Cerró
sus puertas en abril de 2000 y no
se sabe cuándo podrán
reabrirlas. La entidad debe dejar
el edificio de los viejos Tribunales
provinciales a principios del año
que viene.
El Museo de Ciencias
Naturales Angel Gallardo acaba de
cumplir un triste récord: en
los últimos cuatro años
sólo permaneció abierto
8 meses. Y este no es su único
problema. A principios del año
que viene deberá abandonar
el espacio que ocupa en el primer
piso de los antiguos Tribunales, ya
que la provincia donó el edificio
de Córdoba y Moreno a la Universidad
Nacional de Rosario. Y todavía
no hay noticias sobre la futura mudanza.
Con este panorama,
quienes trabajan en el museo debaten
sobre la conveniencia o no de volver
a abrir sus puertas en marzo. El museo
cerró en abril de 2000, para
preservar su colección de las
obras de refacción que se realizaron
en los techos y cubiertas de los ex
tribunales provinciales. Estas tareas
ya están casi concluidas pero
resta todavía poner a punto
los cielos rasos.
"Podríamos
habilitar igual algunas salas, pero
el tema es que no sabemos a ciencia
cierta qué es lo que va a pasar
con la mudanza. Sería inútil
acomodar todas las vitrinas por pocos
meses y después tener que embalar
todas las piezas de nuevo", comentaron
fuentes cercanas al museo que pidieron
no ser identificadas.
Es que en la subsecretaría
de Cultura de la provincia existe
un profundo silencio sobre este tema.
La Capital intentó en varias
oportunidades comunicarse con la titular
del área, Florencia Lo Celso,
pero no encontró respuesta.
En los últimos
cuatro años el museo estuvo
abierto al público sólo
ocho meses. En enero del 98 fue clausurado
después que se desmoronara
parte del cielo raso de sus salas.
Las tareas de reparación se
extendieron hasta principios de agosto
del año siguiente, y en abril
de 2000 volvieron a bajar sus persianas.
El Angel Gallardo
es reconocido como uno de los museos
de ciencias naturales más importantes
del interior del país. Su colección
suma unas 13 mil piezas que se distribuyen
en 15 salas de acuerdo a la evolución
de las especies. La entidad cuenta
además con laboratorios, una
sala auditorio y una nutrida biblioteca,
y desarrolla cursos de investigación
y capacitación docente.
Doce meses de
gracia
Pero su futuro parece
incierto. A principios de diciembre
del año pasado, la Legislatura
santafesina aprobó la donación
del edificio de los antiguos tribunales
provinciales a la Universidad Nacional
de Rosario (UNR). Uno de los artículos
de esta ley estipula que el museo
de Ciencias Naturales podrá
seguir funcionando en el primer piso
del edificio durante un año.
Si esto se sigue
a pie juntillas, el museo debería
mudarse sobre fin de este año
o principios del próximo. Es
más, la UNR ya se terminó
de elaborar un proyecto para extender
la Facultad de Derecho en la planta
que actualmente ocupa el museo.
"Todavía
no hemos reclamado ese sector porque
la provincia tiene un año para
desalojarlo, pero ya tenemos planificado
instalar allí nuestros institutos
de investigación, más
aulas y las oficinas administrativas",
indicó el decano de la Facultad
de Derecho, Ernesto Granados.
De todas formas, el proyecto de mudanza
de la entidad ya tiene sus años.
En abril del 99, el ex subsecretario
de Cultura de la provincia, Raúl
Bertone, anunció que tenía
"un plan estratégico"
para su traslado a un lugar "más
acorde con el tipo de espacios que
necesita para funcionar".
En esta oportunidad
Bertone indicó también
que se habían comenzado tratativas
con la Municipalidad para buscar un
nuevo edificio. Según el ex
funcionario, éste debía
contemplar "la posibilidad de
exponer esqueletos de dinosaurios,
ballenas, grandes animales y piezas
que de ninguna manera pueden ser trasladadas
hasta un primer piso".
Ahora, la necesidad
de mudar el museo no pasa solamente
por el deseo de aggiornarlo, sino
más bien por el temor a un
próximo desalojo. La suerte
que correrán las 13 mil piezas
que forman su colección todavía
no está escrita.
9 de febrero de 2002
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