La no suscripción
del Protocolo de Kyoto, por parte
de los Estados Unidos, atenta contra
la ecología y el medio ambiente.
Los Norteamericanos se niegan a firmar
el protocolo de Kyoto que propone
la norma y previsión para no
aumentar la contaminación a
los niveles que marca la tendencia
hasta el momento, se proponía
dejar de envenenar o disminuir el
envenenamiento de nuestra atmósfera,
y dispone como atenuar el efecto del
CO2.
Como para los Norteamericanos su
desarrollo industrial y confort es
primero, con subterfugios de toda
índole, insisten en continuar
dañando a la humanidad con
la elevada emisión de gases
efecto invernadero, principalmente
monóxido de carbono.
En tanto en EU el consumo de energía
eléctrica es de 13000 KWH/Hab/año,
en las naciones subdesarrolladas o
de consumo medio como México
es de 1500 KWH/Hab/año.
Ergo, los Norteamericanos consumen
13 veces mas energía que la
mayor parte de la humanidad, envían
a la atmósfera aprox. 20 Toneladas
de CO2 por habitante por año
(seis veces mas que los habitantes
de naciones de contaminación
o emisión media).
Los Norteamericanos y otras naciones
de alto consumo de combustibles fósiles,
no dejarán de enviar CO2 a
la atmósfera y, como resultado
de ello, el efecto invernadero y consecuente
calentamiento de la atmósfera
terrestre continuará hacia
arriba, nada acusa su disminución,
por tanto, subirá el nivel
de los mares y las playas desaparecerán
o cambiará su configuración
actual.
La única salida es la acordada
en Río de Janeiro en 1992 y
en 1997, reducir la emisión
de gases efecto invernadero a los
niveles existentes en 1990.
Esto solo es posible reduciendo el
consumo de energía o dejando
de producirla quemando combustibles
fósiles.
Simultáneamente se deberá
acometer la siembra masiva de árboles,
elemento natural para absorber carbono.
Este encargo, sembrar árboles,
recae principalmente en las naciones
subtropicales, donde el rápido
desarrollo corporal de los árboles,
permite absorber hasta 400 Toneladas
de CO2 por Hectárea durante
el ciclo vital rápido (Aprox.
18 años).
Lo malo es que las naciones desarrolladas,
las que envían a la atmósfera
mas de veinte tons. de carbono por
habitante al año, no quieren
pagar el costo de los resumideros
de carbono.
Proponen pagar diez dólares
por Ton. de carbono absorbido.
La propuesta de México en
Johannesburgo, durante la cumbre de
la tierra, fue que pagaran a cien
Dólares la ton. de carbono
absorbido.
Otro camino posible es que impulsen
la generación de energía
por métodos no contaminantes,
plantas geotérmicas e hidráulicas,
solar, de biomasa y la más
limpia y sostenible de todas: el aprovechamiento
de la energía eólica,
la del viento.
Cálculos preliminares, pero
bien fundamentados en estudios de
CFE, reportan que en México
podríamos sustituir el consumo
total actual de combustibles fósiles
por energía eoloeléctrica.
Actualmente la capacidad total instalada
en México, es del orden de
35.000 MegaWatts.
Un estudio de la capacidad ventosa
potencial de todo el país,
acusa que , si arrancamos instalando
1000MW por año, con un costo
aprox. de 1000 millones de Dls., en
el año de 2030 podríamos
tener una capacidad instalada del
doble que la actual o, lo que es mejor,
tendríamos resuelto el problema
de sustitución de combustibles
fósiles, que para esas fechas
casi estarán agotados.
15 de febrero de 2003
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