Sydney, Australia (AP) - Científicos
australianos buscan bajo tierra la solución
al calentamiento global debido al efecto
invernadero.
Los investigadores de una organización
financiada por el gobierno australiano
informaron el martes que estudian
la posibilidad de enterrar un millón
de toneladas métricas de dióxido
de carbono para solucionar el problema
del efecto invernadero.
El dióxido de carbono es uno
de los gases emitidos por la quema
de combustibles fósiles a los
que se atribuye el recalentamiento
global.
El gobierno australiano --que ha
invertido casi 22 millones de dólares
en la investigación-- ha sido
muy criticado por negarse a firmar
el Protocolo de Kioto, que intenta
reducir la emisión de gases
causantes del efecto invernadero entre
las naciones industrializadas.
Al igual que Washington, Canberra
dijo que el pacto perjudicará
su economía.
Los científicos del Centro
Cooperativo de Investigación
de Tecnologías de Gas Invernadero
analizan la posibilidad de encerrar
el dióxido de carbono en enormes
depósitos subterráneos
procedentes de explotaciones mineras.
Los científicos esperan realizar
una demostración dentro de
tres a cinco años, aseguró
el director ejecutivo del centro,
Peter Cook.
"Australia tiene suficiente
capacidad subterránea para
almacenar potencialmente la totalidad
de nuestras emisiones en los próximos
2.000 años", dijo Cook
en una declaración. "Queremos
asegurarnos que es en un procedimiento
seguro, práctico y económico".
En el proyecto trabajan científicos
de Estados Unidos, Europa y Japón,
para estudiar tecnologías que
permitan la extracción del
dióxido de carbono de las empresas
generadoras de energía eléctrica
y emisiones de fábricas, para
poder almacenarlas geológicamente.
El dióxido de carbono será
separado de otros gases e inyectado
a un kilómetro de la superficie
terrestre, indicó Andy Rigg,
gerente de GEODISC.
El gas podría ser almacenado
en minas de sal, de carbón
y yacimientos agotados de gas y crudo.
18 de febrero de 2003
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