras colisionar con
el porta contenedores Kariba.
Esta no es la primera
vez que un barco choca contra el Tricolor,
ya que el pasado diciembre otro carguero,
el Nicola, con registro en las Antillas
holandesas, colisionó con el
barco hundido, sin que hubiera víctimas,
al igual que en este caso.
El Vicky pudo desencajarse
ayer del Tricolor gracias a la marea
alta y emprender viaje hacia un punto
de fondeo seguro, mientras que la
tercera parte del combustible que
transportaba ya ha sido bombeado.
Se da la circunstancia
de que el petrolero turco, que se
dirigía desde Amberes (Bélgica)
a Nueva York, era de un solo casco,
al igual que el Prestige, hundido
frente a las costas del noroeste español.
Con el fin de evitar
catástrofes similares, la Comisión
Europea propuso hace unas semanas
prohibir este tipo de barcos para
hacer más seguro el transporte
de productos muy contaminantes por
aguas europeas.
Mientras tanto,
un portavoz de los guardacostas de
Dover, en el sudeste de Inglaterra,
dijo ayer que el choque del barco
turco será investigado con
el fin de establecer si hubo o no
fallo humano en la colisión.
3 de enero de 2003
Fuente:
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