Por la tala de
caoba. Varias tribus expulsaron a
los flechazos a integrantes de organizaciones
clandestinas en la Amazonia.
Cientos de nativos
pertenecientes a tribus que viven
aislados de la civilización
atacaron a madereros que invadieron
sus tierras para extraer caoba ilegalmente
en el sur este de la selva peruana,
según dijeron ayer voceros
oficiales. Cuatro de los madereros
fueron alcanzados por las flechas
de los indígenas en diversos
enfrentamientos que se iniciaron hace
unos días en la amazonia peruana
cerca a la frontera con Brasil, según
la funcionaria de la Federación
Nativa del Río Madre de Dios
y afluentes (Fenamad), Lily La Torre.
Los heridos fueron
atendidos en la estación médica
de una pequeña comunidad indígena,
dijo La Torre, quien sin embargo aseguró
no tener más detalles sobre
el actual estado de salud de los madereros.
La confrontación
entre madereros y las tribus nativas
no es reciente en el departamento
de Madre de Dios.
El presidente de
Fenamad, Víctor Pesha, dijo
que alrededor de 20 personas murieron
en enfrentamientos en los últimos
meses e incluso algunos de los indígenas
perdieron la vida por impactos de
bala.
"En el transcurso
de estos días, si el Estado
no establece un contingente policial,
puede haber más muertes",
advirtió Pesha, quien además
dijo que "nuestro temor es que
podría haber genocidio".
Los dirigentes de
la federación de comunidades
nativas advirtieron que podría
ocurrir una matanza, pues habían
podido interceptar comunicaciones
radiales en las que los madereros
ilegales piden refuerzos y armas para
hacer frente a los indígenas
de la zona.
Fenamad dijo que
habían recibido reportes de
madereros retornando del área
en conflicto a la ciudad de Puerto
Maldonado, en Madre de Dios, que aseguraban
haber visto a más de 400 indígenas
a lo largo del río Piedras,
una ruta usada frecuentemente por
los malhechores.
Lily La Torre aseguró
que uno de los madereros había
visto que los nativos estaban desnudos
y afirmó que nunca antes se
había reportado que tantos
indígenas abandonen su territorio
para defenderse de los extractores
ilegales.
Perú estableció
en abril una zona de reserva en Madre
de Dios para los aborígenes
de tribus que no mantienen contacto
alguno con el mundo y que no puede
ser penetrada por madereros.
El área en
conflicto se caracteriza por sus grandes
reservas de caoba en el Perú,
cuya extracción es ilegal.
Esta madera muy dura y de color rojizo
es altamente cotizada en el mercado
internacional, principalmente en Europa.
Grupos ecológicos
aseguraron que 4 millones de pies
cúbicos (120.000 metros cúbicos)
de caoba de América Latina
se comercia en el mundo anualmente
y mayormente proceden de Brasil, Bolivia
y Perú, de donde muchas veces
la madera es extraída de manera
ilegal.
4 de agosto de 2002
Fuente:
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