Incidirá
en la salud de los porteños.
Según el defensor del pueblo
adjunto, no se prevén estrategias
para paliarlo. Trabajos científicos
prueban que existe una relación
entre el clima y los patrones de patologías.
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Durante
enero se sucedieron los
días agobiantes. |
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El término calentamiento global
sugiere imágenes de témpanos
derritiéndose en la Antártida,
o lluvias torrenciales en el Amazonas.
Sin embargo, el fenómeno físico
excede largamente estas postales típicas:
el aumento de las temperaturas promedio
no sólo está modificando
los paisajes terrestres, sino que
también afecta la distribución
de las especies animales, los patrones
de difusión de vectores de
enfermedades y la vida en las ciudades.
"Tenemos la certeza de que Buenos
Aires se está haciendo más
húmeda y más calurosa
-dice el doctor Antonio Brailovsky,
defensor adjunto del pueblo de la
Ciudad de Buenos Aires-. Eso significa,
por ejemplo, que vamos a tener mayor
frecuencia de lluvias que provoquen
inundaciones. Pero el cambio climático
implica mucho más que esperar
mayor frecuencia de inundaciones.
Tenemos que aguardar mayor proliferación
de vectores de enfermedades (insectos,
roedores) y mayor frecuencia de enfermedades
como el dengue y la leptospirosis,
que eran raras entre nosotros. El
calor extremo de los últimos
días de enero no sólo
creó situaciones realmente
penosas para millones de personas,
también mostró una seria
imprevisión con respecto a
fenómenos que venían
siendo largamente anunciados."
Biometeorología
Según el profesor Brailovsky,
el cambio climático requiere
de una política sanitaria que
aún no ha sido pensada. "Existe
una estrecha correlación entre
las condiciones meteorológicas
y el tipo de síntomas o de
enfermedades que desarrollan las personas
-afirma-. Esto puede saberse con un
grado de precisión mucho mayor
del que surge de la intuición
o la experiencia personal de los profesionales
de salud. Tenerlo en cuenta significa
poder planificar con mayor racionalidad
los servicios de salud, lo que es
particularmente útil en condiciones
climáticas extremas, como las
que convirtieron a la Ciudad de Buenos
Aires en un horno."
Un trabajo de las doctoras Matilde
Rusticucci, M. Laura Bettolli y M.
de los Angeles Harris, de la Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales de
la UBA, presentado en las Jornadas
sobre Adaptación de la Ciudad
de Buenos Aires y Area Metropolitana
al Cambio Climático, muestra
que existe una relación comprobable
entre ciertas patologías y
el estado del tiempo en la ciudad.
.
"Los valores de los percentiles
de la temperatura y depresión
del punto de rocío, junto con
las anomalías de la circulación
en dichos días extremos, son
el umbral a partir del cual se obtienen
diferencias en las asistencias a las
guardias", escriben las investigadoras.
El estudio pudo comprobar, por ejemplo,
que se dan más casos de patologías
dermatológicas y alergias en
verano que en invierno. El aumento
de las consultas se verifica después
de varios días con baja presión
y altos valores de temperatura y humedad,
y en días climáticamente
extremos.
.
Otro grupo de patologías que
parece tener relación con la
meteorología son los desórdenes
neurológicos y psicopatológicos:
"Están anticipados por
vientos del Oeste (condiciones de
sequedad) hasta con dos días
de adelanto, con baja presión
un día anterior, y calma en
el mismo día, para verano",
afirman las especialistas. En otros
trabajos se muestra la relación
entre cambios del tiempo y ocurrencia
de accidentes cerebrovasculares; aumento
significativo de infartos cerebrales
durante el verano, y de manía.
Según las investigadoras,
también existe una relación
entre condiciones de bajos valores
de presión y alta temperatura
y humedad, que anticipa máximas
consultas por el grupo de patologías
digestivas y abdominales.
Las patologías osteomusculares
y traumatismos o contusiones muestran
una alta correlación con acumulación
de calentamiento, algo que puede explicarse
debido al mal descanso nocturno, pues
se presentan más casos en los
días extremadamente cálidos.
Para las científicas, sería
de gran utilidad la continuidad de
este tipo de investigaciones.
6 de febrero de 2003
Fuente:
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