La falta de recursos
hace que España tenga que importar
el 75% de la energía primaria
que consume.
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Un
aspecto el parque eólico
de La Teixeta de Pradell,
en Tarragona . |
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Decimos de manera repetida que estamos
en la sociedad de la comunicación;
pero tal vez habría que decir
que vivimos en la era de los combustibles
fósiles y la electricidad.
Sin esa energía básica
(fuel, carbón, gas, centrales
nucleares o fuentes renovables) no
funcionarían los ordenadores.
Volveríamos a esa oscuridad
de la caverna que en parte rememoramos
con pavor cada vez que hay un apagón.
¿Nos hemos parado a pensar
qué perderíamos hoy
sin electricidad? Los apagones son
el síntoma de la enorme fragilidad
de nuestro sistema, algo de lo que
no se libra ni el omnipotente chip.
España es un país paradigmático
por su dependencia energética
exterior. Importa el 75% de la energía
primaria que consume. La falta de
recursos energéticos es tal
que el autoabastecimiento sólo
nos sirve para cubrir un 25% de nuestras
necesidades.
El 95,5% del petróleo que
consume procede de la importación.
El petróleo es la principal
fuente de energía (aporta el
52,2% del total) y resulta básico
para la fabricación de gasolina,
gasóleos, fuel y otros productos
petrolíferos utilizados en
el transporte y la generación
de electricidad, entre otros usos.
Una situación parecida se produce
con el gas, cuyo nivel de importación
es del 97%, mientras que la dependencia
exterior del carbón es del
60%. Por el contrario, la energía
nuclear, hidráulica y las fuentes
renovables tienen un grado pleno de
autoabastecimiento.
Sin embargo, la importación
de petróleo se está
resolviendo con compras muy diversificadas,
hasta el punto de que el convulso
Oriente Medio es la tercera zona en
importancia, después de África
y América. Los principales
países a los que compramos
crudo son México (un 13,3%),
Rusia (un 12,7%), Nigeria (un 12,3%),
Libia (un 11,8%), Arabia Saudí
(un 11,2%), Venezuela (un 9,3%), Irán
(un 5%), Camerún (un 3,1%)
e Iraq (un 2,5%). (Por cierto, los
impuestos representan ya el 62% del
precio medio de la gasolina, frente
al 67% en la UE.)
Petróleo y electricidad
El fuel, uno de los derivados del
petróleo, sigue siendo una
fuente importante de generación
de electrica. En el año 2001,
el 11% de la producción eléctrica
se hacía en térmicas
de fuel. De esta manera, el sector
más importante de generación
son las térmicas a base de
carbón, gas y fuel (el 58%
del total), mientras que las nucleares
(un 26%), saltos hidroeléctricos
(10%) y las fuentes renovables (6%)
completan el resto, según datos
de Unesa del año 2001. Aun
así, en años con más
lluvias como éste
el porcentaje de producción
hidráulica es mayor. Así,
el petróleo también
entra en nuestras casas
a través de la luz.
Y si no, compruébenlo rellenando
esta encuesta de lista abierta. ¿Tiene
usted en casa además
de electricidad televisión,
frigorífico, lavadora, aire
acondicionado, plancha, microondas,
vídeo, equipo de música,
lavavajillas, encimera eléctrica,
despertador, ordenador, licuadora,
tostadora? Pues un 11% de la respuesta
se llama petróleo.
Energía y eficacia
Lo peor no es sólo que gastemos
energía quo no tenemos, sino
que lo hagamos de manera ineficiente.
El índice de intensidad energética
(relación entre su consumo
y el producto interior bruto generado)
se ha incrementado en España
en los últimos años
posiblemente a causa del tirón
del transporte y los precios relativamente
bajos, en contraste con los
datos de los demás países
de la UE, lo que indica que se ha
hecho un uso más ineficiente
de la energía. Coincide con
lo que dicen los economistas. La población
española apenas crece, pero
demanda más recursos. Entre
1955 y 1995, el PIB aumentó
un 3,4%, pero el uso de recursos naturales
subió un 3,8%, según
explica el economista Óscar
Carpintero. Si sumamos todo, ya gastamos
14,3 toneladas de recursos naturales
por persona y año.
15 de febrero de 2003
Fuente:
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