El fuego destruyó
una refinería de petróleo
en Staten Island. Aseguran que todo
comenzó por una explosión
en una barcaza que transportaba gas.
Ocurrió en medio de los temores
estadounidenses a sufrir atentados
en su territorio por la tensión
en Irak.
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Al
parecer, el incendio comenzó
en una barcaza que transportaba
gas propano. |
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Un gigantesco incendio estalló
hoy en una refinería de petróleo
de la compañía Exxon
en el barrio neoyorquino de Staten
Island, levantando columnas de humo
y llamas a centenares de metros en
el puerto de Nueva York. Todavía
se ignora si hay víctimas por
este hecho. Para la Policía,
no hay indicios de un eventual atentado.
El jefe del departamento de bomberos,
William Van Wart, comentó que
informes preliminares indican que
la explosión que desencadenó
el incendio ocurrió mientras
se transfería gas propano desde
una barcaza.
El suceso ocurrió en Port
Mobile, en el extremo sudoeste de
la isla próxima a Manhattan
y uno de los cinco barrios en que
se divide la ciudad de Nueva York,
donde se ha establecido una zona de
prohibición de vuelos de unos
5 kilómetros.
Según las autoridades locales,
el incendio originado por la explosión
no representa un peligro para los
habitantes de la zona.
Como medida de seguridad, y para
facilitar el acceso al área,
se interrumpió el tránsito
de automóviles en los puentes
que comunican la isla con los otros
distritos.
El alcalde de Nueva York, Micheal
Bloomberg, y el presidente del distrito
de Staten Island, James Molinaro,
se dirigieron al lugar del incendio
al conocerse la noticia.
La terminal incendiada distribuye
cargamentos de combustible para un
área que va desde Boston (Massachusetts)
a Baltimore (Maryland), y puede recibir
y enviar suministros tanto por mar
como por tierra.
A través de un oleoducto,
distribuye también combustible
a los tres principales aeropuertos
de Nueva York.
Aunque fuentes policiales señalaron
que no parece tratarse de un atentado,
sino más bien de un accidente,
desde que ocurrieron los ataques a
las Torres Gemelas, los estadounidenses
-y los neoyorquinos en particular-
sufren un pánico generalizado
ante la posibilidad de sufrir nuevos
ataques. Y aunque todavía no
hay indicios de que este gigantesco
incendio esté vinculado a alguna
acción de grupos anti-estadounidenses,
tampoco se descarta que algo así
pueda ocurrir, en medio de la gran
tensión por la cercanía
de una guerra en Irak.
De hecho, el 7 de febrero pasado,
el nuevo Departamento de Seguridad
Interior decretó el "alerta
naranja" (de alto riesgo) por
temor a un atentado. Desde esa fecha,
Nueva York, epicentro de los ataques
del 11 de setiembre, reforzó
como ninguna otra ciudad de los Estados
Unidos sus mecanismos de defensa.
21 de febrero de 2003
Fuente:
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