Se extiende por
miles de kilómetros entre la
Riviera italiana y el noroeste de
España. Se trata de una red
de hormigueros, cuyos ejemplares comparten
rasgos genéticos y por eso
no se pelean entre sí.
Y como si no bastara
con los humanos... llegaron las hormigas.
Una megacolonia de hormigas argentinas
que se extiende por miles de kilómetros
fue descubierta entre la Riviera italiana
y las costas del noroeste de España.
Según indican
los científicos suizos, franceses
y daneses, es la mayor "unidad
cooperativa" jamás registrada.
Las conclusiones de estos expertos
aparecen en un artículo publicado
en la última edición
de las Actas de la Academia Nacional
de Ciencias.
La colonia, que
llegó al Viejo Continente sin
necesidad de trámites consulares,
consiste en miles de millones de hormigas
argentinas enlazadas en millones de
hormigueros que cooperan entre sí.
Habitualmente, las
hormigas de distintos hormigueros
se pelean. Pero los investigadores
concluyeron que las de esta megacolonia
tienen suficientes rasgos genéticos
comunes como para reconocerse mutuamente,
pese a provenir de distintos hormigueros
con distintas reinas.
Esta insólita
cooperación, unidad inusual
considerando su tierra de origen,
permite que las colonias se desarrollen
a densidades mucho mayores que lo
habitual, lo que las hace más
fuertes, tanto como para eliminar
al 90 por ciento de las hormigas de
otras especies, precisó Laurent
Keller, de la Universidad de Lausanne
en Suiza.
Las hormigas argentinas
fueron introducidas accidentalmente
en Europa alrededor de 1920, probablemente
en barcos que traían plantas,
dijo Keller en una entrevista a la
agencia de noticias AP.
Richard Fell, entomólogo
del Instituto Politécnico de
Virginia, Estados Unidos, dijo que
se sabía que las hormigas argentinas
formaban numerosas colonias que
podían abarcar varias cuadras
de una ciudad pero que nunca
había oído nada igual
de la magnitud del anuncio.
"Puede ser
que determinadas colonias se desprendan,
formen satélites y permanezcan
conectadas con una colonia central",
sugirió.
Los investigadores
europeos dijeron que, además
de la supercolonia principal, hallaron
una segunda menos grande, pero también
numerosa, de esta singular especie
en la región catalana española.
Cuando hormigas
de las dos supercolonias fueron colocadas
juntas, invariablemente lucharon a
muerte. Pero cuando se juntaron hormigas
de distintos hormigueros de la misma
supercolonia, no mostraron ninguna
agresividad entre sí.
"Es interesante
ver que la introducción en
un nuevo hábitat puede cambiar
la organización social",
dijo Keller sobre el comportamiento
de las hormigas argentinas trasplantadas
a Europa. "En este caso, condujo
a la mayor unidad en cooperación
jamás descubierta".
Sin embargo, a largo
plazo la misma cooperación
que parece determinar su éxito
podría desembocar en la autodestrucción
de la megacolonia, sugirió.
Eso se debe a que en una colonia tan
numerosa muchas hormigas trabajadoras
no están relacionadas con las
reinas que ayudan a criar. "Por
lo tanto, a largo plazo, la selección
natural debería disminuir el
comportamiento altruista de las trabajadoras",
conjeturó, debido a que sus
esfuerzos no ayudan a transmitir copias
de sus genes por medio de las reinas.
La Argentina recibe
especies extrañas en su ecosistema,
pero también exporta. El antecedente
más famoso es el de las hormigas
argentinas que invadieron California.
Estos insectos, llegados a Nueva Orleáns
a fines del 1800 en cargamentos agrícolas
desde el puerto de Buenos Aires, hoy
son una de las plagas domésticas
más molestas: invaden cocinas
y jardines, sin que nadie pueda encontrar
un método definitivo para erradicarlas.
Además, estas
hormiguitas inmigrantes no sólo
lograron reproducirse a escala gigantesca,
sino que también combatieron
a otras hormigas naturales de América
del Norte, incluyendo a aquellas que
las supeban diez veces en tamaño.
Su fortaleza de grupo es inaudita:
hasta pusieron al borde de la extinción
a los lagartos con cuernos en zonas
costeras de California: les matan
su alimento.
El secreto que explica
la exitosa colonización de
estas hormigas viajeras en California
es el mismo que garantiza la supervivencia
de las primas europeas. Hay mucho
que aprender de las hormiguitas, concluye
el estudio.
16 de abril de 2002
Fuente:
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